Por supuesto que la pandilla que se cree dueña de la Universidad Autónoma de Sinaloa miente cuando aseguran que fue un éxito la mesa de diálogo en la Secretaría de Gobernación federal.

¿Por qué si es cierto que lo fue, pretender hacer desorden hoy en Culiacán, durante la visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador?

Desde la mañana, en la audiencia a la que el prófugo de la revisión de medidas cautelares, Robespierre Lizárraga Otero, aseguró que se sentía mal y se fue a recibir atención médica de urgencia, empezaron a recalcar la importancia de esta convocatoria para una movilización.

¿Qué cambió? Pues que en su desespero ya no andan plabeándolo por debajo del agua y andan gritándolo a los cuatro vientos.

La convocatoria está abierta para los papás de los estudiantes, hasta se atreven a decir. Sí, qué no ven que la gente está esperando la oportunidad de ir a perder su tiempo para ir a marchar por una bola de vaquetones acusados de desviar recursos.

Y ahí anda el explotado del Secretario del Suntuas que le vendió el alma a Héctor Melesio Cuén Ojeda, o al Maestro como le dicen antes de besarle la mano.

Ese tal José Carlos Aceves Tamayo, que ha trabajado más en estos seis meses que en toda su vida junta, porque pues que no ven que es el flamante coordinador general de los Comités de defensa de la autonomía (prrrrrrr), ahora tiene doble chamba: acarrear gente para Madueña y también para la campaña del PAS. Ni hablar.

Pues como les decíamos, en México fueron bien claros con estos vatos: arréglense en los tribunales.

Cuando lo supimos entendimos el por qué de la nueva movilización.

Pues, échenle ganas, pero en los juzgados algún día tienen que meterse a la audiencia.

Después de un año del megafraude de la financiera Inverplux, las víctimas salieron ayer públicamente a compartir cómo han trabajado en colaboración con la Fiscalía General del Estado para avanzar en el caso.

Esto, anunciaron, les permite mantener la llama de la confianza encendida, para ver si pueden recuperar parte del patrimonio perdido.

El grupo se organizó, se llama comité “Unidos contra el fraude de Inverplux” y tienen un vocero.

“Consideramos que sí vamos a recuperar, que sí hay manera de recuperar parte del patrimonio que se nos sustrajo, que tenemos el respaldo, que hay de dónde, y que la Fiscalía está haciendo lo propio para asegurar que así sea”, expresó Héctor Camacho Sicairos.

Aclaró que aunque al principio presumían un daño por mil millones de pesos, fueron 544 personas las que proporcionaron pruebas por unos 300 millones de pesos.

También informaron que en el proceso de comprobación de daños trabajan junto con la Fiscalía y con el apoyo de un abogado particular para agilizar el tiempo.

La buena noticia es que estiman que en seis meses tendrán completo el recuento.

La mala nota es que tanto el Gobernador como los diputados del Congreso del Estado no han mostrado ningún interés por ayudarlos.

Y amenazaron con cobrárselas en las urnas.

Pues, después del año, como siempre la sociedad organizada tiene mejores cosas para decir. Ojalá que este asunto llegue a un buen destino.

El Gobierno de Sinaloa cerró y archivó una investigación en relación a la construcción de la Academia de Beisbol en Sinaloa, un capricho del ex Gobernador Mario López Valdez con una inversión de 200 millones de pesos.

La academia según iba a ser semillero de los equipos de beisbol en México y el extranjero, formando atletas de nivel y con unas instalaciones impresionantes, pero nada más lejos de la realidad.

Una vez terminada la academia se terminó la administración de López Valdez, y cuando Quirino Ordaz Coppel recibió el negocio pues no pudo importarle menos. La academia pasó de ser la gran promesa del deporte a una bodega propiedad del Instituto Sinaloense del Deporte, y el Gobierno estatal mejor cambió las oficinas para ese edificio vacío con costo millonario.

A todo esto se le suma que el instituto del deporte históricamente ha sido operado por gente mediocre que no tiene pinta de funcionario público, y basan su administración en mañosadas y caprichos.

