Números convenientes, ¿para quién?
El Gobierno de Sinaloa, al desconocer de estrategias de manejo de crisis, presentó resultados parciales del operativo de Semana Santa en los que ingeniosamente se dejaron fuera las personas que fallecieron y desaparecieron mientras vacacionaban en destinos turísticos del estado.
En Navolato murieron dos hermanos en un choque vehicular mientras regresaban de Altata. Además el Sábado de Gloria desaparecieron tres jóvenes en Mazatlán y uno en Nuevo Altata, todos ellos se encontraban vacacionando.
Pero en esta ocasión el Gobierno de Sinaloa de plano mejor le sacó la vuelta a declarar sobre las muertes y desapariciones. Incluso, se habló de un saldo blanco.
Sobre la justificación de porqué se dejaron fuera estos hechos, el titular de Protección Civil en Sinaloa, Roy Navarrete Cuevas, dijo que sólo se presentaron los resultados de los espacios geográficos que contemplaron el operativo de PC y que lo demás estaba en cancha de Seguridad Pública.
Y astutamente el Gobierno de Sinaloa no se metió con los datos de Seguridad Pública ni mandó llamar al fantasma del Secretario de Seguridad, Óscar Rentería Schazarino, para rendir cuentas.
Es una insensibilidad y hasta una ofensa que la conferencia de prensa en donde se vertieron estos datos comenzara con el Secretario General de Gobierno, Feliciano Castro Meléndrez, ofreciendo condolencias por la muerte del Papa Francisco y no por los dos sinaloenses fallecidos en medio del operativo o alguna frase de empatía con las familias de los jóvenes desaparecidos.
En Culiacán las especies protegidas no tienen quién las proteja
En el parque Las Riberas, la iguana verde, una especie protegida por la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, ha perdido su hábitat seguro. Desde hace un año, ciudadanos han reportado ataques de perros ferales contra esta especie que habita en la isla de Orabá, y a pesar de ello, el Ayuntamiento de Culiacán no ha ejecutado acciones para contener el problema.
La coordinadora del Grupo Especializado en la Protección de los Animales reconoció que no cuentan con el equipo, el espacio ni los medios necesarios para atender la situación. Aseguró que hay voluntad, pero no una estructura operativa. Esto no se trata de una situación reciente ni menor pues es un riesgo constante para una especie catalogada como prioritaria para la conservación.
Además, la funcionaria dijo que las autoridades locales se asociarían con fundaciones de animales para intervenir, tentativamente en mayo, en capturar y resguardar a los perros.
Mientras tanto, las iguanas continuarán acechadas, sin que el Gobierno Municipal haya establecido siquiera un plan de emergencia. Es una respuesta reactiva, tardía, y que parece más una estrategia para justificar la inacción que un intento real por proteger el ecosistema.Aparte, el Ayuntamiento admite no tener un conteo exacto de cuántos perros hay en la zona, lo que evidencia la falta de un diagnóstico técnico serio.
¿Cómo atender un problema si ni siquiera se ha dimensionado? Tal parece que la conservación del ecosistema ahora dependerá de la buena voluntad, y se postergará indefinidamente hasta que otros hagan lo que le corresponde al Estado.
La protección ambiental parece opcional, aún y cuando la norma federal reconoce el valor ecológico de la especie.
El lloradero de varios sectores
La Semana Santa terminó el domingo y en Mazatlán se observó una gran cantidad de turistas, aunque no como se esperaba.
Las playas, el malecón y sobre todo el área de la Avenida del Mar donde están las letras de Mazatlán estuvieron muy llenas.Pero a pesar de estos, los sectores transportistas, restauranteros y varios hoteles reportaban baja ocupación.
Y entonces a qué sector benefició esta cantidad de turistas en el puerto.
Algunos dicen que la gran mayoría de los turistas traen dinero, pero solo para cerveza, mariscos y comida en tiendas de conveniencia.
Lo cierto es que en el caso de los transportistas llámese pulmoneros, aurigueros y taxistas están acostumbrados a cobrar lo que quieren por las dejadas, enterrar la uña como se dice, a los turistas sin que alguna autoridad los meta en cintura, y terminaban la jornada diaria con sus carteras llenas y con una gran sonrisa.
Ahora quizás el turismo les cobró factura y prefirió el servicio de plataforma de alquiler, aunque más de alguno siguió en esta Semana Santa enterrando la uña con los cobros.
Y qué pasó con la seguridad en Mazatlán
La desaparición de tres jóvenes de Culiacán el pasado sábado en la zona de La Marina en Mazatlán, evidenció que la seguridad fue vulnerada fácilmente en el puerto a pesar de la gran cantidad de elementos de seguridad que cuidaban el puerto.
Este hecho dejó también un auto Mustang, color negro, abandonado en plena Avenida del Atlántico casi frente al Monumento al Venado rojo.
Y no olvidar el ataque a balazos a una vivienda en el Fraccionamiento Santa Teresa y a un conductor en Los Sauces, en el puerto.En fin, veremos qué dice la Alcaldesa Estrella Palacios y el jefe policiaco Othoniel Barrón.
O a lo mejor nos llevamos una sorpresa, de que habrá cambios en la Secretaría de Seguridad Pública de Mazatlán por no poner orden en el puerto ante tantos turistas y locales.
Y no nos malentienda, reconocemos que la Semana Santa ha sido un respiro valiosísimo para el estado en materia turística y que en general vimos una movilidad que no se veía desde que empezó la guerra entre las facciones, pero por respeto a las familias que son víctimas indirectas, no podemos dejar de señalar que el crimen organizado siguió asesinando y raptando gente con total impunidad; incluso, en medio de un operativo de “blindaje”.