Pasaron seis largos meses desde que el Presidente propuso a Quirino Ordaz Coppel para que el sinaloenses pudiera recibir su nombramiento como Embajador de México en el Reino de España y el Principado de Andorra, además de la representación permanente de México ante la Organización Internacional del Turismo, con sede en España.
El camino del ex Gobernador sinaloense a la Embajada no fue fácil y en momentos fue “dinamitado” hasta por el propio Presidente, Andrés Manuel López Obrador, sobre todo en los momentos en que se despacha con la cuchara grande en contra de España, a la que le exigió un perdón histórico y a los que insultó llamándolos corruptos.
Finalmente las cosas se encauzaron y las relaciones entre los dos países mejoraron al punto que fue posible la anuencia española y el voto en el Senado para que Ordaz Coppel haga historia, al convertirse en Embajador en una de las embajadas más importantes para México.
Solo la Embajada de México en Washington supera en importancia a la de Madrid, debido a los fuertes lazos económicos, históricos y culturales que mantenemos con los españoles.
Ayer fue un día importante para Quirino Ordaz Coppel, de esos que se quedan grabados para toda la vida. Acompañado de su familia y un par de amigos, el mazatleco asistió al Senado para ser ratificado o no como Embajador de México ante el Reino de España.
Y se llama “ratificación” porque en la Comisión de Relaciones Exteriores ya se había votado a favor de él para que fuera Embajador, y ese dictamen se llevó al pleno del Senado, para que los 128 senadores votaran a favor o en contra.
Casi todos los senadores votaron en bloque, la mayoría de los morenistas votaron a favor de la ratificación, los panistas votaron en contra, los del Verde a favor, los del PRD en contra y el PRI se dividió entre los que votaron en contra y los que se abstuvieron.
De los 13 senadores priistas, cinco votaron en contra, cinco se abstuvieron y tres no asistieron a la convocatoria, ni votaron a distancia.
Llama la atención la votación de los priistas porque muestra la profunda división que existe en el partido. Su líder nacional, Alejandro “Alito” Cárdenas les marcó línea para que votaran en contra de Ordaz Coppel, pero solo cinco de los 13 senadores le hicieron caso, entre ellos destacaron Mario Zamora Gastélum y Miguel Ángel Osorio Chong.
Ninguno de los priistas que votaron le dio su voto a favor, pero llama la atención que cinco senadores priistas se abstuvieron, en franca rebeldía en contra de su líder, que busca deshacerse de un competidor natural en lo que queda del PRI.
Los panistas de plano votaron en contra de la ratificación, pero dejaron en claro que lo hacían para descalificar al Presidente y no al ex Gobernador.
La única que realizó señalamientos personales en contra de Ordaz Coppel fue la Senadora panista, Xóchitl Gálvez.
El Senador Mario Zamora Gastélum, el mismo al que Quirino Ordaz Coppel apoyó para que fuera el candidato del PRI a la Gubernatura de Sinaloa, le pagó a Ordaz Coppel con su voto negativo durante la ratificación.
Zamora Gastélum no ha podido superar la derrota frente a Rubén Rocha Moya y en su lógica revanchista asume que la culpa no fue de él, y a uno de los que acusa por haber perdido es al PRI de Sinaloa, entre ellos a Ordaz Coppel.
Nervioso, solo y en silencio, Zamora Gastélum observó la votación que le daría la mayoría a Ordaz Coppel sin atreverse a votar, quizá sopesando las implicaciones que tendría apoyar o no a su paisano para que se convirtiera en Embajador.
Pasaban los minutos y mientras la mayoría de los senadores ya había votado, el Senador sinaloense agotó hasta los últimos segundos para decidirse a votar, mientras algunos de sus compañeros comenzaron a presionarlo, en tono de mofa, para que lo hiciera.
Finalmente el mochiteco ejerció su voto y un cuadrito rojo apareció junto a su nombre en la enorme pantalla, fue uno de los 20 senadores que votaron en contra de la propuesta.
Su voto negativo se unió a los votos rojos del bloque panista, quienes por lo menos subieron a tribuna a explicar que votaban en contra del Presidente Andrés Manuel López Obrador y no contra el ex Gobernador sinaloense.
Mario Zamora decidió votar en contra y sepultó su escaso capital político entre los priistas de Sinaloa, pero contentó al líder nacional del PRI, el pequeño Alejandro “Alito” Cárdenas, que hace su festín entre las ruinas que quedan del otrora partido hegemónico.
La carrera política de Zamora Gastélum depende ahora de la suerte de “Alito”, al que muchos auguran un triste final.
Y después de la grilla, hoy comienza el verdadero trabajo de Quirino Ordaz Coppel como Embajador de México ante España, y lo inicia recibiendo al Ministro de Asuntos Exteriores del Reino de España, José Manuel Albares.
Albares llegó anoche a México con la consigna de restablecer completamente las relaciones diplomáticas con México y será recibido personalmente por el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
Se espera que el Ministro español sea recibido por el Presidente Andrés Manuel López Obrador y en algún momento de su apretada agenda, se encontrará con el flamante Embajador de México en el Reino de España, Ordaz Coppel.
Para el sinaloense, la posibilidad de saludar y conversar con el Canciller español en territorio mexicano es una oportunidad de oro para iniciar una relación que debe de ser de capital importancia para su trabajo, una vez que se encuentre en Madrid.
Albares es un madrileño con una larga trayectoria en la diplomacia, pero quizá la experiencia que lo hace comprender mejor a Latinoamérica fue su paso por Colombia, donde fue Cónsul de España.
Albares es famoso por su buen talante, así que debe de encontrarse de maravilla con Ordaz Coppel, que seguramente sacará su lado mazatleco para hacerse de amigos en la carrera diplomática que apenas comienza.
