críticas de chaleco
Las recientes adecuaciones al Gabinete estatal realizadas por el Gobernador Rubén Rocha Moya no han caído nada bien, pues se ha reavivado el hecho de que Joaquín Landeros Güicho no tiene título universitario y con ello estará al frente de la Secretaría de Administración y Finanzas.
Porque resulta que Landeros fue designado Secretario de Obras Públicas del Gobierno de Sinaloa el año pasado, y aunque dice que estudió para arquitecto no cuenta con un título universitario. En aquel momento fue un escandalazo pues fue fuertemente criticado por no tener un documento que diga que al menos tiene una licenciatura.
Y no es para menos, pues estaría encargado de construcciones y contratos que dependen de un experto, y pues no sabemos qué sea él.
Hace un año dijo que una de sus metas como Secretario de Obras Públicas era titularse, y todavía no aparece en el Registro Nacional de Profesionistas o sea que no lo ha logrado y ya va para su segundo cargo como titular de una dependencia estatal.
También se ha criticado la designación de Ana Francis Chiquete Elizalde, una secretaria particular de la Secretaría General de Gobierno que ahora es titular de la Secretaría de las Mujeres del Estado.
Y la crítica hacia ella salió de colectivas feministas que condenan que no tiene actitud de servicio, ni tampoco una carrera dirigida a la defensa de derechos con perspectiva de género. Y es que aquí tampoco le sirve mucho a Chiquete Elizalde comenzar su administración después de María Teresa Guerra Ochoa, pues compararlas resulta absurdo en relación a la amplia carrera de la doctora Guerra Ochoa.
Es relevante exponer que también en redes sociales se han hecho señalamientos contra Chiquete Elizalde exponiendo vivencias personales, en donde le critican que desde la Secretaría General de Gobierno no tuvo disposición ni sensibilidad.
Además, su carrera en realidad está ligada a las artes y se preparó como dramaturga.
En relación a esto Paola Gárate Valenzuela se aventó un chistorete muy bien pensado que vale la pena documentar y es que cuando le dijeron que Chiquete Elizalde era artista de teatro dijo: Pues en esos puestos lo menos que ocupamos son “teatritos”. Ya nos imaginamos a la priista pensando en ese chascarrillo y hasta ensayando frente al espejo. Sobre todo porque a ella los teatritos le salen muy bien. Nomás hay que acordarnos los que se aventó en campaña.
En realidad la ley establece que el Gobernador puede poner o quitar de estos cargos a quién le dé la gana, pero es justo que escuche los reclamos ciudadanos de quienes buscan ser atendidos con sensibilidad.
Ahora queda que las nuevas secretarías y secretarios demuestran que tienen capacidad y disposición y acallen las críticas con resultados.
Pese a que está en periodo vacacional, ayer fue un día movido para el Congreso del Estado de Sinaloa.
Y por sorprendente que suene, toda la farándula política que se desató ayer al mediodía obedece a una Legislatura que ni siquiera ha comenzado.
Primero, a través de redes sociales y muy bajita la mano, el Secretario General de Gobierno, Enrique Inzunza Cázarez, dio la noticia de que Tere Guerra encabezará la bancada morenista en la 65 Legislatura.
Sin querer restar importancia al asunto, era algo que ya se olía, e incluso en las propias instalaciones del Legislativo ya había alguna que otra impresora que sacaba el gafete de Tere como líder del grupo de Morena.
Lo más potente vino un par de horas más tarde, cuando el Tribunal Electoral del Estado atendió varias impugnaciones relativas a los comicios del 2 de junio, específicamente la asignación de curules “pluris”, ya sabe, esos puestos que suelen ser usados para acomodar a compas entre partidos.
Verá, Morena y su aliado, el Partido Verde, ganaron los 24 distritos disponibles a través del voto directo, por lo que a PRI, PAN, Movimiento Ciudadano, PAS y PT sólo les quedaron las plurinominales como consolación.
El tema aquí fue que quizá les ganó la avaricia, y alegaron que Morena, al recibir tres pluris, estaba sobrerrepresentada en el Congreso local, y bueno, les salió peor.
El Teesin analizó el proceso que siguió el Instituto Electoral del Estado, y halló que utilizaron un método que no era aplicable en Sinaloa para distribuir esas diputaciones, por lo que revocó ese acuerdo y ahí mismo “repartieron el queso”.
Y según los criterios presentados por la Magistrada Aída Inzunza Cázarez, a Morena efectivamente no le tocaban tres, sino seis plurinominales, ya que el IEES habría otorgado esas diputaciones de manera irregular a PRI y PAN.
