‘El Químico’ le ha ganado dos rounds a Cuén Ojeda, los dos realizados en su territorio, pero el líder del PAS guarda un as bajo la manga, tiene su propio partido, y cuando llegue el siguiente proceso electoral estará preparado para el asalto final, para cobrar todas las humillaciones recibidas. Y cuentan que es muy rencoroso.
    El Carnaval político

    El Carnaval de Mazatlán se ha convertido en un escenario político sin precedentes. Es cierto, existe una frase que forma parte del universo carnavalero que reza: “No hay Carnaval sin polémica”, pero estas polémicas generalmente estaban limitadas al entorno de la fiesta y solo indirectamente impactaban a los gobiernos en turno.

    Los alcaldes mazatlecos, responsables de ordenar la organización de la fiesta, se limitaban a garantizar que todo saliera bien, pero su mano terminaba ahí, acompañando al Gobernador y a su esposa a coronar a la Reina, y a decidir si se cobraba o no en la zona de Olas Altas.

    Hoy las cosas han cambiado, con la pandemia encima y el fin de la lluvia de obras públicas de la administración de Quirino Ordaz Coppel, el Alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo “El Químico” Benítez le apostó todo su capital político a la organización de la fiesta, ante un panorama sombrío y la oposición de funcionarios tan poderosos como el Secretario de Salud, Héctor Melesio Cuén Ojeda.

    El enfrentamiento era natural, hasta cierto punto, un Alcalde mazatleco siempre va a querer organizar el Carnaval, es la fiesta de los mazatlecos, su “coliseo romano”, y garantiza un pueblo agradecido y contento con el Alcalde que le garantice su fiesta anual.

    Además estaban los empresarios, siempre listos para recibir la llegada de miles de personas a gastar sus ahorros en la fiesta.

    Del otro lado, el Secretario de Salud defendía su trinchera, no quería a miles de personas reunidas en un estadio o en tramos de algunas calles donde la trasmisión del virus del Covid-19 era un potencial peligro.

    La disputa

    La disputa entre el Alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo “El Químico” Benítez, y el Secretario de Salud, Héctor Melesio Cuén Ojeda, no es nueva, los dos personajes de la política sinaloense se han enfrentado en más de una ocasión y el Carnaval de Mazatlán es solo un “round” más donde los veremos enfrentarse.

    Lo más curioso del asunto es que en la pasada elección electoral, la política los unió, “El Químico” tenía el poder para ganar la reelección, pero no tenía partido, y Cuén Ojeda no tenía posibilidades de ganar Mazatlán, pero tenía partido, el Partido Sinaloense.

    Cuén Ojeda puso el partido y “El Químico” su poder, y juntos llegaron al poder en Mazatlán, pero una vez en la silla del poder, “El Químico” olvidó el favor y se negó a compartir el poder con el PAS, ganándose la enemistad de Cuén Ojeda para siempre, o por lo menos hasta que se vuelvan a necesitar.

    El primer asalto en la lucha por decidir si se hacía o no el Carnaval de Mazatlán lo ganó Cuén Ojeda, debido a la gran cantidad de contagios de Covid que había en Sinaloa, pero “El Químico” le apostó al tiempo, mantuvo la organización de la fiesta en silencio y alargó el tiempo lo más que pudo para que no se tomara una decisión hasta que se acercara la fecha de la fiesta.

    Y la jugada le salió, apenas unas semanas antes de la fecha para el Carnaval, el número de contagios cedió, las cifras de fallecimientos bajaron y el semáforo epidemiológico no llegó al color naranja.

    Cuén Ojeda perdió otro round frente a “El Químico”, quien coronó su triunfo con una última humillación en contra del Secretario de Salud: no se presentó a la inauguración del operativo sanitario para el Carnaval, encabezado por Cuén Ojeda.

    Lo dejó solo, mientras Cuén Ojeda lanzaba furibundas advertencias por la posibilidad de que el virus del Covid se despliegue durante la gran fiesta de los mazatlecos.

    “El Químico” le ha ganado dos rounds a Cuén Ojeda, los dos realizados en su territorio, pero el líder del PAS guarda un as bajo la manga, tiene su propio partido, y cuando llegue el siguiente proceso electoral estará preparado para el asalto final, para cobrar todas las humillaciones recibidas. Y cuentan que es muy rencoroso.

    La fiesta de ‘El Químico’

    El Alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo “El Químico” Benítez ha hecho del Carnaval de Mazatlán su gran fiesta, su gran obra y quizá el único proyecto relevante del 2022 en su cargo.

    El Mandatario mazatleco ha evaluado bien que no tenía muchas opciones, el fin de la administración estatal de Quirino Ordaz Coppel y la llegada de Rubén Rocha Moya, alejó el foco de Mazatlán, el dinero público dejó de fluir hacia el puerto y no regresará en mucho tiempo.

    El cambio de los gobernadores hacia Mazatlán es tan notorio hasta en los detalles, Rocha Moya ni siquiera invirtió tiempo en asistir a coronar a la Reina del Carnaval, en su lugar envió a su hija.

    Eso sí, tenía el pretexto perfecto, el Presidente Andrés Manuel López Obrador se encontraba en Mazatlán y él era el principal anfitrión, sin embargo, a todos nos queda claro que lo último que le interesa es coronar a una reina.

    Y si el Gobernador no asume su rol de monarca verdadero de un Carnaval, como lo hacía Ordaz Coppel, le deja el espacio al Alcalde mazatleco, que se despacha con la cuchara grande, rodeado de sus amigos y aliados del momento en la zona vip de las coronaciones, mientras nada en botellas de tequila y whisky de las mejores marcas.

    La visita de AMLO

    El Presidente Andrés Manuel López Obrador visitó Sinaloa después de varias cancelaciones.

    Poca gente lo entiende, pero ha sido en Sinaloa donde su partido, Morena, ha conseguido los promedios de votación más altos, en comparación al tamaño del electorado.

    La visita no tiene una gran importancia estratégica para el Presidente, visitará una vez más los proyectos de las presas Picachos y Santa María, algo que ya ha hecho en numerosas ocasiones.

    Quizá el más beneficiado con la visita es el Gobernador Rubén Rocha Moya, que así consolida su relación con el Presidente.

    No hay mejor momento para reforzar la amistad con un Presidente, pedirle ayuda o presentarle proyectos, que las horas de traslado donde gobernadores y presidentes aprovechan el tiempo muerto.

    Ojalá que esta visita de AMLO deje futuros grandes proyectos para Sinaloa.