Si usted pensaba que en el Congreso de Sinaloa sólo quedaba Serapio Vargas como el irreverente legislativo, nuevamente salió a reclamar ese puesto, y con mucha fuerza, el Diputado del Partido Verde, Rodolfo Valenzuela Sánchez.
Para el morenista pintado de verde no aplica el refrán “una de cal y otra de arena”, de hecho, ya se le postula para interpretar a uno de los villanos de Spiderman, porque el hombre da puras de arena.
Su primer medio año como representante popular está marcado por ser uno de los compas que sugirió cambiar el nombre del recién creado municipio Eldorado, para ponerle Andrés Manuel López Obrador.
Ayer anunció como coordinador de la facción parlamentaria verde que presentarán una iniciativa para que todo lo decomisado al crimen organizado y narcotráfico en Sinaloa se utilice para apoyar a los deportistas locales.
“El narcotráfico que tanto ha afectado a nuestra sociedad, que la misma sociedad reciba esos beneficios de los bienes que produce la venta de narcóticos, que se vayan destinados al deporte”, dijo.
Para ser buena onda, vamos a obviar el hecho de que esto pues ya ocurre, ya que a nivel federal hay una legislación para que el Estado Mexicano pueda darle usos a propiedades o recursos incautados, o sacarle provecho para la población.
Justamente en un contexto en el que se busca erradicar la narcocultura e idolatría que hay hacia ciertos personajes criminales, quizá lo más apropiado no es dar este tipo de declaraciones, en las cuales casi señalan que el crimen organizado puede subsidiar a nuestros deportistas.
Y siendo Rodolfo Valenzuela, claramente la cosa no fue a mejor, porque el Diputado reconoció algo que todos hemos conocido o vivido, como que muchos atletas no reciben los apoyos económicos de parte de las autoridades y se ven forzados a hacer rifas o botear para poder competir.
Es decir, este compa plantea que el Estado cubra una obligación suya con recursos de procedencia ilícita o que han estado ligadas al crimen organizado.
Por sí sola, la administración pública debe garantizar a nuestras y nuestros deportistas el apoyo necesario para representar a Sinaloa, y en todo caso, un fondo integrado por ganancias de propiedades o bienes decomisados pudiera servir como complemento.
A lo mejor el Diputado Rodolfo no sigue de cerca la agenda de nuestro Alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez, quien sigue enfrascado en entregar obras y apoyos en comunidades profundamente fracturadas por la violencia y el miedo.
Emocionado estará Rodolfo Valenzuela cuando se entere que Juan de Dios, después de reunirse con Mauricio Sulaimán, ahora también quiere poner gimnasios de boxeo en cada colonia como si fueran abarrotes, y utilizar este deporte como vía de construcción de paz.
En la reciente gira por el valle de Culiacán, el Alcalde Juan de Dios Gámez Mendívil regresó a Quilá como si aquello ya no fuera tierra caliente, sino zona “despresurizada”, como él mismo la llamó, después de casi siete meses de violencia.
Nada más le faltó cortarse el listón con la Guardia Nacional de fondo.
Que bueno que se inaugure una calle de 22 millones de pesos, pero queda eso muy lejos de arreglar el tema de seguridad, que es precisamente la prioridad... o debería de serlo.
En esta lógica juandeísta, la fórmula parece ser: más pavimento, menos balazos. Y si nadie pide apoyos de seguridad durante la gira, entonces no hay inseguridad pues.
Llama la atención que mientras en Quilá y otras sindicaturas han sido focos de violencia, Gámez Mendívil diga que todo está bajo control porque la síndica no le pidió nada.
Es eso o los líderes comunitarios ya entendieron que pedir seguridad es pedir demasiado a quien ni siquiera reconoce el problema.
Decir que Quilá está “despresurizado” es como decir que Culiacán es ejemplo de paz solo porque se inauguró una cancha más.
Es el mismo discurso del “ya vamos saliendo” que nadie cree porque, pues los números sigue bastante estables en niveles muy altos, pero lo repiten como si las palabras fueran chalecos antibalas.
Y mientras tanto, Gámez sigue inaugurando obras en comunidades donde la gente se cuida más del silencio forzado que de las lluvias de abril.
Sabemos que ya parece la disco rayado con esta crítica, pero volvemos a preguntar: ¿cuándo le van a meter dinero en serio y voluntad política a construir policías suficientes y confiables en Culiacán para que la gente pueda salir sin miedo a jugar futbol en esas canchas que lucen vacías?
Las elecciones por la Rectoría de la Universidad Autónoma de Sinaloa han avivado la pusilánime estructura antidemocracia con la que se manejan los uaseños que no sirven para nada y que han llegado a sus puestos por favores, esa estructura calcada sobre el finado Partido Sinaloense y que ha sometido a la institución desde hace más de 20 años.
Esta semana comenzaron a circular en redes sociales videos y grabaciones ocultas en las que estudiantes registran actos en los que a los profesores les hace falta piso para arrastrarse y se ponen a defender a Jesús Madueña Molina, el ahora desbigotado y sancionado por manejo irregular de recurso público.
En las grabaciones se registra cómo los docentes, aprovechando su puesto ante los estudiantes, buscan que los alumnos voten a favor de Madueña Molina en las próximas elecciones por la Rectoría, exponiendo que según es la mejor opción.
Por supuesto que todos aquellos docentes que aparecen en estas grabaciones no pintan para nada en la formación de los alumnos, pues son puros acomodados, o pasistas o aviadores que no tienen ni el respeto del gremio y al parecer tampoco el respeto de sí mismos al arrodillarse ante Madueña Molina. Y cómo no iban a hacer gestiones por la figura de Madueña, si temen de que cambie la administración de la Universidad y quedar sin trabajo al no tener más atributos que la lambisconería.
Pero el hecho de que los docentes estén dispuestos a quedar grabados en video y que quede documento de su manejo ilegal solamente es muestra de lo desesperada que está la gente de Madueña Molina, pues temen perderla.
Seguro que Madueña Molina tiembla, así como temblaba cuando era puesto ante un juez acusado de manotear el dinero de la UAS, al imaginar que está en riesgo su posibilidad de tener un segundo período frente a la institución educativa, pues su primer período lo pasó más en audiencias y escuchando el estridente discurso del Willy Ibarra que en el despacho de Rectoría.
Una pena que los maestros que andan haciendo campaña a favor de Madueña hablen de logros, cuando en realidad la Rectoría de Madueña nada más provocó que se supiera que su comité de compras provocó un daño patrimonial probado a la universidad y que él mismo ha comprado propiedades para ponerlas a nombre de una trabajadora de la UAS que fue su subordinada en la Secretaría General.