Reformar a la UAS es un tema de suma importancia para el estado, porque es su bien más valioso, pero el Congreso del Estado no puede olvidarse de otras causas igual de trascendentales.
    El ensarapado
    del panteón forense

    En medio de una bruma opaca de incertidumbre, falsas promesas y necropolítica, el Gobierno de Sinaloa anunció con bombo y platillo que el Centro de Resguardo e Identificación Humana comenzará operaciones, aunque no quisieron dejar claro qué significa esto.

    Resulta que el centro es un espacio al que irán los restos de personas asesinadas o fallecidas, y que no son identificadas, esto con la intención de bajar las cifras de desaparición forzada y cambiar el estatus de una persona “desaparecida” a “fallecida”.

    El Centro de Resguardo, mal conocido como Panteón Forense, es una promesa fracturada hasta ahora para con las familias de personas desaparecidas pues según iba a comenzar operaciones en 2022 y es hora de que no arranca.

    Pero acá lo que alerta es la falta de claridad y n las explicación que dan las autoridades de por qué el espacio no ha arrancado ¿qué les falta? Sólo ellos saben.

    Y la verdad es que urge el espacio, ya no es nuevo que en Sinaloa se registren casos de personas que fueron identificadas después de meses o años de estar en las instalaciones del Servicio Médico Forense, y por la burocracia o falta de atención los restos no fueron debidamente identificados y mientras las madres y familiares de las víctimas se marchitan buscándolos.

    Por lo pronto en La Semanera del Gobernador Rubén Rocha Moya se adelantó que ya en agosto iba a operar, pero quién sabe cómo por dónde o con qué van a comenzar.

    Hace no mucho Noroeste buscó tener acceso al Centro de Resguardo de Culiacán, y los trabajadores que lo construían no dejaban ni tomar fotos de afuera de las instalaciones que porque era un proyecto privado, háganme el favor.

    Ahora no responden ninguna pregunta directa. Ni hablar.

    Aló, Congreso, te llaman
    los pendientes

    Con todo este embrollo que trae el Poder Legislativo de Sinaloa con la Ley Orgánica de la UAS, pareciera que a nuestras diputadas y diputados se les olvidó que existen más cosas en el estado, igual de importantes que ese tema.

    No podemos negar la trascendencia que tiene democratizar a la universidad más grande del estado, y podemos entender el interés por conseguirlo antes de irse en septiembre, pero da la impresión que por enfrascarse en ese asunto, han quedado en el olvido otras cosas que podrían resultar muy chéveres para Sinaloa.

    Para empezar, hay que decir que el último decreto de gran interés o alcance mediático fue precisamente la reforma a una Ley Orgánica de universidad, la de la UAdeO, que se consiguió en marzo, y mire usted si ha llovido desde entonces.

    Otro decreto así llamativo, fue en beneficio de las servidoras públicas del estado, quienes a partir de mayo tienen permitido ausentarse de sus espacios de trabajo cuando tengan afectaciones físicas relacionadas con la menstruación.

    En todo este tiempo, han llegado iniciativas que por mínimas u obvias que parezcan, son cosas que, de legislarse, tendrán cierto impacto en el quehacer de la entidad, pero llegan al Pleno, dan la primera o segunda lectura y ahí quedan, nunca más volvemos a saber de ellas.

    Entendemos que hay cuestiones cuya aprobación o negación deben ser estudiadas minuciosamente, pero vaya, han pasado meses y nomás no se ven avances.

    Sólo por mencionar algunas iniciativas que nos parecen interesantes, está una propuesta de Ley contra el acoso escolar, otra para prohibir la venta de armas de juguete, también hay una iniciativa para que sea un requisito el título universitario para cualquier Secretaria o Secretario de estado.

    Y eso si hablamos de iniciativas de reforma, pero por ahí quedaron congeladas algunas cosas como el Premio al Mérito Juvenil, que según el 2 de julio escogerían a los ganadores, pero el jurado nomás no tiene para cuándo.

    O los órganos internos de control, que deben ser un filtro contra la corrupción dentro de las instituciones públicas.

    Llevan como tres meses con este tema, y es hora que ni la Fiscalía General del Estado ni el Instituto de Protección para Periodistas tienen a un titular de su OIC.

    Reiteramos, reformar a la UAS es un tema de suma importancia para el estado, porque es su bien más valioso, pero el Congreso del Estado no puede olvidarse de otras causas igual de trascendentales.

