“El Partido Sinaloense no tiene candidatos por las alcaldías de Culiacán y Mazatlán por lo que tendrán que aplaudirle desde gayola a los candidatos Jesús Estrada Ferreiro y Luis Guillermo, ‘El Químico’, Benítez”.
    El costo de un error

    Si no cambia la cosa, porque en casos de tribunales electorales siempre hay una revisión, el “detallito” que le ha dolido tanto a Morena y al PAS terminará costando a las arcas del Gobierno del Estado.

    Nos referimos a la decisión de la Sala Regional de Guadalajara, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, donde se frenaron las candidaturas comunes de esos partidos en seis diputaciones locales y en las alcaldías de Mazatlán y Culiacán.

    Así como lo lee, si a esos partidos les duele porque las elecciones ya están a la vuelta de la esquina, el costo será para el erario estatal, porque por ese error en la presentación de candidaturas comunes se tendrán que reimprimir casi dos millones de boletas electorales, con un costo de casi 4 millones de pesos.

    Ayer, Karla Gabriela Peraza Zazueta, Consejera Presidenta del Instituto Electoral del Estado de Sinaloa, detalló cómo serían las boletas nuevas donde se indica que sólo se votará por los candidatos registrados por los partidos originales.

    El Partido Sinaloense no tiene candidatos por las alcaldías de Culiacán y Mazatlán por lo que tendrán que aplaudirle desde gayola a los candidatos Jesús Estrada Ferreiro y Luis Guillermo, “El Químico”, Benítez.

    Claro que hay una revisión en curso por lo que si se revierte el fallo, lo cual se antoja muy difícil, se podrán usar las boletas que ya están en poder del IEES.

    Mal y de malas

    De veras que a Manuel Guillermo Chapman Moreno no le fue nada bien en esta elección. Primero no fue beneficiado con la candidatura para una reelección como Alcalde de Ahome y ayer le propinaron una estocada mortal para su carrera política

    El Consejo General del INE aprobó cancelar las candidaturas a diputaciones federales de Chapman y Ana Elizabeth Ayala Leyva, por sus antecedentes de ejercer violencia política en razón de género.

    Chapman había sido registrado por Morena como candidato a Diputado federal por representación proporcional y Ayala Leyva por mayoría relativa en el Distrito 02.

    Ayer, el INE en una revisión de los supuestos del formato 3 de 3 contra la violencia, los casos de violencia política contra las mujeres en razón de género, las quejas o denuncias presentadas, donde se estableció Chapman Moreno y Ayala Leyva omitieron en su declaración 3 de 3 que tenían sentencia firme por violencia política de género.

    Hay que recordar que ambos, cuando se desempeñaban como Alcalde de Ahome y Tesorera Municipal, recibieron sentencia de parte del Tribunal Electoral del Estado de Sinaloa por violencia política en razón de género en la vertiente obstrucción del cargo y acoso laboral en contra de Angelina Valenzuela Benites, entonces Síndica Procuradora del Ayuntamiento.

    Ni hablar, hay será para la otra Chapman, si es que la hay.

    El trato humano se relaja

    La vacunación de las personas de 50 o más años ha fluído en Sinaloa esta semana, un poco más rápido que con el primer grupo de la población vacunada, pero en diferentes condiciones, lo que ha sido una constante queja entre las y los beneficiarios.

    Si bien, no han sido procesos atropellados y quienes asisten han podido conseguir ser inmunizados, pero les ha costado horas de fila en ciertas sedes de vacunación.

    Contrario con lo que sucedió con las personas mayores de 60 años, cuando Servidores de la Nación, la Marina y el voluntariado les ofrecieron agua, acompañamiento físico y sombra al realizar las filas, la atención fue especial, pero también iba iniciando la campaña en Sinaloa.

    No sabemos si algunas personas encargadas de implementar el plan de vacunación están ya cansadas, pero el trato humano con el que se inició, denuncian, se ha desvanecido, a ver qué les toca a los adolescentes, niños y niñas que son los últimos de la cadena, para empezar no se sabe cuándo, pero seguro llegará su momento. Al paso que van a ver si no los traen a puras maltratadas.

    Unidos por una refinería

    La vida siempre nos regala momentos irónicos.

    Resulta que la famosa refinería que compró el Gobierno federal en Houston, Texas, ya pertenecía, en parte, a México.

    En esta ocasión, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador compró solo el 50 por ciento de la refinería, porque el otro 50 por ciento ya lo había comprado el Gobierno mexicano en 1993.

    Lo interesante del caso es que la compra de la primera mitad de la refinería la hizo el Presidente mexicano de ese momento, Carlos Salinas de Gortari.

    Hoy, 28 años después, López Obrador, el enemigo número uno de Salinas de Gortari, cerró el círculo y terminó comprando la otra mitad.

    Cielos oscuros

    El mundo de la aviación en México discute por lo bajito la verdadera razón por la que Estados Unidos rebajó la calificación de la aviación civil mexicana: por puro negocio.

    Es cierto que el aparato de la aviación civil mexicana tiene muchas deficiencias, ha operado así desde que nació y seguirá operando así no sabemos hasta cuándo, pero de eso a que esa sea la razón para “paralizar” a la aviación comercial mexicana hay mucho trecho.

    Según los que saben, la verdadera razón del bloqueo a la aviación mexicana desde Estados Unidos obedece a los intereses de nuestros primos del norte.

    Con varias de sus aerolíneas en quiebra técnica y con el fin de la pandemia en puerta, lo que están haciendo los “güeros” es abrirle el camino a la recuperación de sus aerolíneas y no quieren ninguna competencia cerca, así decidieron ponerle un estate quieto a las aerolíneas mexicanas.

    Y no es que nuestras aerolíneas puedan poner a temblar a las aerolíneas gringas, pero competimos con la única ventaja posible, siempre seremos más baratos, y nadie nos quiere abriendo nuevas rutas o recuperando las viejas, el pastel se lo repartirán ellos, y una vez que se sientan fuertes volverán a abrir sus cielos a sus socios mexicanos.

    Nada nuevo bajo el cielo del T-MEC, el tratado del supuesto libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá.