Vacaciones... pero de la opinión pública
Tal parece que el Alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil se fue de retiro espiritual por que no apareció en ningún evento esta Semana Santa.
Mientras miles de ciudadanos buscaban un respiro ante la rutina y el calor, el alcalde decidió tomar unas vacaciones... pero de la opinión pública. Ni un mensaje, ni una visita, ni siquiera una declaración grabada en video con el celular; simplemente desapareció del radar en uno de los periodos más visibles del año.
Zonas como Imala, que solían llenarse de familias, música y vida, no lograron recuperarse del golpe que la crisis de seguridad les ha dejado. Algunos comerciantes apenas vieron pasar a los visitantes, y muchos hogares optaron por no salir de la mancha urbana, no por falta de ganas, sino por miedo.
En momentos donde la ciudadanía espera liderazgo, cercanía y mensajes claros, el silencio se convierte en una señal de abandono. Las autoridades no pueden darse el lujo de desaparecer justo cuando más se necesita su presencia.
Culiacán, de nuevo, con figuras decorativas, sin funcionarios sensibles con la realidad. Si una autoridad no puede estar presente en fechas clave, cuando la ciudadanía está más expuesta y más atenta, ¿cuándo entonces?
El mensaje implícito fue claro: no hay nada que informar, porque no hay nada que ofrecer. Esa indiferencia institucional ha normalizado el retraimiento del gobierno frente a los problemas públicos.
Responde la gente, pero el Operativo se queda corto
Pasó la Semana Santa y contra todo pronóstico, la gente respondió: Mazatlán se llenó de turistas y locales y las playas del centro y el norte del estado registraron gran asistencia. En Culiacán y Mazatlán la gente venció el miedo y salió a las playas, no así a las zonas rurales y serranas donde todavía la incertidumbre puede más.
Por otro lado, desafortunadamente los días de asueto por Semana Santa en Sinaloa no terminaron con saldo blanco, pues se registraron asesinatos, accidentes vehiculares y desapariciones de personas que se encontraban de vacaciones.
En cuanto a los asesinatos, el Jueves Santo en Culiacán fueron cuatro homicidios. También ese día fue localizado el cuerpo de una mujer en Mazatlán, caso que se investiga como feminicidio. Y no dejamos de mencionar el hallazgo de una pareja decapitada en el crucero cercano a Chametla el viernes.
También el Viernes Santo un accidente de tránsito arrebató la vida a dos hermanos en la carretera de Navolato a Altata.
Y las desapariciones de personas ocurrieron tres en Mazatlán y una en Navolato, todos el Sábado de Gloria. Todos los desaparecidos son hombres que se encontraban en estos lugares con motivo de las vacaciones de Semana Santa y fueron desaparecidos en espacios turísticos, que estaba cuidando la autoridad municipal, estatal y federal.
Si bien es relevante mencionar que los asesinatos pudieron no obedecer al movimiento natural de las actividades turísticas de la Semana Santa, pues Sinaloa tiene más de medio año que registra homicidios a diario, y estos ocurren en medio de un operativo de seguridad que el Gobierno de Sinaloa presumió por lo alto. El operativo de Semana Santa, según, sería un reforzamiento al operativo permanente pero quedó por debajo de las expectativas ciudadanas.
El sábado, un día después del accidente que arrebató la vida a los hermanos, la carretera de Navolato rumbo a Altata no tenía la presencia de personal de tránsito municipal que ayudara a inhibir a los conductores ir a exceso de velocidad. Los puntos de revisión se limitaron a la salida de Navolato y a la entrada de Altata y dejaron descobijados al menos 20 kilómetros de carretera.
Y al parecer la presencia de fuerzas de seguridad en Altata y en Mazatlán no fue relevante para contener las desapariciones de personas, pues a plena vista de turistas se llevaron a cuatro jóvenes.
A ver qué explican el Gobernador Rubén Rocha Moya y los alcaldes de Mazatlán Estrella Palacios Domínguez y de Navolato Jorge Bojórquez a las familias afectadas.
Más malas noticias
Que triste es darse cuenta cómo uno de los lugares que más orgullo nos dan, por los pocos atractivos turísticos en la ciudad, como lo es el Zoológico de Culiacán, hoy tiene un mal aspecto porque las condiciones de resguardo de los animales no son óptimas.
Y no lo decimos nosotros, sino que durante este fin de semana que pasó, en que revisamos las actividades recreativas durante los días de asueto de Semana Santa, visitamos el Zoo y preguntamos a sus visitantes su opinión sobre la experiencia.
Uno de los testimonios criticó que un león estaba en condición de encierro dentro de la jaula que los separa de los visitantes.
“... Sí se miraban muy desgastados, muy cansados... como que no les daban tanta comida, sí se apreciaban muy sucias donde los tienen guardados”, opinó una visitante.
También hubo conentarios que se sumaron a la crítica qué es común observar cómo los animales se ven “bien agüitados”, además de que hubiera quien observó que antes “sí estaba más limpio y ahorita no”.
Otros comentarios fueron en el sentido de que el parque en general se encuentra en deplorables condiciones de mantenimiento y a los animales que resguardan.
Sugieren que es urgente que les den más mantenimiento y cuidado a los animales y también a lo que es el zoológico, en general.
Mientras que otros se dieron cuenta de que el número de animales se ha reducido en los últimos meses.
Es una lástima que nuestro Zoológico no pase un examen tan sencillo como una ronda de opinión, pues normalmente vemos a sus empleados trabajando duro, sin embargo entendemos que este asunto se deben más a decisiones de los administrativos.
Ojalá que puedan volver a recuperar la condición de destino recomendable para los visitantes en Culiacán y no dejen qué las cosas sigan como hasta ahora.