Malecón es columna institucional de esta casa editorial.
malecon@noroeste.com
A ver, estaban en juego la respuesta del pueblo a la convocatoria del Presidente Andrés Manuel López Obrador; así como las líneas hacia el posible sucesor del Mandatario nacional.
Estaba también en juego que López Obrador, ya casi en la recta final de su administración, diera el mensaje de que la continuidad de su transformación debe prevalecer.
Estaba en juego el lujo que se da el Mandatario de ningunear cualquier movimiento ajeno a él.
Todo eso estaba en juego pero ¿qué ha quedado en los ecos de la manifestación del sábado? ¿Qué fue lo que trascendió y que ha movido la conversación? ¡una piñata!
O cuando menos uno de esos llamados “monigotes” con la imagen de la Ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña.
De acuerdo a videos vistos y compartidos convertidos en tendencia en redes, se ve como personas patean la figura hecha de cartón y después le prenden fuego, tal si fuera Carnaval, en medio del Zócalo, en un momento posterior al discurso del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ya un grupo de ciudadanos habían protestado para exigir la renuncia de Norma Piña Hernández como Ministra Presidenta de la SCJN, en apoyo al Mandatario nacional.
La “quema” despertó la condena de los ministros de la Corte y de políticos que calificaron incluso el acto como “acciones de odio”.
“No más acciones de odio. No más violencia de género. México nos demanda más”, exigieron ministras, ministros, consejeras, consejeros, magistradas, magistrados, juezas y jueces que conforman al Poder Judicial.
Por su parte, López Obrador, al modo, minimizando el acto, señaló que son expresiones minoritarias de su movimiento, aunque sí condenó el acto.
Como todo en él es protagonismo dijo que descalifica este tipo de actos porque “no hacen falta” al ser un movimiento pacífico y para no darle “motivos a los conservadores”.
Y según él, en la marcha del INE, también se quemó una figura de él y nadie se quejó.
Ni modo, la víctima siempre es él.
Lo peor es que estos episodios sacan a relucir los pensamientos genuinos de ciertos seguidores de AMLO: mensajes divisorios, enajenantes y llenos de un nacionalismo rancio y un populismo que ya ha puesto a pensar a más de uno. Todos consecuencia del discurso polarizador que es la especialidad de la casa y que ya muchos imitan a lo largo y ancho de este “moreno” país.
¿A estas alturas quién no conoce ya las historias de amigos que se han peleado, bloqueado o “autobloqueados” de la redes sociales porque ya perdieron el diálogo que mantenían en común? ¿Y qué decir de los pleitos familiares que rompen la poca o mucha ideología política que se tiene?
Acciones como esto de la Ministra, quizás hubieran estado de más como dice el Presidente, pero muestran los efectos de 5 años de polarización desde el púlpito presidencial.
El Gobernador Rubén Rocha Moya inició ayer su conferencia Semanera como si estuviera frente a la maestra de la escuela para que le detallara su largo fin de semana y se dejó ir con su crónica de cómo vivió su participación para apoyar la manifestación del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Rocha Moya habló de la importancia de que siga el movimiento o el plan político orquestado por su “jefe mayor”, y bueno ensalzó a los cientos de sinaloenses que según él eran los más ruidosos para apoyar, aquellos que más se posicionaron para alinearse a la Cuarta Transformación.
La conferencia Semanera, por más que muchos las consideran inútiles y a la que le sobra mucho mitote y le falta más carnita en rendición de cuentas, pues es el canal institucional de diálogo que él tiene para con su pueblo, o al menos así debería ser, ojalá no se convierta en un espacio de propaganda de cara al 2024. Para eso ya tenemos las mañaneras.
El ejercicio semanero se agradece y los medios y periodistas acudimos ahí a ejercer el oficio básico de preguntar sobre los temas que consideramos relevantes. Por eso sorprende que, tratándose de un ejercicio de transparencia, el Gober se nos enoje cada vez que se le cuestiona sobre un tema que no le gusta o no es de su “agenda”. Ayer de plano nos dijo “sensacionalistas” por preguntarle sobre datos específicos en el tema de la percepción sobre la corrupción policial.
Y luego se quejó que no decimos “lo que se hace”, difícil decirlo si cuando preguntamos se molestan y pues adivinos no somos.
Eso sí, que el Gobernador Rubén Rocha Moya llegó muy energetizado a su conferencia Semanera ya que hizo un anuncio que a muchos agradó: la reapertura del Puente El Quelite, sí ese que colapsó con el Huracán Nora.
El Mandatario autorizó la apertura del Puente de El Quelite, ubicado por la carretera Culiacán–Mazatlán, obra concluida recientemente y que en virtud de que agilizará el tránsito de los turistas en la próxima temporada vacacional se decidió abrir a la circulación antes de su formal inauguración por parte de las autoridades federales.
Como sabemos, se espera la visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador para la inauguración aunque esto no esté confirmado aún.
Y sí serán mitoteros los del sur que ni tardos ni perezosos echaron a andar toda una actividad que tenían muy reprimida, y muchos quisieron ser los primeros en reestrenar tan importante puente, además que ya se vieron los beneficios con los turistas o visitantes en la zona que llenaron los lugares.
Bueno, habrá que agradecerle al Equinoccio de Primavera que nos llenó de energía.