Malecón

MALECÓN
13/03/2025 00:03
    La mayor diferencia entre Estrada Ferreiro y ‘El Químico’ Benítez, está en cómo han gestionado sus asuntos legales estos últimos meses, pues mientras el mazatleco ha hecho todo lo posible por quitárselos de encima por la vía rápida, el ángel caído del Ayuntamiento de Culiacán ha mantenido la postura que lo llevó a ser descobijado por Morena.

    Un ángel caído y otro resignado

    Vaya día de contrastes protagonizaron ayer dos nombres que generan nostalgia en la política sinaloense, quién sabe si para bien o para mal, como lo son los ex alcaldes de Culiacán y Mazatlán, Jesús Estrada Ferreiro y Luis Guillermo Benítez Torres.

    De no ser porque físicamente se parecen lo mismo que una papa a una piedra, algún que otro despistado podría pensar que son la misma persona, ya que sus trayectorias en el servicio público, y lo que las rodea, se parecen mucho.

    En su momento hasta hicimos aquella reflexión sobre que si nos dieran una moneda por cada vez que un ex Alcalde morenista es sometido a procesos penales por presunta corrupción y luego participa en una elección con el PT, tendríamos dos monedas en Sinaloa, lo que no es mucho, pero es curioso que pasara dos veces.

    La mayor diferencia entre Estrada Ferreiro y “El Químico” Benítez, está en cómo han gestionado sus asuntos legales estos últimos meses, pues mientras el mazatleco ha hecho todo lo posible por quitárselos de encima por la vía rápida, el ángel caído del Ayuntamiento de Culiacán ha mantenido la postura que lo llevó a ser descobijado por Morena.

    Esto ni siquiera es decir que uno esté mejor que el otro, porque finalmente ninguno ha sido declarado culpable, pero por lo visto en el intento de audiencia intermedia de ayer, al proceso del ex Presidente Municipal de Culiacán todavía le queda cuerda.

    Por su parte, “El Químico” al menos está más cerca de deshacerse de la acusación por la compra de carros que rifó en un festejo del Día de las Madres, pues alcanzó un acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción para pagar, junto con el ex Tesorero Jesús Javier Alarcón Lizárraga, los casi 600 mil pesos que ejerció indebidamente el Gobierno de Mazatlán en su mandato.

    Claro, a él todavía le queda pendiente el problema más grande, que es la compra de luminarias a Azteca Lighting en un contrato por 400 millones de pesos.

    Recordar que sobre este caso ya hubo dos ex colaboradores que arreglaron con la Fiscalía para que les libraran del proceso a cambio de declarar.

    Y ya que estamos rebobinando, pues siempre sacará algunas risas el hecho de que “El Químico” ofreció como acuerdo reparatorio de este caso permanecer seis meses residiendo en Mazatlán bajo vigilancia de las autoridades, y hacer como que le habla la Virgen de esos 400 millones de pesos.

    Criminales y renuentes

    Resulta que los delincuentes que tenían instaladas cámaras de seguridad irregulares para vigilarnos en Culiacán, Navolato y Mazatlán, las están volviendo a instalar a pesar del operativo del Ejército Mexicano de recogerlas.

    Muy audaz de su parte, o muy confiados los criminales, que saben que no irán tras ellos, pues en Sinaloa las autoridades no ven a los responsables cometer ilícitos o se hacen los ciegos.

    Increíble que en la cara de la autoridad estos malhechores salen a seguir delinquiendo, y no hay rastro de ellos para ponerlos ante la ley, o al menos es lo que ha admitido la Secretaría de Seguridad Pública.

    En el estado han sido retiradas más de 900 cámaras clandestinas, y quién sabe cuántas más estén instaladas por ahí, pues el operativo nada más ha abarcado a los tres municipios que concentran más la violencia.

    Por cierto, se le cuestionó a la Vocera de la SSPE, Verona Hernández Valenzuela, que si cuántas cámaras habían sido reinstaladas por los criminales y no tuvo el dato, ¡qué novedad!

    Su única chamba como titular de Comunicación Social de la SSPE y Vocera de la corporación es estar enterada, y ni eso.

    La tranquilidad que levanta la ceja

    Buenas noticias hemos recibido de algunos vecinos de la sindicatura de Costa Rica y de sus inmediaciones, pues aseguran que la cosa va cambiando para bien y que los enfrentamientos entre los grupos antagónicos van reduciéndose y que ya no ha pasado que la violencia provoca balaceras de horas sin intervención de las autoridades.

    Y la verdad es que nos llama mucho la atención que los comentarios, que pues hay que guardarlos como mucha cautela, coincidan con la súbita valentía del Presidente Municipal de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil, que había brillado por su ausencia en todo lo que tenía qué ver con la crisis.

    Por eso es que, después de seis meses, ya se animó a acudir a la comunidad tica, que vivió verdaderos momentos de terror en los últimos meses.

    La mala suerte del territorio de Costa Rica es que colinda o forma parte de territorios que mantenían y compartían miembros de grupos del crimen organizado y que tras la ruptura pues la pelea por su dominio fue muy intensa.

    A nadie se le olvida aquel desfile de camionetas de lujo y con blindajes que quedaron en la entrada del parque industrial de Costa Rica.

    En el pueblo, dicen, todavía se acostumbra meterse temprano y evitan andar circulando por la noche para no toparse con estos grupos o ser molestados por la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano.

    Quizás es que, como dijimos aquí mismo el miércoles, Gámez Mendívil tenía información que nosotros no, y por eso se dejó venir a Costa Rica con toda su runfla.

    En la lista también sobresalieron varios de los regidores y regidoras aprontadas que ahora sí, como era cosa muy de mitote, pues jalaron y se andaban tome y tome fotos.

    Aunque insistimos que la calma que aseguran nuestros vecinos se debe tomar con todos sus asegunes, no se nos quita de la mente que el tema debe ser tratado con toda la seriedad posible.