Malecón

MALECÓN
24/04/2025 01:00
    Es cierto, como dice el Secretario de Gobierno de Sinaloa, que se ha hecho mucha manipulación, sobre todo desde fuera del estado, sobre lo que sucede en Sinaloa en realidad, pero eso no quita que esa terca realidad siga siendo bastante inaceptable para los ciudadanos que llevamos casi 8 meses viviendo con miedo y zozobra.

    A ver qué hace ahora la ASE

    Entre la crisis de seguridad y la resolución opaca de los asuntos, a algunos se les fue de vista aquello de que la Auditoría Superior del Estado tiene pendiente revisar las cuentas públicas de la Universidad Autónoma de Sinaloa, que no es otra cosa que exponer cómo se ha ejercido el recurso público de la institución.

    Para refrescar la memoria, la pandilla que sigue creyendo dueña de la UAS, encabezada por el desbigotado Rector Jesús Madueña Molina, se aferró a que la ASE no fiscalizara el dinero que ejerce la casa de estudios, bajo el argumento que no es competente para ello.

    Por allá en marzo del 2023 un equipo de auditores de la ASE se presentó en el edificio de Rectoría para pedir información para llevar a cabo la revisión al ejercicio del subsidio estatal del 2022 de la UAS, pero les cerraron las puertas hasta con tablas de madera para que no pasaran.

    Recordarán que fungió como escudero el entonces abogado general de la UAS, Robespierre Lizárraga Otero, aquel que tuvo sus cinco minutos de estrellato y ahora ni quién se acuerde de él, algo así como el Atlas de Guadalajara después de su bicampeonato en 2022.

    Pues la ASE y las autoridades de la universidad comenzaron una serie de procesos legales para que un Juez federal determine si la autoridad estatal puede o no realizar esas auditorías, ya que la pandilla nomás no iba a soltar la información requerida. Y es hora que no se define.

    Ayer la Auditora Superior de Sinaloa, Emma Guadalupe Félix Rivera, dijo que mantienen cuatro procesos de fiscalización paralizados por estos amparos interpuestos de la UAS, y por más que programen y programen las revisiones de cuenta pública, no pueden seguir mientras no resuelva el Juez.

    Ya vimos que la Fiscalía Anticorrupción sirvió lo mismo que un taxi en la película de Cars para conseguir justicia por las compras sin licitar y a sobreprecio exhibidas y admitidas por el Rector Madueña, disque porque la universidad no puede adquirir bienes de otra manera.

    Ojalá que de parte de la ASE, que no sanciona pero sí revisa, pueda al menos revelarse qué ha hecho la cúpula del Partido Sinaloense, ahora afines al reelecto Rector, con el dinero de la institución en los últimos años, en los que pasaron más tiempo en salas de audiencias siendo acusados que en sus oficinas chambeando.

    Tampoco hace falta irnos muy lejos, pues la Auditoría Superior de la Federación, a la cual sí dejaron fiscalizar el subsidio de la UAS, en su día emitió observaciones millonarias a la casa rosalina por gastos como botanas o flores, que al parecer además de promover la educación también organizan fiestas infantiles, dicen que son buenos titiriteros.

    La percepción y la realidad

    Este miércoles en la conferencia de prensa de la Vocería de la Secretaría General de Gobierno, el titular de la misma Feliciano Castro Meléndrez, fue cuestionado por la percepción ciudadana en relación a la inseguridad registrada en Culiacán por el Inegi en la Encuesta Nacional de Seguridad.

    Al ser cuestionado en específico sobre por qué Culiacán figuraba como la segunda ciudad a nivel nacional con mayor percepción de inseguridad, Castro Meléndrez comenzó diciendo que este supuesto debe medirse entre dos variables, una son los hechos y la otra lo que percibe la ciudadanía. En este punto el funcionario tiene razón y no hay lugar a dudas.

    Pero la cosa se desvió cuando dijo que las autoridades ya se encargaban de su parte, y que lo que restaba era trabajar en brindar a la ciudadanía una información no manipulada, y refirió a un “periódico de circulación nacional” con el ejemplo de unas columnas de humo en un lugar que no era Culiacán y que en este mismo medio señalamos en su momento.