    Veremos cómo lidian nuestros legisladores con estos pendientes, que se les han amontonado como los trastes en el fregadero cuando nadie quiere lavarlos un domingo.

    El estira y afloja
    que se viene

    La reciente presentación de una reforma constitucional al Poder Judicial ha generado una reacción negativa por parte de jueces y magistrados del Poder Judicial de la Federación en Sinaloa, quienes expresaron preocupaciones sobre los impactos adversos que esta reforma podría tener en la impartición de justicia y el estado de derecho en el país.

    Los magistrados y jueces señalaron que esta reforma carece de una evaluación adecuada sobre el desempeño de los funcionarios judiciales que serían sometidos a votación popular.

    No existen, señalaron, pruebas que demuestren que los candidatos propuestos hayan incurrido en actos de responsabilidad o corrupción, lo cual es fundamental para asegurar la idoneidad de quienes administrarán justicia.

    La propuesta contempla que la ciudadanía elija a aproximadamente mil 700 jueces federales y otros 5 mil juzgadores a nivel nacional.

    ¿De dónde sacará tanta cabeza la ciudadanía para elegir entre todas estas personas?

    ¿Quién nos garantiza que la única individualidad democrática estará a salvo después de esta reforma?

    Si bien aún no se ha aprobado, todo apunta a que sí será y el país caerá en manos de un poder absoluto, que no tendrá quién le cuestione sus actos o exponga sus arbitrariedades.

    Sin duda que la voz de los magistrados y jueces es una de las voces que por lo menos en estado faltaba por escucharse.

    Por años se ha criticado a este poder de opaco, de escándalos de nepotismo, de corrupción y de ser el poder más cerrado con el mínimo acceso a la información pública.

    Y si bien es cierto que el nuevo modelo de justicia ha ayudado a entender, ver y vigilar cómo se actúa desde dentro el Poder Judicial, aún hay cosas que se deben analizar justamente con esa transparencia que se requieren.

    Entendemos que sus voces no lo son todo, pero sin duda que algo saben sobre este tema.

    Lo más seguro es que el estira y afloja, por lo que conviene, lo que sirve y lo que incomoda, se va a poner cada vez más intenso.

    Ya veremos cómo evoluciona este movimiento.

    -

    Malecón es columna institucional de esta casa editorial.

    malecon@noroeste.com

    El ensarapado
    del panteón forense

    En medio de una bruma opaca de incertidumbre, falsas promesas y necropolítica, el Gobierno de Sinaloa anunció con bombo y platillo que el Centro de Resguardo e Identificación Humana comenzará operaciones, aunque no quisieron dejar claro qué significa esto.

    Resulta que el centro es un espacio al que irán los restos de personas asesinadas o fallecidas, y que no son identificadas, esto con la intención de bajar las cifras de desaparición forzada y cambiar el estatus de una persona “desaparecida” a “fallecida”.

    El Centro de Resguardo, mal conocido como Panteón Forense, es una promesa fracturada hasta ahora para con las familias de personas desaparecidas pues según iba a comenzar operaciones en 2022 y es hora de que no arranca.

    Pero acá lo que alerta es la falta de claridad y n las explicación que dan las autoridades de por qué el espacio no ha arrancado ¿qué les falta? Sólo ellos saben.

    Y la verdad es que urge el espacio, ya no es nuevo que en Sinaloa se registren casos de personas que fueron identificadas después de meses o años de estar en las instalaciones del Servicio Médico Forense, y por la burocracia o falta de atención los restos no fueron debidamente identificados y mientras las madres y familiares de las víctimas se marchitan buscándolos.

    Por lo pronto en La Semanera del Gobernador Rubén Rocha Moya se adelantó que ya en agosto iba a operar, pero quién sabe cómo por dónde o con qué van a comenzar.

    Hace no mucho Noroeste buscó tener acceso al Centro de Resguardo de Culiacán, y los trabajadores que lo construían no dejaban ni tomar fotos de afuera de las instalaciones que porque era un proyecto privado, háganme el favor.

    Ahora no responden ninguna pregunta directa. Ni hablar.

    Aló, Congreso, te llaman
    los pendientes

    Con todo este embrollo que trae el Poder Legislativo de Sinaloa con la Ley Orgánica de la UAS, pareciera que a nuestras diputadas y diputados se les olvidó que existen más cosas en el estado, igual de importantes que ese tema.

