Ayer, el Presidente Andrés Manuel López Obrador negó que la agresión contra el periodista Ciro Gómez Leyva haya sido ordenada por su administración.
El Presidente mandó decir a las autoridades que no descarten ninguna hipótesis, sólo la de que la agresión haya sido ordenada desde su gobierno, ya que dijo que el suyo no es un gobierno represor. Y nos regala una de sus joyitas.
“Nosotros no silenciamos a nadie, somos respetuosos de los derechos humanos y el principal derecho humano es el derecho a la vida”.
¿Era necesaria esta perorata? Para la lógica del Mandatario nacional sí. La paranoia del Presidente está a la vista.
El atentado, dijo, pudo haber sido perpetrado por grupos contrarios a su ‘Cuarta Transformación’ para afectarlo a él.
Y la cosa no paró ahí, que arremete de nuevo contra periodistas como Ciro Gómez Leyva, Denise Maerker, Joaquín López Dóriga, Jorge Ramos y Carlos Loret de Mola a quien llamó “voceros del conservadurismo por proteger intereses de élite y contribuir al fraude electoral del 2006”.
E incluso cuestionó los sueldos de los comunicadores, diciendo que ni que fueran unas “lumbreras”, o muy “inteligentes”.
En su excesivo cinismo, López Obrador se pone como una película de terror mala, o te da risa o de verdad de repente te da escalofríos. Lo cierto es que no concibe un país donde la víctima no sea él.
Pese a las bajas temperaturas que se están registrando en la capital del estado, son decenas de jóvenes estudiantes de bachillerato los que están acampando a las afueras del módulo de atención de becas Benito Juárez.
Desde la tarde del domingo decenas personas se han dado cita en el módulo de atención durmiendo sobre la banqueta, pues dicen hay fallas en el sistema y les ha resultado imposible obtener una cita en la página de internet para registrarse y entregar documentos para ser acreedores a la beca Benito Juárez.
Al respecto el delegado estatal de programas del Bienestar, Omar Campos lo único que dijo a las familias fue “que tengan paciencia”, qué hay espacio para que todos los jóvenes se registren y entreguen documento.
Y si mejor se busca abrir un módulo adicional para atender a los jóvenes, comprometerse a resolver el problema de la página de internet o proponer una solución que dé certeza a los miles de jóvenes que hoy están en incertidumbre por no saber si van a lograr registrarse y obtener el apoyo económico.
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Al Gobernador Rubén Rocha Moya ya le dio en cara y comenzó a preocuparse sobre los filtros para elegir a empresas constructoras para la obra pública, después de que colapsara la obra millonaria del puente El Quelite.
De acuerdo con los comentarios vertidos durante la conferencia semanera por el Gobernador, el camino para que las empresas constructoras se lleven contratos de obra pública está facilito, por lo que es necesario endurecer los filtros y requisitos.
“Una observación, no responsabilizo a nadie, pero hay que revisar eso”, dijo el Mandatario estatal en su conferencia de prensa semanal.
A principios de diciembre el puente, que apenas se construye, con dirección a El Quelite colapsó y se cayó en una de sus secciones. La Secretaria de Obras Públicas señaló que el incidente fue por un error humano.
Pues ahora el Mandatario se cuestiona la calidad de empresas que se están llevando las licitaciones, poniendo en evidencia la posible responsabilidad del estado en estos otorgamientos de contratos.
Ojalá el Gobernador se hubiera cuestionado esto hace más de un año, cuando comenzó su gestión, y no ahorita que quién sabe qué pueda surgir con las empresas señaladas y que se llevaron más obras.
Si el nuevo Alcalde de Mazatlán, Édgar Augusto González Zataráin, pensaba que podía andar tirando responsabilidades a diestra y siniestra sin que nadie le contestara nada, pues está muy equivocado.
Y fue precisamente un Diputado de Morena, Juan Carlos Patrón Rosales, quien cuestionó dónde estaba el antes Secretario del Ayuntamiento y hoy Alcalde de Mazatlán cuando Luis Guillermo, “El Químico” Benítez, despilfarraba los recursos del erario.
Hoy, dijo el Legislador, salen todos los días con anomalías de la gestión del ahora Secretario de Turismo, pero en ese entonces nadie alzaba la voz, nadie decía nada, porque ya entonces González Zataráin, ya ocupaba el cargo de Secretario, ¿no lo enteraban de nada?.
Ah, pero Patrón Rosales aclara después de la embarrada que le pone al Alcalde, que él lo apoya... ha bueno, menos mal. Nomas hay que recordar lector que el diputado Patrón fue uno de los aspirantes fallidos a sustituir al Químico, de modo que inocentes sus comentarios no son. Vaya con el “fuego amigo” de los morenistas.
Pues no sabemos si la defensa del Alcalde fue buena, tibia o realmente pésima, porque le contestó al Legislador que el como Secretario del Ayuntamiento no tenía la función de revisar las finanzas, que a él le ocupaban los temas jurídicos y no los dineros
Y pues hizo lo suyo: lanzar una acusación.
Dijo que habrá que preguntarle al legislador morenista por qué él decía que no tenía gente trabajando en el Ayuntamiento y sí tenía mucha gente trabajando.
Las críticas al Alcalde de Mazatlán ya llegaron y ni modo, como dice el manual de los políticos de antaño, “en política nadie se sube a la cama y se baja virgen”.