    Es cierto, como dice el Secretario de Gobierno de Sinaloa, que se ha hecho mucha manipulación, sobre todo desde fuera del estado, sobre lo que sucede en Sinaloa en realidad, pero eso no quita que esa terca realidad siga siendo bastante inaceptable para los ciudadanos que llevamos casi 8 meses viviendo con miedo y zozobra.

    Un ejemplo de esto fue salir a refrendar el “saldo blanco” del operativo de Semana Santa con la estrategia de dejar fuera de la estadística las zonas geográficas donde existieron muertes por accidentes viales de vacacionistas o ningunear las desapariciones en destinos turísticos como Altata y Mazatlán. Eso también es manipular pues.

    Y sí, el gobierno podrá estar intentando hacer lo suyo pero la evidencia muestra que la estrategia está estancada y a pesar de las detenciones, los aseguramientos y los decomisos, sigue habiendo sobradas razones para tener miedo y cuestionar la realidad percibida porque las violencias letales no paran.

    El mejor ejemplo fue el pasado martes donde entre asesinatos y fosas en Sinaloa hubo 19 muertes, lo que lo convierte en el día más violento desde que la guerra entre Los Guzmán y los Zambada comenzó.

    Es cierto que los medios de comunicación jugamos un papel crucial en el desarrollo de la crisis de seguridad, pero también es verdad que la ciudadanía se siente insegura al desconocer las estrategias aplicadas en el manejo de la crisis, al no conocerle ni la cara al Secretario de Seguridad de Sinaloa, Óscar Rentería Schazarino, y al no palpar justicia suficiente y expedita por los crímenes cometidos durante este período.

    No es normal, ni justo, que en una ciudad con una guerra no reconocida por el estado se localicen siete fosas clandestinas con un número de cuerpos, todavía no identificados, que puede subir de los 11 ya reportados.

    Entonces, sin dejar de coincidir en la necesidad que tiene la gente de información verificada en esta coyuntura terrible, también queremos dejar asentado que es notorio que nuestros funcionarios nos están quedando a deber bastante, no solo en los resultados concretos y duros para contener esa guerra que nos alcanza a diario a todos, sino también en la manera en que se comunica o se deja de comunicar desde el estado sobre lo que se hace y sucede.

    Por eso, ya que andamos poniéndonos puristas y rigurosos, vale recordar el clásico aquel de que ocupar un cargo para el qué no se está capacitado, también es corrupción.

    Aguas con los genios de los negocios

    El mitote qué involucra a nuestro ex presidente municipal de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, primero en haber sido besado en público por otro morro y también primero en haber sido captado tirándole el agua a los hielos, ambas ocasiones gracias a las redes sociales, todavía se extenderá más, de hecho hasta el mes de mayo.

    Y es que la Auditoría Superior del Estado entregará los resultados de la auditoría forense realizada al Gobierno de Culiacán, durante el mandato del ex alcalde de los baches, por la puntada a aquella de arrendar por sus destos y de manera irregular 40 camiones de basura en el 2020.

    Ayer, la titular de la ASE, Emma Guadalupe Félix Rivera, destacó que para esta investigación han citado a seis ex colaboradores del Ayuntamiento para tener más evidencias en torno a lo que aseguró podría ser la comisión de “una falta grave o delito”.

    “El jueves tenemos a otro citado ya de los que había comentado igualmente que se habían estado citado algunos ex funcionarios, el jueves ya estamos por concluir, en mayo ya entregamos el informe a la Comisión de Fiscalización”, explicó.

    En total son seis personas las que se citaron, y aunque no todas se han encontrado, sí a la mayoría.

    Hay que recordar que en 2022, la ASE denunció al ex Alcalde de Culiacán Jesús Estrada Ferreiro y los integrantes del Comité de Adquisiciones en su segunda administración, por la contratación de 40 camiones recolectores de basura a 117 millones de pesos en septiembre del 2020, y fueron acusados por la Fiscalía General del Estado por desempeño irregular de la función pública.

    Esta presunta irregularidad consiste en que el contrato se adjudicó directamente a la empresa Ketzer, esta cedió derechos del acuerdo a Grinleasing, pero no poseía los vehículos, así que se los rentaba a Casanova Vallejo.

    ¡Figúrese! Unos genios para hacer negocios, para escoger la mejor opción y sobre todo para hacerle ahorrar al Ayuntamiento.

    No por nada están más enredados qué un chinchorro, puro Pikachú.