    No podemos negar la trascendencia que tiene democratizar a la universidad más grande del estado, y podemos entender el interés por conseguirlo antes de irse en septiembre, pero da la impresión que por enfrascarse en ese asunto, han quedado en el olvido otras cosas que podrían resultar muy chéveres para Sinaloa.

    Para empezar, hay que decir que el último decreto de gran interés o alcance mediático fue precisamente la reforma a una Ley Orgánica de universidad, la de la UAdeO, que se consiguió en marzo, y mire usted si ha llovido desde entonces.

    Otro decreto así llamativo, fue en beneficio de las servidoras públicas del estado, quienes a partir de mayo tienen permitido ausentarse de sus espacios de trabajo cuando tengan afectaciones físicas relacionadas con la menstruación.

    En todo este tiempo, han llegado iniciativas que por mínimas u obvias que parezcan, son cosas que, de legislarse, tendrán cierto impacto en el quehacer de la entidad, pero llegan al Pleno, dan la primera o segunda lectura y ahí quedan, nunca más volvemos a saber de ellas.

    Entendemos que hay cuestiones cuya aprobación o negación deben ser estudiadas minuciosamente, pero vaya, han pasado meses y nomás no se ven avances.

    Sólo por mencionar algunas iniciativas que nos parecen interesantes, está una propuesta de Ley contra el acoso escolar, otra para prohibir la venta de armas de juguete, también hay una iniciativa para que sea un requisito el título universitario para cualquier Secretaria o Secretario de estado.

    Y eso si hablamos de iniciativas de reforma, pero por ahí quedaron congeladas algunas cosas como el Premio al Mérito Juvenil, que según el 2 de julio escogerían a los ganadores, pero el jurado nomás no tiene para cuándo.

    O los órganos internos de control, que deben ser un filtro contra la corrupción dentro de las instituciones públicas.

    Llevan como tres meses con este tema, y es hora que ni la Fiscalía General del Estado ni el Instituto de Protección para Periodistas tienen a un titular de su OIC.

    Reiteramos, reformar a la UAS es un tema de suma importancia para el estado, porque es su bien más valioso, pero el Congreso del Estado no puede olvidarse de otras causas igual de trascendentales.

    Veremos cómo lidian nuestros legisladores con estos pendientes, que se les han amontonado como los trastes en el fregadero cuando nadie quiere lavarlos un domingo.

    El estira y afloja
    que se viene

    La reciente presentación de una reforma constitucional al Poder Judicial ha generado una reacción negativa por parte de jueces y magistrados del Poder Judicial de la Federación en Sinaloa, quienes expresaron preocupaciones sobre los impactos adversos que esta reforma podría tener en la impartición de justicia y el estado de derecho en el país.

    Los magistrados y jueces señalaron que esta reforma carece de una evaluación adecuada sobre el desempeño de los funcionarios judiciales que serían sometidos a votación popular.

    No existen, señalaron, pruebas que demuestren que los candidatos propuestos hayan incurrido en actos de responsabilidad o corrupción, lo cual es fundamental para asegurar la idoneidad de quienes administrarán justicia.

    La propuesta contempla que la ciudadanía elija a aproximadamente mil 700 jueces federales y otros 5 mil juzgadores a nivel nacional.

    ¿De dónde sacará tanta cabeza la ciudadanía para elegir entre todas estas personas?

    ¿Quién nos garantiza que la única individualidad democrática estará a salvo después de esta reforma?

    Si bien aún no se ha aprobado, todo apunta a que sí será y el país caerá en manos de un poder absoluto, que no tendrá quién le cuestione sus actos o exponga sus arbitrariedades.

    Sin duda que la voz de los magistrados y jueces es una de las voces que por lo menos en estado faltaba por escucharse.

    Por años se ha criticado a este poder de opaco, de escándalos de nepotismo, de corrupción y de ser el poder más cerrado con el mínimo acceso a la información pública.

    Y si bien es cierto que el nuevo modelo de justicia ha ayudado a entender, ver y vigilar cómo se actúa desde dentro el Poder Judicial, aún hay cosas que se deben analizar justamente con esa transparencia que se requieren.

    Entendemos que sus voces no lo son todo, pero sin duda que algo saben sobre este tema.

    Lo más seguro es que el estira y afloja, por lo que conviene, lo que sirve y lo que incomoda, se va a poner cada vez más intenso.

    Ya veremos cómo evoluciona este movimiento.