Bueno, pero no se enoje
Justo cuando pensábamos que el icónico Rector de la UAS, Jesús Madueña Molina, estaría de mejor humor por aquello de que su ex maestro de prepa, ahora Gobernador, le sacó de unos apuros legales, pues el señor se crispó por ser cuestionado sobre la “vaquita” que están armando de manera voluntaria en la Universidad.
Como ya lo sabe, la pandilla humorística número uno de Sinaloa quiere cerrar su teatro con un último acto absurdo, que es obligar a trabajadores universitarios a cooperar para que los ex integrantes del comité de adquisiciones puedan abonar 20 millones de pesos, y sigan con sus vidas como si nunca hubieran puesto en riesgo las finanzas de la institución.
Pues al parecer al Rector Madueña no le gusta que le critiquen que usa a la UAS para arreglar la vida de un grupo de aprovechados, a quienes arropan como si merecieran tal apoyo de la casa de estudios.
Habrá que mostrarle a Madueña alguno de los memes con los que se ha tratado a la Universidad en internet, burlándose de las marchas convocadas por ese mismo grupo de ex funcionarios, o riéndose de que nunca hay dinero para los aguinaldos y quincenas de diciembre, porque los fondos nomás no le alcanzan a la institución.
El lastre a la imagen pública de la UAS es sólo un ejemplo de todo el daño que le ha provocado esa cúpula con aires de grandeza a la casa de estudios.
Obviamente la narrativa que sostendrá la Universidad, por lo menos hasta que duren los últimos siervos del cuenato, es que los jubilados son quienes consumen la nómina y recurso universitario, como si ellos tuvieran los ingresos de los cientos de coordinadores con todas las letras del alfabeto que nadie sabe qué hacen.
Por supuesto que el discurso del Rector tampoco irá dirigido hacia cuestionar al Gobierno del Estado, ni inventarse persecuciones políticas como si fueran cuentos de hadas, porque sabe que si se rebela poquito otra vez tendrá en riesgo empeñar alguna de sus propiedades, esas que de repente empezó a comprar justo cuando llegó al cargo que ostenta.
Pues bueno, en tanto permanezca Madueña al frente de la UAS, seguirá ese respaldo injustificado hacia quienes nomás le hacen daño o simplemente denigran su grandeza.
También habrá que prestar atención a las próximas semanas, porque en una de esas sale a la luz las intenciones de reelección, y ya con el perdón del señor de Batequitas cualquier cosa puede ser posible.
Como sea, será mejor que en la UAS preparen las tortillas y se armen una buena carnita asada porque promete que la Universidad dará de qué hablar en estas semanas.
Más exigencias de justicia
Una docena de especialistas veterinarios salieron la mañana de ayer martes a las calles de Culiacán para exigir justicia por el asesinato de uno de sus colegas en el Estado de México.
La actividad fue parte de un movimiento y esfuerzo colectivo a nivel nacional, para expresar su indignación por el ataque a Héctor Hernández Cañas, presuntamente cometido por una pareja que le pidió atención para su mascota.
Los veterinarios se manifestaron sobre el Bulevar Pedro Infante, frente al Congreso del Estado.
Su mensaje busca que las personas tengan “un poquito más de conciencia” por el trabajo que realizan como veterinarios.
“Nosotros nunca nos levantamos temprano pensando en hacerle daño a una mascota, al contrario, siempre tratamos de hacer hasta lo imposible para tratar de ayudarles y que tengan una vida tranquila y sin dolor”, dijo uno de los médicos.
El homicidio ocurrió el 9 de febrero por heridas de arma blanca. Días antes, el propio especialista denunció en sus redes sociales haber sido víctima de amenazas de parte de una pareja que le pidió atención urgente para su mascota, una Yorkshire Terrier que murió mientras permanecía internada para la recuperación de una cirugía.
Otra más que dice adiós
Otra mala noticia para el sector restaurantero de Culiacán se vivió ayer por el cierre de la sucursal de la cadena de comida rápida Burger King ubicada en el sector Tres Ríos, en Culiacán, una de las más longevas en la ciudad.
El anuncio del cierre de puertas se supo desde la noche del lunes, cuando se colocó una manta en la que detallaba que las puertas se iban a cerrar, pero que habría servicio en la dentro de una plaza comercial vecina del lugar.
La mayoría de los cierres de negocios en Culiacán, en los últimos meses, han estado ligados a la crisis de seguridad que afecta a la ciudad y el centro del estado.
Es una lástima, tomando en cuenta que esta cadena se había consolidado en el estado, sobre todo en Culiacán, a pesar de la fuerte competencia por este giro.
Otros restaurantes emblemáticos que han anunciado sus cierres son Ihop, dedicada a la venta de desayunos de estilo americano; Rosa Matcha, un restaurante de comida saludable; y Mr. Leos, que tenía más de 40 años en el mercado.
Ataques en lugares muy concurridos
Preocupante que los ataques a balazos y persecuciones continúen en zonas concurridas de Culiacán y Mazatlán.
Los últimos dos ataques mortales en el puerto ocurrieron precisamente en zonas comercialmente muy transitadas.
La tarde del domingo una persona fue asesinada a balazos arriba de su camioneta y junto a su familia mientras compraban en un negocio de venta de café, ubicado en la Carretera Internacional al norte.
Esto ocurrió en una zona muy concurrida donde a unos metros de los hechos hay al menos tres tiendas comerciales, varias terminales de autobuses, gasolinera, plaza comercial, talleres, paletería y negocios de telefonía. Sin mencionar que está muy cerca de la entrada a un fraccionamiento privado.
Y el otro caso de ayer al mediodía, donde un agente de la Fiscalía General del Estado fue asesinado a balazos en el estacionamiento de una tienda comercial, ubicada por la zona que abarca El Conchi.
El agente acababa de salir de la tienda y junto con su familia llegaron a su camioneta en el estacionamiento del lugar. Ahí, de acuerdo a testigos, fue sorprendido por al menos dos tipos armados quienes les dispararon y mataron.
En esa zona hay un colegio privado, una tienda de conveniencia, una gasera, un negocio de venta de pollos, una gasolinera, tortillería, expendio de cerveza, puestos ambulantes y hasta casas de empeño.
Y sin contar que es el paso de mucha gente que va saliendo de sus trabajos, va por sus hijos a las escuelas o se dirige a realizar sus compras.
De hecho, la zona es de tan alta afluencia comercial que en el hecho de ayer había clientes que llegaban cuando aún estaba el cadáver tirado en el estacionamiento, y reaccionaban enojados porque la tienda no estaba abierta. Ojalá esto no sea un signo de la normalización de los hechos de alto impacto que nos tocan tan de cerca.
Malecón es columna institucional de esta casa editorial.
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