Están todas muy modernas y muy bonitas las intenciones del Ayuntamiento de Culiacán y el Presidente Municipal. Juan de Dios Gámez Mendívil, de implementar políticas públicas para que nuestro urbanismo suba de nivel.
Que haya calles con banquetas amplias, que las personas tengan la educación civil y vial que permita completar esa convivencia necesaria de transeúntes y conductores que nos lleven a la vida utópica de una ciudad incluyente y equitativa.
Y esta idea no es algo nuevo, pues hemos visto como constructoras visionarias han querido implementar en sus proyectos explotados algunas pinceladas de esas ideas vanguardistas, pero que se van todas al carajo por la corrupción y por ese hueso que nos impide ser personas civilizadas.
Peor es que la autoridad está viendo y no ve.
Un ejemplo muy didáctico de lo que pasa con las ideas futuristas y planeadas para un bien común, es el fraccionamiento Santa Fe.
La acera norte de la mayor parte de su boulevar principal se dotó de un excedente de casi la mitad de las propiedades, para que así sus habitantes pudieran disfrutar de un espacio muy amplio de las banquetas y mayor seguridad por su cercanía con la cinta asfáltica.
Pero pasó lo más lógico: las personas se creen dueñas de sus banquetas.
Por eso uno pasa y puede observar que esos espacios, que pertenecen a todos los culiacanenses por ser espacios públicos, están bloqueados con extensiones de negocios instalados, vitropisos, bardas o barandales de gente que cree que es parte de sus cocheras, bardas, maceteros y en el peor de los casos, hasta locales comerciales.
Todo esto desde hace años, sin que lleguen los inspectores del Ayuntamiento a preguntar sobre todo lo que la gente ha hecho para apropiarse de estos espacios.
Y miren, es tal la ausencia de la autoridad en esta zona, que pese a todos los millones de pesos invertidos en educación vial y la evidente ausencia de un operativo, hay una señora que desde hace un par de años decidió instalar su puesto de atoles y gorditas en el barandal del puente del canal en el crucero de República del Ecuador y el bulevar Santa Fe.
La doña tiene sus bidones con el producto, una hornilla para hacer gorditas, una sombrilla para protegerse del aire que viene del canal y atiende en la ventanilla de los autos a sus clientes.
No importa que haya personas que necesiten cruzar el bulevar, lo deben hacer por la calle, y peor si hay clientes esperando, entonces hay que cruzar por el medio de la calle.
¿A poco creen que a esta señora nadie la ha denunciado? Sí, claro que sí. Pero pues, Culiacán.
De plano, reprobadísimos como autoridad y ni se diga como personas en convivencia.
Durante este fin de semana, a propósito de la llegada de la primera quincena de diciembre, la firma Consulta Mitofsky anunció sus estadísticas de opinión pública sobre los Gobernadores mejores evaluados del país y nuestro abuelito renegado Rubén Rocha Moya se mantuvo entre los tres mejores del país. Según la empresa especializada en encuestas para medir la opinión pública, a principios del año, Rocha Moya recibió una aprobación de 59.5 por ciento, por debajo del Gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme Solís, y Mauricio Vila Dosal, de Yucatán.
Pero los últimos resultados, publicados el 13 de diciembre, mostraron que en noviembre obtuvo una cifra de 58.4 y que sólo disminuyó 1.1 por ciento desde enero.
A lo largo de 2024, Rocha Moya se mantuvo entre los primeros cuatros lugares del del rankin mensual, con una calificación máxima de 61.8, mínima de 58.2 por ciento.
Tuvo algunos altibajos, seguramente debido a sus insistentes apariciones a nivel nacional con sus comentarios fuera de lugar o políticamente incorrectos, como eso de decirle “yo te protejo” a un empleado acusado de acoso y el regaño a una reportera en plena transmisión en vivo.
En septiembre regresó al top tres con 58.3 por ciento y se mantuvo en octubre con un repunte de 0.5 por ciento.
Por lo que hemos visto, y pese a los ataques de guerra sucia del que ha sido objeto y el último tropezón de comparar a familias con hijos con problemas de adicciones con las que tienen hijos discapacitados o gays, cerró noviembre con buenos números.
