MALECÓN
03/01/2025 04:00
    La mayoría de las detenciones se dieron por robos a comercios, 89, y 11 por violencia familiar, que sin duda son dos de los delitos que más lastiman a la gente en las colonias populares y sindicaturas, aún y cuando no pasemos por crisis de seguridad como la actual.
    Las máquinas de
    chambear, les dicen

    Como cada inicio de año, las dependencias e instancias de Gobierno suelen compartir los resultados de sus trabajos, y no fue la excepción de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Culiacán.

    Entre los resultados que presumió la dependencia destacan 187 detenciones por delitos, así como 2 mil 400 personas detenidas por faltas al Bando de Policía, además de 500 vehículos con reporte de robo recuperados.

    Por supuesto se reconoce que las autoridades hagan su chamba, que es muy valiosa y estamos convencidos de que vale la pena apostar por ellas, pero para eso deben nutrir la confianza del ciudadano con acciones.

    La mayoría de las detenciones se dieron por robos a comercios, 89, y 11 por violencia familiar, que sin duda son dos de los delitos que más lastiman a la gente en las colonias populares y sindicaturas, aún y cuando no pasemos por crisis de seguridad como la actual.

    Ahora bien, precisamente por tratarse de crímenes de altísima incidencia, que desgraciadamente suelen reportarse centenares por mes, el número de aprehensiones ya no luce tan alentador, considerando que son cifras de todo un año.

    Por el tema de los vehículos recuperados, está el eterno asterisco de qué es lo que las autoridades llaman una “recuperación”.

    Gran parte de estos autos son encontrados abandonados, en recorridos de rutina, por no decir que los hallan de mera casualidad.

    Y sobre todo, casi nunca terminamos enterándonos de personas detenidas por cometer estos atracos, ni por flagrancia ni por denuncias.

    Reiteramos que debe apostarse por fortalecer a las corporaciones, comenzando por las locales que finalmente están más cercanas a la gente en el día a día, pero la ciudadanía necesita y espera sentirse segura y protegida cuando vean a un agente municipal.

    Y a todo esto, hay que retomar un pequeño detalle que consistió en un mes de inoperancia de la Policía Municipal, solamente porque hubo broncas con las licencias para el uso de armas, y con los exámenes de control y confianza. Quiera que no, eso tampoco ayuda mucho.

    Que no son iguales

    Oficialmente el Secretario de Seguridad Pública en Sinaloa, Óscar Rentería Schazarino, eligió qué tipo de funcionario público quiere ser y se decidió por el arquetipo del funcionario opaco bajo la justificación que está chambeando tanto que no tiene tiempo de informar a la ciudadanía sobre su toma de decisiones.

    Ayer, el Secretario General de Gobierno, Feliciano Castro Meléndrez, ya hizo oficial que el Secretario de Seguridad no se presentará ante la ciudadanía para informar sobre la crisis de seguridad, como se ha establecido que se haría de manera diaria en un ejercicio de transparencia. Ante la ausencia del Secretario de Seguridad, se contrató a una persona para ser la vocera del Gobierno de Sinaloa en materia de seguridad, es decir, un cheque más a un funcionario estatal dentro del gobierno morenista que ha criticado abiertamente la duplicidad de funciones y gastos innecesarios.

    Ya hace unos días cuestionamos en este espacio la ausencia del Secretario de Seguridad, quién asumió el cargo por dedazo federal desde el 21 de diciembre. De acuerdo con Castro Meléndrez, el funcionario está muy ocupado combatiendo el crimen, pero es que la verdad no se nota, pues no hay constancia de las labores que se encuentra realizando.

    Lo más preocupante del caso es que cuando inició la crisis de seguridad en el estado no sólo dejó en evidencia el carente sistema de prevención, seguridad y justicia que tiene Sinaloa, también reveló lo incompetente que es el estado en materia de manejo de crisis con unos equipos de atención a medios de comunicación y transparencia totalmente inexpertos. Esto lo vimos en las áreas de seguridad, educación, Fiscalía General del Estado.

    Ante la falta de capacidad del Gobierno de Sinaloa para comunicar se optó por enviar reportes de seguridad diarios, uno en la mañana y el otro en la tarde, con los hechos de seguridad más relevantes, pero se les cansó la mano a los funcionarios estatales encargados de estos reportes y simplemente se dejaron de enviar bajo el pretexto de que todos los días estaría dando la cara el Secretario de Seguridad en el Estado, y así se hizo hasta que corrieron al General Gerardo Mérida Sánchez y llegó Rentería Schazarino.

    Sin un reporte de hechos y sin un Secretario de Seguridad que dé la cara, la situación de violencia que atraviesa Sinaloa será imposible de registrar y difícilmente se dará cuenta de su verdadera magnitud.

    Aún en tierras
    sinaloenses

    El que creíamos que andaba más lejos de Sinaloa que los leñazos que da Sebastián Elizalde cuando las saca del estadio... pero de los Tomateros, luego hablamos.

    El caso es que Gerardo Mérida Sánchez se está dando la vida como si fuera un gringo jubilado en Mazatlán, pero sigue tranquilamente en Culiacán, como si la seguridad estuviera para eso.

    Desayunando en un conocido restaurante en la zona de Tres Ríos, una de nuestras periodistas se topó con el General, quien no aceptó ser entrevistado porque “ya es un civil cualquiera”, pero muy amable y caballerosamente aceptó charlar con la periodista.

    Comentó que tiene proyectos en Culiacán y otros a donde se irá: Michoacán, de donde es originario.

    Y se preguntará qué sigue haciendo Mérida en Culiacán, lo mismo le preguntó la reportera y la respuesta fue: “por las mujeres... con todo el respeto que me merece”.