Pasaron seis largos meses desde que el Presidente propuso a Quirino Ordaz Coppel para que el sinaloenses pudiera recibir su nombramiento como Embajador de México en el Reino de España y el Principado de Andorra, además de la representación permanente de México ante la Organización Internacional del Turismo, con sede en España.
El camino del ex Gobernador sinaloense a la Embajada no fue fácil y en momentos fue “dinamitado” hasta por el propio Presidente, Andrés Manuel López Obrador, sobre todo en los momentos en que se despacha con la cuchara grande en contra de España, a la que le exigió un perdón histórico y a los que insultó llamándolos corruptos.
Finalmente las cosas se encauzaron y las relaciones entre los dos países mejoraron al punto que fue posible la anuencia española y el voto en el Senado para que Ordaz Coppel haga historia, al convertirse en Embajador en una de las embajadas más importantes para México.
Solo la Embajada de México en Washington supera en importancia a la de Madrid, debido a los fuertes lazos económicos, históricos y culturales que mantenemos con los españoles.
Ayer fue un día importante para Quirino Ordaz Coppel, de esos que se quedan grabados para toda la vida. Acompañado de su familia y un par de amigos, el mazatleco asistió al Senado para ser ratificado o no como Embajador de México ante el Reino de España.
Y se llama “ratificación” porque en la Comisión de Relaciones Exteriores ya se había votado a favor de él para que fuera Embajador, y ese dictamen se llevó al pleno del Senado, para que los 128 senadores votaran a favor o en contra.
Casi todos los senadores votaron en bloque, la mayoría de los morenistas votaron a favor de la ratificación, los panistas votaron en contra, los del Verde a favor, los del PRD en contra y el PRI se dividió entre los que votaron en contra y los que se abstuvieron.
De los 13 senadores priistas, cinco votaron en contra, cinco se abstuvieron y tres no asistieron a la convocatoria, ni votaron a distancia.
Llama la atención la votación de los priistas porque muestra la profunda división que existe en el partido. Su líder nacional, Alejandro “Alito” Cárdenas les marcó línea para que votaran en contra de Ordaz Coppel, pero solo cinco de los 13 senadores le hicieron caso, entre ellos destacaron Mario Zamora Gastélum y Miguel Ángel Osorio Chong.
Ninguno de los priistas que votaron le dio su voto a favor, pero llama la atención que cinco senadores priistas se abstuvieron, en franca rebeldía en contra de su líder, que busca deshacerse de un competidor natural en lo que queda del PRI.
Los panistas de plano votaron en contra de la ratificación, pero dejaron en claro que lo hacían para descalificar al Presidente y no al ex Gobernador.
La única que realizó señalamientos personales en contra de Ordaz Coppel fue la Senadora panista, Xóchitl Gálvez.
El Senador Mario Zamora Gastélum, el mismo al que Quirino Ordaz Coppel apoyó para que fuera el candidato del PRI a la Gubernatura de Sinaloa, le pagó a Ordaz Coppel con su voto negativo durante la ratificación.
Zamora Gastélum no ha podido superar la derrota frente a Rubén Rocha Moya y en su lógica revanchista asume que la culpa no fue de él, y a uno de los que acusa por haber perdido es al PRI de Sinaloa, entre ellos a Ordaz Coppel.
Nervioso, solo y en silencio, Zamora Gastélum observó la votación que le daría la mayoría a Ordaz Coppel sin atreverse a votar, quizá sopesando las implicaciones que tendría apoyar o no a su paisano para que se convirtiera en Embajador.
Pasaban los minutos y mientras la mayoría de los senadores ya había votado, el Senador sinaloense agotó hasta los últimos segundos para decidirse a votar, mientras algunos de sus compañeros comenzaron a presionarlo, en tono de mofa, para que lo hiciera.
Finalmente el mochiteco ejerció su voto y un cuadrito rojo apareció junto a su nombre en la enorme pantalla, fue uno de los 20 senadores que votaron en contra de la propuesta.
Su voto negativo se unió a los votos rojos del bloque panista, quienes por lo menos subieron a tribuna a explicar que votaban en contra del Presidente Andrés Manuel López Obrador y no contra el ex Gobernador sinaloense.
Mario Zamora decidió votar en contra y sepultó su escaso capital político entre los priistas de Sinaloa, pero contentó al líder nacional del PRI, el pequeño Alejandro “Alito” Cárdenas, que hace su festín entre las ruinas que quedan del otrora partido hegemónico.
La carrera política de Zamora Gastélum depende ahora de la suerte de “Alito”, al que muchos auguran un triste final.
Y después de la grilla, hoy comienza el verdadero trabajo de Quirino Ordaz Coppel como Embajador de México ante España, y lo inicia recibiendo al Ministro de Asuntos Exteriores del Reino de España, José Manuel Albares.
Albares llegó anoche a México con la consigna de restablecer completamente las relaciones diplomáticas con México y será recibido personalmente por el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
Se espera que el Ministro español sea recibido por el Presidente Andrés Manuel López Obrador y en algún momento de su apretada agenda, se encontrará con el flamante Embajador de México en el Reino de España, Ordaz Coppel.
Para el sinaloense, la posibilidad de saludar y conversar con el Canciller español en territorio mexicano es una oportunidad de oro para iniciar una relación que debe de ser de capital importancia para su trabajo, una vez que se encuentre en Madrid.
Albares es un madrileño con una larga trayectoria en la diplomacia, pero quizá la experiencia que lo hace comprender mejor a Latinoamérica fue su paso por Colombia, donde fue Cónsul de España.
Albares es famoso por su buen talante, así que debe de encontrarse de maravilla con Ordaz Coppel, que seguramente sacará su lado mazatleco para hacerse de amigos en la carrera diplomática que apenas comienza.
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