Los policías municipales de Mazatlán siguen haciendo de las suyas en contra de la ciudadanía.

Luego de que a través de videos en las redes sociales fueron evidenciados golpeando a civiles y metiéndose a negocios causando destrozos encapuchados y comandados por el director Pablo Ramírez, de nuevo están en boca de todos.

Ahora presuntamente se les señala que piden mordida a los bañistas que dejaron que permanezcan más tiempo en el mar.

Esta vez, el Secretario de Seguridad Pública Municipal de Mazatlán, Jaime Othoniel Barrón Valdez, salió a dar la cara y en una rueda de prensa la mañana de ayer martes, exhortó a la ciudadanía a denunciar formalmente los hechos para iniciar con las investigaciones.

Dijo que aunque no hay un señalamiento directo, día y hora de los hechos, aun así se le da seguimiento.

El llamado está bien, pero lo que se necesita urgente en la Secretaría de Seguridad Pública de Mazatlán es una gran depuración en la corporación de malos elementos y que sea un ejemplo para los agentes mañosos.

Este centinela espera que se logre la depuración urgente en la SSPM de Mazatlán así como se hizo para que los policías se quitaran las capuchas con las que se escudaban para hacer fechorías.

Coincidencia o no, justo cuando le reclamamos al Congreso del Estado que no descuidara asuntos importantes, como nombrar a los titulares del Órgano Interno de Control de la Fiscalía o el Instituto de Protección, bueno, el mismo día hacen estas dos designaciones.

Tampoco es algo para tirar cohetes, básicamente es cumplir con su deber, y eso que exceptuamos la parte de que se retrasaron un año en ambos nombramientos.

Lo que no podemos dejar pasar es el hecho de que, aún con los antecedentes algo turbios que tiene Fernando Ruiz Rangel, la Junta de Coordinación Política decidiera que él sea el titular del órgano encargado de la transparencia y buen ejercicio de la Fiscalía.

No es algo personal, solo que el historial de Ruiz Rangel no luce muy óptimo como para ocupar ese cargo. Es decir, ser una propuesta de Quirino Ordaz para la Comisión de Víctimas, y trabajar (o estar) en un inoperante Comité de Participación Ciudadana junto al abogado de un funcionario acusado de corrupción.

Lo único que podemos decir y esperar, es que Ruiz Rangel haga una buena chamba en la Fiscalía.

Y en el caso del OIC del Instituto de Protección para Defensores de Derechos Humanos y Periodistas, Michelle Pineda Prado fue escogida como la titular.

Hasta el momento no ha tenido demasiada exposición mediática, porque sus puestos de trabajo en el Poder Judicial de la Federación tampoco lo requieren, pero esperemos que la joven honre el cargo.

Sobre todo pensando en lo controversial que ha llegado a ser este Instituto, esperemos que tener un OIC en funciones ayude a esclarecer qué tan bien se han hecho las cosas en el joven pero trascendental organismo.

Pero bueno, volviendo al tema, lo siguiente será que el Poder Legislativo siga haciendo su chamba, que es legislar. Así que esperamos que aprovechen lo poco que les queda de periodo para impulsar cosas que pueden ser chilas para el estado.

Y con el auge del tema, ojalá que el Congreso del Estado pueda entrarle, en la medida de lo posible y permitido, a esta controversia en torno a la tarifa del transporte público en Sinaloa.

Mientras el Gobierno de Sinaloa dedica algunos cuantos millones de pesos en crear infraestructura para los vehículos, va suprimiendo los derechos de los peatones y cediendo la gestión del espacio público a un grupo de usuarios que para nada deberían de estar en la cima de la pirámide de movilidad.

Resulta que todo el plan de obras del gobierno del estado, en su sección de movilidad, se basa en crear más calles, puentes y deprimidos, pero ya el sueño de darle prioridad a los peatones o a los usuarios de bicicleta va quedando en el olvido.

Un caso muy particular es el que se vive en Culiacán, por el bulevar Rolando Arjona fue construida una ciclovía en el período de Quirino Ordaz Coppel como Gobernador, y jamás fue funcional pues los vehículos fueron rompiendo la acera que la dividía, que por cierto era de vil plástico, y la reclamaron como suya.

En la actual administración se tuvo el acierto de volver a construir la ciclovía ahora con concreto, pero prácticamente fue construida para motociclistas que buscan un atajo para brincarse el tráfico, y lo hacen bajo la mirada de los tránsitos que están instalados de manera permanente en el sector porque parece que no conciben que parte de su trabajo es hacer respetar las vialidades.

Eso sí, unos dos kilómetros de ese mismo espacio se está invirtiendo una millonada en un paso deprimido que a todas luces no era necesario, pues se ubica en el crucero de la salida norte de Culiacán que para nada es ubicado como un sector conflictivo en el sentido que será colocado el paso libre.

No por poner el sello de ‘Obras con Sentido Social’ es un aval que así sean. Hay obras que no se requieren y que con simple gestión del espacio público podría solucionarse la necesidad de mejoras en las vialidades.