Pues cuando llegó Rubén Rocha Moya a la Gubernatura la academia terminó por sepultarse aún más, y ahora con el carpetazo a la investigación de su construcción queda claro que no le interesa mucho ni siquiera esclarecer qué pasó con la construcción amañada del edificio.

El asunto de la chica que se lanzó por la ventana de un camión urbano por temor a un ataque del chofer ya que éste se había “desabrochado el pantalón” tiene muchas aristas pero ninguna buena.

El caso mostró el terror que viven las mujeres en situaciones vulnerables, pues de todos es sabido que el transporte público es una zona de riesgo para las jovencitas, pues nunca falta el aprovechado pervertido que las acosa, se les recarga o realiza tocamientos.

Y la explicación del chofer, de que él sí se desabrochó el pantalón pero porque iba a orinar en una botella o recipiente ahí mismo en el camión porque es la única manera que tienen de descargar sus necesidades fisiológicas durante su jornada laboral. Uff...

Imagínense, es el colmo de las malas condiciones del transporte público, pues esos camiones no tienen una terminal siquiera donde los choferes hagan una parada en cada vuelta, y mucho menos los dejan bajarse en algún punto a ir al sanitario.

O sea, ¿qué les pasa a los empresarios del transporte?, ¿y qué le pasa al Gobierno que permite que esa concesión que él da de ese servicio, lo hagan de esa manera?

Por supuesto que nadie quiere acoso o abusos en el transporte público, pero tampoco queremos esas condiciones precarias en la labor de los choferes.

Y no olvidemos que el transporte público es una obligación del Gobierno el prestar ese servicio, pero en el caso de Sinaloa, como en casi todo el País, ese servicio se concesiona para que sean particulares quienes lo den, pero esto no exime a las autoridades de cerciorarse de que el servicio que concesionó sea realizado de manera óptima para todos, tanto para los usuarios como para los trabajadores.

Así es, este asunto que surgió en estos días no tiene ningún lado bueno.

Por supuesto que la pandilla que se cree dueña de la Universidad Autónoma de Sinaloa miente cuando aseguran que fue un éxito la mesa de diálogo en la Secretaría de Gobernación federal.

¿Por qué si es cierto que lo fue, pretender hacer desorden hoy en Culiacán, durante la visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador?

Desde la mañana, en la audiencia a la que el prófugo de la revisión de medidas cautelares, Robespierre Lizárraga Otero, aseguró que se sentía mal y se fue a recibir atención médica de urgencia, empezaron a recalcar la importancia de esta convocatoria para una movilización.

¿Qué cambió? Pues que en su desespero ya no andan plabeándolo por debajo del agua y andan gritándolo a los cuatro vientos.

La convocatoria está abierta para los papás de los estudiantes, hasta se atreven a decir. Sí, qué no ven que la gente está esperando la oportunidad de ir a perder su tiempo para ir a marchar por una bola de vaquetones acusados de desviar recursos.

Y ahí anda el explotado del Secretario del Suntuas que le vendió el alma a Héctor Melesio Cuén Ojeda, o al Maestro como le dicen antes de besarle la mano.

Ese tal José Carlos Aceves Tamayo, que ha trabajado más en estos seis meses que en toda su vida junta, porque pues que no ven que es el flamante coordinador general de los Comités de defensa de la autonomía (prrrrrrr), ahora tiene doble chamba: acarrear gente para Madueña y también para la campaña del PAS. Ni hablar.

Pues como les decíamos, en México fueron bien claros con estos vatos: arréglense en los tribunales.

Cuando lo supimos entendimos el por qué de la nueva movilización.

Pues, échenle ganas, pero en los juzgados algún día tienen que meterse a la audiencia.

Después de un año del megafraude de la financiera Inverplux, las víctimas salieron ayer públicamente a compartir cómo han trabajado en colaboración con la Fiscalía General del Estado para avanzar en el caso.

Esto, anunciaron, les permite mantener la llama de la confianza encendida, para ver si pueden recuperar parte del patrimonio perdido.