Tal parece que la fuerza de la ola de López Obrador, ahora con la estafeta que trae Claudia Sheinbaum, en Sinaloa sigue gustando más el morenismo.
El Presidente de México Andrés Manuel López Obrador regresará este lunes 18 de diciembre a Mazatlán. Lo hará para aterrizar en el aeropuerto Rafael Buelna y luego trasladarse hacia la Presa Santa María en Rosario para inaugurarla.
De acuerdo a la agenda del Gobernador Rubén Rocha Moya, la cita en la Presa Santa María es a las 11:30 horas.
El Mandatario nacional estará viajando a Mazatlán desde la Ciudad de México al culminar su conferencia de prensa matutina La Mañanera.
Rocha Moya recibirá al Presidente y lo acompañará a inaugurar la obra hidráulica que traerá beneficios para el Sur de Sinaloa.
Apenas el pasado domingo 3 de diciembre, López Obrador estuvo en Mazatlán para inaugurar el CRIT Teletón Sinaloa.
Y lo que parece que será una constante en las giras que hace el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, como la de este lunes por Rosario, Sinaloa, es la de encabezar actos de inauguración, aunque las obras se encuentran a medias.
En varios de los proyectos puestos en marcha prometió fechas y en lo que está cumpliendo es en el plazo pactado para inaugurarlos, aunque aún no estén terminados.
Y pasa con la Presa Santa María, ubicada en la sierra rosarense, donde el sector agrícola advierte que la inauguración que hará el Mandatario solo será simbólica, pues a la obra todavía le falta.
Porque no solo es la infraestructura que permita el almacenamiento del agua del río Baluarte, sino también el sistema de riego prometido y ese, aún se sigue construyendo.
Qué bueno que “la hora del sur” tantas veces prometida con la construcción de la presa finalmente empiece a ver la luz, pero ojalá que el proyecto quede concluido como lo prometieron.
Y por cierto, los habitantes de la comunidad de Santa María, esos que cedieron sus predios para esta obra, no fueron requeridos al acto inaugural.
Están todas muy modernas y muy bonitas las intenciones del Ayuntamiento de Culiacán y el Presidente Municipal. Juan de Dios Gámez Mendívil, de implementar políticas públicas para que nuestro urbanismo suba de nivel.
Que haya calles con banquetas amplias, que las personas tengan la educación civil y vial que permita completar esa convivencia necesaria de transeúntes y conductores que nos lleven a la vida utópica de una ciudad incluyente y equitativa.
Y esta idea no es algo nuevo, pues hemos visto como constructoras visionarias han querido implementar en sus proyectos explotados algunas pinceladas de esas ideas vanguardistas, pero que se van todas al carajo por la corrupción y por ese hueso que nos impide ser personas civilizadas.
Peor es que la autoridad está viendo y no ve.
Un ejemplo muy didáctico de lo que pasa con las ideas futuristas y planeadas para un bien común, es el fraccionamiento Santa Fe.
La acera norte de la mayor parte de su boulevar principal se dotó de un excedente de casi la mitad de las propiedades, para que así sus habitantes pudieran disfrutar de un espacio muy amplio de las banquetas y mayor seguridad por su cercanía con la cinta asfáltica.
Pero pasó lo más lógico: las personas se creen dueñas de sus banquetas.
Por eso uno pasa y puede observar que esos espacios, que pertenecen a todos los culiacanenses por ser espacios públicos, están bloqueados con extensiones de negocios instalados, vitropisos, bardas o barandales de gente que cree que es parte de sus cocheras, bardas, maceteros y en el peor de los casos, hasta locales comerciales.
Todo esto desde hace años, sin que lleguen los inspectores del Ayuntamiento a preguntar sobre todo lo que la gente ha hecho para apropiarse de estos espacios.
Y miren, es tal la ausencia de la autoridad en esta zona, que pese a todos los millones de pesos invertidos en educación vial y la evidente ausencia de un operativo, hay una señora que desde hace un par de años decidió instalar su puesto de atoles y gorditas en el barandal del puente del canal en el crucero de República del Ecuador y el bulevar Santa Fe.
