Ni con la bendición de Dios ni el exhorto del sacerdote de la Catedral de Mazatlán el Día del Policía, a comportarse correctamente ante la ciudadanía, los policías hicieron caso, más bien parece que les dio más valor para abusar de los mazatlecos.
    De nada, vuelva pronto

    Da cierta comedia la tranquilidad con la que el Presidente de México ha respondido, cada vez que le preguntan por la situación inventada por la Universidad Autónoma de Sinaloa, porque aunque no suele extenderse mucho en sus comentarios, siempre deja ver por dónde van las cosas, aunque luego muchos intenten darles otra lectura.

    Ayer no fue la excepción, porque incluso reporteros de otros estados notaron a ese “inmenso” grupo de uaseños plantados afuera de Palacio Nacional, y por supuesto preguntaron algo impactados por la concentración de universitarios.

    Y como si fuera la tía criticona en la cena de Navidad, aplicó la mítica de “no soy quién para juzgar, pero...”, y le dio (otra vez) unas palmadas en el hombro al Gobernador Rubén Rocha Moya en todo este conflict.

    Sí, el Presidente señaló no querer tomar algún bando, pero nuevamente dijo que será el Gobernador quien vea cómo salir de ese rollo, y demostró estar al tanto de qué es lo que ocurre dentro de la universidad.

    En pocas palabras, quizá, pero fue suficiente para que AMLO dejara claro que se trata de un grupo acusado de irregularidades, un bando que incluso se fue de campaña para apoyar a un partido político, el cual todos le conocemos nombre, apellido y sus perversos orígenes.

    Las palabras de López Obrador sobre el tema de la UAS no abundan, pero son certeras en cuanto a condenar la corrupción, y es precisamente por esa presunta corrupción que el grupo dominante es citado en los juzgados, y algunos de ellos perdieron sus puestos, pero con el descaro suficiente para seguir cobrando.

    Y sí, también defiende la autonomía de las universidades, cosa que absolutamente nadie ha cuestionado, solo que algunos se agarran de eso para llorar y llorar, y mover gente a la CDMX para hacer teatritos por las calles de la capital.

    Otro día hablaremos de cómo es que se financian todas esas movilizaciones, a cargo de quién corren esos gastos por gasolina, alimentos, lonas, mamparas, etcétera, gastos que luego son observados en las auditorías porque realmente no tienen razón de ser.

    Un tema pendiente
    de atender

    En Sinaloa los asesinatos imprudenciales por choques de tránsito ya representan un gran problema que no ha sido atendido adecuadamente.

    Resulta que desde hace varios años Sinaloa es el primer lugar en México en tasa de muertes en sitio por accidentes viales, y parece que no existen estrategias desde el Gobierno estatal ni los municipales para contener este problema.

    En Mapasin, una institución encaminada a investigar la movilidad principalmente en la ciudad de Culiacán, se lanzó un exhorto para que en el estado y los municipios atiendan la problemática del homicidio culposo con la misma intensidad que se atiende el homicidio doloso. Muy buena iniciativa y excelente esfuerzo por buscar una solución al tema.

    Es completamente entendible, más no justificable, que una autoridad rebasada por el homicidio doloso no quiera atender su responsabilidad para contener el homicidio culposo.

    Y es que en el estado los accidentes representan una de las cinco causas de muerte para hombres sinaloenses, lo cual es lamentable y preocupante.

    Además de la iluminación orientada a los peatones, los ayuntamientos deben trabajar por banquetas despejadas y utilizables, así como reforzar los cuerpos de tránsito para que sí tengan suficientes elementos para hacer valer las leyes de seguridad vial.

    Urge una
    depuración policiaca en Mazatlán

    Tras la serie de abusos policiacos contra civiles en Mazatlán, evidenciados en videos, y las declaraciones que viene haciendo el Alcalde Édgar González Zataráin sobre que hay policías mañosos, golpeadores, extorsionadores y con vicios muy arraigados, resulta que prefieren darles cursos de derechos humanos.

    Eso es meterle dinero a cosas malas, lo mañoso y abusivos de los policías ya que se lo van a quitar, mejor sería depurar la corporación policiaca de Mazatlán y despedirlos, además de integrar denuncias penales contra ellos.

    Y es que ni con la bendición de Dios ni el exhorto del sacerdote de la Catedral de Mazatlán el Día del Policía, a comportarse correctamente ante la ciudadanía, los policías hicieron caso, más bien parece que les dio más valor para abusar de los mazatlecos.

    Ojalá que mejor el Alcalde de Mazatlán realice pronto una depuración de malos elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, en lugar de querer quitarle lo mañoso a los mañosos.

    La corrupción viene desde comandantes

    Y siguiendo con el tema, el Alcalde de Mazatlán, Édgar González Zataráin, reconoció que hay personal policiaco que ha dicho que tras terminar su administración volverán a hacer lo que hacían antes, es decir que seguirán con los abusos contra la ciudadanía.

    Y recalcó que desde el pasado jueves que ordenó quitarse la capucha a los policías, hay agentes que se siente incómodos.

    Incluso expuso ante periodistas que tanto policías como sindicalizados (representantes al servicio del STASAM, así como comandantes de Seguridad Pública, son los que tienen vicios arraigados.

    Pues a unos meses de que termine su gestión como Alcalde, Édgar González tiene la oportunidad de pasar como alguien que hizo mucho porque Mazatlán personal del Ayuntamiento respetuoso.

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    Malecón es columna institucional de esta casa editorial.

    malecon@noroeste.com

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