El grupo se organizó, se llama comité “Unidos contra el fraude de Inverplux” y tienen un vocero.

“Consideramos que sí vamos a recuperar, que sí hay manera de recuperar parte del patrimonio que se nos sustrajo, que tenemos el respaldo, que hay de dónde, y que la Fiscalía está haciendo lo propio para asegurar que así sea”, expresó Héctor Camacho Sicairos.

Aclaró que aunque al principio presumían un daño por mil millones de pesos, fueron 544 personas las que proporcionaron pruebas por unos 300 millones de pesos.

También informaron que en el proceso de comprobación de daños trabajan junto con la Fiscalía y con el apoyo de un abogado particular para agilizar el tiempo.

La buena noticia es que estiman que en seis meses tendrán completo el recuento.

La mala nota es que tanto el Gobernador como los diputados del Congreso del Estado no han mostrado ningún interés por ayudarlos.

Y amenazaron con cobrárselas en las urnas.

Pues, después del año, como siempre la sociedad organizada tiene mejores cosas para decir. Ojalá que este asunto llegue a un buen destino.

El Gobierno de Sinaloa cerró y archivó una investigación en relación a la construcción de la Academia de Beisbol en Sinaloa, un capricho del ex Gobernador Mario López Valdez con una inversión de 200 millones de pesos.

La academia según iba a ser semillero de los equipos de beisbol en México y el extranjero, formando atletas de nivel y con unas instalaciones impresionantes, pero nada más lejos de la realidad.

Una vez terminada la academia se terminó la administración de López Valdez, y cuando Quirino Ordaz Coppel recibió el negocio pues no pudo importarle menos. La academia pasó de ser la gran promesa del deporte a una bodega propiedad del Instituto Sinaloense del Deporte, y el Gobierno estatal mejor cambió las oficinas para ese edificio vacío con costo millonario.

A todo esto se le suma que el instituto del deporte históricamente ha sido operado por gente mediocre que no tiene pinta de funcionario público, y basan su administración en mañosadas y caprichos.

Pues cuando llegó Rubén Rocha Moya a la Gubernatura la academia terminó por sepultarse aún más, y ahora con el carpetazo a la investigación de su construcción queda claro que no le interesa mucho ni siquiera esclarecer qué pasó con la construcción amañada del edificio.

El asunto de la chica que se lanzó por la ventana de un camión urbano por temor a un ataque del chofer ya que éste se había “desabrochado el pantalón” tiene muchas aristas pero ninguna buena.

El caso mostró el terror que viven las mujeres en situaciones vulnerables, pues de todos es sabido que el transporte público es una zona de riesgo para las jovencitas, pues nunca falta el aprovechado pervertido que las acosa, se les recarga o realiza tocamientos.

Y la explicación del chofer, de que él sí se desabrochó el pantalón pero porque iba a orinar en una botella o recipiente ahí mismo en el camión porque es la única manera que tienen de descargar sus necesidades fisiológicas durante su jornada laboral. Uff...

Imagínense, es el colmo de las malas condiciones del transporte público, pues esos camiones no tienen una terminal siquiera donde los choferes hagan una parada en cada vuelta, y mucho menos los dejan bajarse en algún punto a ir al sanitario.

O sea, ¿qué les pasa a los empresarios del transporte?, ¿y qué le pasa al Gobierno que permite que esa concesión que él da de ese servicio, lo hagan de esa manera?

Por supuesto que nadie quiere acoso o abusos en el transporte público, pero tampoco queremos esas condiciones precarias en la labor de los choferes.

Y no olvidemos que el transporte público es una obligación del Gobierno el prestar ese servicio, pero en el caso de Sinaloa, como en casi todo el País, ese servicio se concesiona para que sean particulares quienes lo den, pero esto no exime a las autoridades de cerciorarse de que el servicio que concesionó sea realizado de manera óptima para todos, tanto para los usuarios como para los trabajadores.

Así es, este asunto que surgió en estos días no tiene ningún lado bueno.