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Malecón es columna institucional de esta casa editorial.

malecon@noroeste.com

Los policías municipales de Mazatlán siguen haciendo de las suyas en contra de la ciudadanía.

Luego de que a través de videos en las redes sociales fueron evidenciados golpeando a civiles y metiéndose a negocios causando destrozos encapuchados y comandados por el director Pablo Ramírez, de nuevo están en boca de todos.

Ahora presuntamente se les señala que piden mordida a los bañistas que dejaron que permanezcan más tiempo en el mar.

Esta vez, el Secretario de Seguridad Pública Municipal de Mazatlán, Jaime Othoniel Barrón Valdez, salió a dar la cara y en una rueda de prensa la mañana de ayer martes, exhortó a la ciudadanía a denunciar formalmente los hechos para iniciar con las investigaciones.

Dijo que aunque no hay un señalamiento directo, día y hora de los hechos, aun así se le da seguimiento.

El llamado está bien, pero lo que se necesita urgente en la Secretaría de Seguridad Pública de Mazatlán es una gran depuración en la corporación de malos elementos y que sea un ejemplo para los agentes mañosos.

Este centinela espera que se logre la depuración urgente en la SSPM de Mazatlán así como se hizo para que los policías se quitaran las capuchas con las que se escudaban para hacer fechorías.

Coincidencia o no, justo cuando le reclamamos al Congreso del Estado que no descuidara asuntos importantes, como nombrar a los titulares del Órgano Interno de Control de la Fiscalía o el Instituto de Protección, bueno, el mismo día hacen estas dos designaciones.

Tampoco es algo para tirar cohetes, básicamente es cumplir con su deber, y eso que exceptuamos la parte de que se retrasaron un año en ambos nombramientos.

Lo que no podemos dejar pasar es el hecho de que, aún con los antecedentes algo turbios que tiene Fernando Ruiz Rangel, la Junta de Coordinación Política decidiera que él sea el titular del órgano encargado de la transparencia y buen ejercicio de la Fiscalía.

No es algo personal, solo que el historial de Ruiz Rangel no luce muy óptimo como para ocupar ese cargo. Es decir, ser una propuesta de Quirino Ordaz para la Comisión de Víctimas, y trabajar (o estar) en un inoperante Comité de Participación Ciudadana junto al abogado de un funcionario acusado de corrupción.

Lo único que podemos decir y esperar, es que Ruiz Rangel haga una buena chamba en la Fiscalía.

Y en el caso del OIC del Instituto de Protección para Defensores de Derechos Humanos y Periodistas, Michelle Pineda Prado fue escogida como la titular.

Hasta el momento no ha tenido demasiada exposición mediática, porque sus puestos de trabajo en el Poder Judicial de la Federación tampoco lo requieren, pero esperemos que la joven honre el cargo.

Sobre todo pensando en lo controversial que ha llegado a ser este Instituto, esperemos que tener un OIC en funciones ayude a esclarecer qué tan bien se han hecho las cosas en el joven pero trascendental organismo.

Pero bueno, volviendo al tema, lo siguiente será que el Poder Legislativo siga haciendo su chamba, que es legislar. Así que esperamos que aprovechen lo poco que les queda de periodo para impulsar cosas que pueden ser chilas para el estado.

Y con el auge del tema, ojalá que el Congreso del Estado pueda entrarle, en la medida de lo posible y permitido, a esta controversia en torno a la tarifa del transporte público en Sinaloa.

Mientras el Gobierno de Sinaloa dedica algunos cuantos millones de pesos en crear infraestructura para los vehículos, va suprimiendo los derechos de los peatones y cediendo la gestión del espacio público a un grupo de usuarios que para nada deberían de estar en la cima de la pirámide de movilidad.

Resulta que todo el plan de obras del gobierno del estado, en su sección de movilidad, se basa en crear más calles, puentes y deprimidos, pero ya el sueño de darle prioridad a los peatones o a los usuarios de bicicleta va quedando en el olvido.

Un caso muy particular es el que se vive en Culiacán, por el bulevar Rolando Arjona fue construida una ciclovía en el período de Quirino Ordaz Coppel como Gobernador, y jamás fue funcional pues los vehículos fueron rompiendo la acera que la dividía, que por cierto era de vil plástico, y la reclamaron como suya.

En la actual administración se tuvo el acierto de volver a construir la ciclovía ahora con concreto, pero prácticamente fue construida para motociclistas que buscan un atajo para brincarse el tráfico, y lo hacen bajo la mirada de los tránsitos que están instalados de manera permanente en el sector porque parece que no conciben que parte de su trabajo es hacer respetar las vialidades.

Eso sí, unos dos kilómetros de ese mismo espacio se está invirtiendo una millonada en un paso deprimido que a todas luces no era necesario, pues se ubica en el crucero de la salida norte de Culiacán que para nada es ubicado como un sector conflictivo en el sentido que será colocado el paso libre.

No por poner el sello de ‘Obras con Sentido Social’ es un aval que así sean. Hay obras que no se requieren y que con simple gestión del espacio público podría solucionarse la necesidad de mejoras en las vialidades.