La doña tiene sus bidones con el producto, una hornilla para hacer gorditas, una sombrilla para protegerse del aire que viene del canal y atiende en la ventanilla de los autos a sus clientes.
No importa que haya personas que necesiten cruzar el bulevar, lo deben hacer por la calle, y peor si hay clientes esperando, entonces hay que cruzar por el medio de la calle.
¿A poco creen que a esta señora nadie la ha denunciado? Sí, claro que sí. Pero pues, Culiacán.
De plano, reprobadísimos como autoridad y ni se diga como personas en convivencia.
Durante este fin de semana, a propósito de la llegada de la primera quincena de diciembre, la firma Consulta Mitofsky anunció sus estadísticas de opinión pública sobre los Gobernadores mejores evaluados del país y nuestro abuelito renegado Rubén Rocha Moya se mantuvo entre los tres mejores del país. Según la empresa especializada en encuestas para medir la opinión pública, a principios del año, Rocha Moya recibió una aprobación de 59.5 por ciento, por debajo del Gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme Solís, y Mauricio Vila Dosal, de Yucatán.
Pero los últimos resultados, publicados el 13 de diciembre, mostraron que en noviembre obtuvo una cifra de 58.4 y que sólo disminuyó 1.1 por ciento desde enero.
A lo largo de 2024, Rocha Moya se mantuvo entre los primeros cuatros lugares del del rankin mensual, con una calificación máxima de 61.8, mínima de 58.2 por ciento.
Tuvo algunos altibajos, seguramente debido a sus insistentes apariciones a nivel nacional con sus comentarios fuera de lugar o políticamente incorrectos, como eso de decirle “yo te protejo” a un empleado acusado de acoso y el regaño a una reportera en plena transmisión en vivo.
En septiembre regresó al top tres con 58.3 por ciento y se mantuvo en octubre con un repunte de 0.5 por ciento.
Por lo que hemos visto, y pese a los ataques de guerra sucia del que ha sido objeto y el último tropezón de comparar a familias con hijos con problemas de adicciones con las que tienen hijos discapacitados o gays, cerró noviembre con buenos números.
Tal parece que la fuerza de la ola de López Obrador, ahora con la estafeta que trae Claudia Sheinbaum, en Sinaloa sigue gustando más el morenismo.
El Presidente de México Andrés Manuel López Obrador regresará este lunes 18 de diciembre a Mazatlán. Lo hará para aterrizar en el aeropuerto Rafael Buelna y luego trasladarse hacia la Presa Santa María en Rosario para inaugurarla.
De acuerdo a la agenda del Gobernador Rubén Rocha Moya, la cita en la Presa Santa María es a las 11:30 horas.
El Mandatario nacional estará viajando a Mazatlán desde la Ciudad de México al culminar su conferencia de prensa matutina La Mañanera.
Rocha Moya recibirá al Presidente y lo acompañará a inaugurar la obra hidráulica que traerá beneficios para el Sur de Sinaloa.
Apenas el pasado domingo 3 de diciembre, López Obrador estuvo en Mazatlán para inaugurar el CRIT Teletón Sinaloa.
Y lo que parece que será una constante en las giras que hace el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, como la de este lunes por Rosario, Sinaloa, es la de encabezar actos de inauguración, aunque las obras se encuentran a medias.
En varios de los proyectos puestos en marcha prometió fechas y en lo que está cumpliendo es en el plazo pactado para inaugurarlos, aunque aún no estén terminados.
Y pasa con la Presa Santa María, ubicada en la sierra rosarense, donde el sector agrícola advierte que la inauguración que hará el Mandatario solo será simbólica, pues a la obra todavía le falta.
Porque no solo es la infraestructura que permita el almacenamiento del agua del río Baluarte, sino también el sistema de riego prometido y ese, aún se sigue construyendo.
Qué bueno que “la hora del sur” tantas veces prometida con la construcción de la presa finalmente empiece a ver la luz, pero ojalá que el proyecto quede concluido como lo prometieron.
Y por cierto, los habitantes de la comunidad de Santa María, esos que cedieron sus predios para esta obra, no fueron requeridos al acto inaugural.