    A ver cuándo sabemos cuál es el proyecto que lo amarra a Sinaloa, pero por esa respuesta, a lo mejor se carga un tema del corazón, y no precisamente una cardiopatía.

    Las máquinas de
    chambear, les dicen

    Como cada inicio de año, las dependencias e instancias de Gobierno suelen compartir los resultados de sus trabajos, y no fue la excepción de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Culiacán.

    Entre los resultados que presumió la dependencia destacan 187 detenciones por delitos, así como 2 mil 400 personas detenidas por faltas al Bando de Policía, además de 500 vehículos con reporte de robo recuperados.

    Por supuesto se reconoce que las autoridades hagan su chamba, que es muy valiosa y estamos convencidos de que vale la pena apostar por ellas, pero para eso deben nutrir la confianza del ciudadano con acciones.

    La mayoría de las detenciones se dieron por robos a comercios, 89, y 11 por violencia familiar, que sin duda son dos de los delitos que más lastiman a la gente en las colonias populares y sindicaturas, aún y cuando no pasemos por crisis de seguridad como la actual.

    Ahora bien, precisamente por tratarse de crímenes de altísima incidencia, que desgraciadamente suelen reportarse centenares por mes, el número de aprehensiones ya no luce tan alentador, considerando que son cifras de todo un año.

    Por el tema de los vehículos recuperados, está el eterno asterisco de qué es lo que las autoridades llaman una “recuperación”.

    Gran parte de estos autos son encontrados abandonados, en recorridos de rutina, por no decir que los hallan de mera casualidad.

    Y sobre todo, casi nunca terminamos enterándonos de personas detenidas por cometer estos atracos, ni por flagrancia ni por denuncias.

    Reiteramos que debe apostarse por fortalecer a las corporaciones, comenzando por las locales que finalmente están más cercanas a la gente en el día a día, pero la ciudadanía necesita y espera sentirse segura y protegida cuando vean a un agente municipal.

    Y a todo esto, hay que retomar un pequeño detalle que consistió en un mes de inoperancia de la Policía Municipal, solamente porque hubo broncas con las licencias para el uso de armas, y con los exámenes de control y confianza. Quiera que no, eso tampoco ayuda mucho.

    Que no son iguales

    Oficialmente el Secretario de Seguridad Pública en Sinaloa, Óscar Rentería Schazarino, eligió qué tipo de funcionario público quiere ser y se decidió por el arquetipo del funcionario opaco bajo la justificación que está chambeando tanto que no tiene tiempo de informar a la ciudadanía sobre su toma de decisiones.

    Ayer, el Secretario General de Gobierno, Feliciano Castro Meléndrez, ya hizo oficial que el Secretario de Seguridad no se presentará ante la ciudadanía para informar sobre la crisis de seguridad, como se ha establecido que se haría de manera diaria en un ejercicio de transparencia. Ante la ausencia del Secretario de Seguridad, se contrató a una persona para ser la vocera del Gobierno de Sinaloa en materia de seguridad, es decir, un cheque más a un funcionario estatal dentro del gobierno morenista que ha criticado abiertamente la duplicidad de funciones y gastos innecesarios.

    Ya hace unos días cuestionamos en este espacio la ausencia del Secretario de Seguridad, quién asumió el cargo por dedazo federal desde el 21 de diciembre. De acuerdo con Castro Meléndrez, el funcionario está muy ocupado combatiendo el crimen, pero es que la verdad no se nota, pues no hay constancia de las labores que se encuentra realizando.

    Lo más preocupante del caso es que cuando inició la crisis de seguridad en el estado no sólo dejó en evidencia el carente sistema de prevención, seguridad y justicia que tiene Sinaloa, también reveló lo incompetente que es el estado en materia de manejo de crisis con unos equipos de atención a medios de comunicación y transparencia totalmente inexpertos. Esto lo vimos en las áreas de seguridad, educación, Fiscalía General del Estado.

    Ante la falta de capacidad del Gobierno de Sinaloa para comunicar se optó por enviar reportes de seguridad diarios, uno en la mañana y el otro en la tarde, con los hechos de seguridad más relevantes, pero se les cansó la mano a los funcionarios estatales encargados de estos reportes y simplemente se dejaron de enviar bajo el pretexto de que todos los días estaría dando la cara el Secretario de Seguridad en el Estado, y así se hizo hasta que corrieron al General Gerardo Mérida Sánchez y llegó Rentería Schazarino.

    Sin un reporte de hechos y sin un Secretario de Seguridad que dé la cara, la situación de violencia que atraviesa Sinaloa será imposible de registrar y difícilmente se dará cuenta de su verdadera magnitud.

    Aún en tierras
    sinaloenses

    El que creíamos que andaba más lejos de Sinaloa que los leñazos que da Sebastián Elizalde cuando las saca del estadio... pero de los Tomateros, luego hablamos.

    El caso es que Gerardo Mérida Sánchez se está dando la vida como si fuera un gringo jubilado en Mazatlán, pero sigue tranquilamente en Culiacán, como si la seguridad estuviera para eso.

    Desayunando en un conocido restaurante en la zona de Tres Ríos, una de nuestras periodistas se topó con el General, quien no aceptó ser entrevistado porque “ya es un civil cualquiera”, pero muy amable y caballerosamente aceptó charlar con la periodista.

    Comentó que tiene proyectos en Culiacán y otros a donde se irá: Michoacán, de donde es originario.

    Y se preguntará qué sigue haciendo Mérida en Culiacán, lo mismo le preguntó la reportera y la respuesta fue: “por las mujeres... con todo el respeto que me merece”.

    A ver cuándo sabemos cuál es el proyecto que lo amarra a Sinaloa, pero por esa respuesta, a lo mejor se carga un tema del corazón, y no precisamente una cardiopatía.