Por cierto, si les suena el apellido de la Magistrada Aída, sólo los invitamos a que regresen al tercer párrafo de esta sección.
Total, que panistas y priistas no sólo se divorciaron después de las elecciones, sino que llegó un tercero en discordia que les quitó tres puestos en el Palacio Legislativo para los próximos tres años.
Ni las historias con la doctora Ana María Polo tuvieron un desenlace tan dramático.
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Malecón es columna institucional de esta casa editorial.
malecon@noroeste.com
críticas de chaleco
Las recientes adecuaciones al Gabinete estatal realizadas por el Gobernador Rubén Rocha Moya no han caído nada bien, pues se ha reavivado el hecho de que Joaquín Landeros Güicho no tiene título universitario y con ello estará al frente de la Secretaría de Administración y Finanzas.
Porque resulta que Landeros fue designado Secretario de Obras Públicas del Gobierno de Sinaloa el año pasado, y aunque dice que estudió para arquitecto no cuenta con un título universitario. En aquel momento fue un escandalazo pues fue fuertemente criticado por no tener un documento que diga que al menos tiene una licenciatura.
Y no es para menos, pues estaría encargado de construcciones y contratos que dependen de un experto, y pues no sabemos qué sea él.
Hace un año dijo que una de sus metas como Secretario de Obras Públicas era titularse, y todavía no aparece en el Registro Nacional de Profesionistas o sea que no lo ha logrado y ya va para su segundo cargo como titular de una dependencia estatal.
También se ha criticado la designación de Ana Francis Chiquete Elizalde, una secretaria particular de la Secretaría General de Gobierno que ahora es titular de la Secretaría de las Mujeres del Estado.
Y la crítica hacia ella salió de colectivas feministas que condenan que no tiene actitud de servicio, ni tampoco una carrera dirigida a la defensa de derechos con perspectiva de género. Y es que aquí tampoco le sirve mucho a Chiquete Elizalde comenzar su administración después de María Teresa Guerra Ochoa, pues compararlas resulta absurdo en relación a la amplia carrera de la doctora Guerra Ochoa.
Es relevante exponer que también en redes sociales se han hecho señalamientos contra Chiquete Elizalde exponiendo vivencias personales, en donde le critican que desde la Secretaría General de Gobierno no tuvo disposición ni sensibilidad.
Además, su carrera en realidad está ligada a las artes y se preparó como dramaturga.
En relación a esto Paola Gárate Valenzuela se aventó un chistorete muy bien pensado que vale la pena documentar y es que cuando le dijeron que Chiquete Elizalde era artista de teatro dijo: Pues en esos puestos lo menos que ocupamos son “teatritos”. Ya nos imaginamos a la priista pensando en ese chascarrillo y hasta ensayando frente al espejo. Sobre todo porque a ella los teatritos le salen muy bien. Nomás hay que acordarnos los que se aventó en campaña.
En realidad la ley establece que el Gobernador puede poner o quitar de estos cargos a quién le dé la gana, pero es justo que escuche los reclamos ciudadanos de quienes buscan ser atendidos con sensibilidad.
Ahora queda que las nuevas secretarías y secretarios demuestran que tienen capacidad y disposición y acallen las críticas con resultados.
Pese a que está en periodo vacacional, ayer fue un día movido para el Congreso del Estado de Sinaloa.
Y por sorprendente que suene, toda la farándula política que se desató ayer al mediodía obedece a una Legislatura que ni siquiera ha comenzado.
Primero, a través de redes sociales y muy bajita la mano, el Secretario General de Gobierno, Enrique Inzunza Cázarez, dio la noticia de que Tere Guerra encabezará la bancada morenista en la 65 Legislatura.
Sin querer restar importancia al asunto, era algo que ya se olía, e incluso en las propias instalaciones del Legislativo ya había alguna que otra impresora que sacaba el gafete de Tere como líder del grupo de Morena.
Lo más potente vino un par de horas más tarde, cuando el Tribunal Electoral del Estado atendió varias impugnaciones relativas a los comicios del 2 de junio, específicamente la asignación de curules “pluris”, ya sabe, esos puestos que suelen ser usados para acomodar a compas entre partidos.
Verá, Morena y su aliado, el Partido Verde, ganaron los 24 distritos disponibles a través del voto directo, por lo que a PRI, PAN, Movimiento Ciudadano, PAS y PT sólo les quedaron las plurinominales como consolación.
El tema aquí fue que quizá les ganó la avaricia, y alegaron que Morena, al recibir tres pluris, estaba sobrerrepresentada en el Congreso local, y bueno, les salió peor.
El Teesin analizó el proceso que siguió el Instituto Electoral del Estado, y halló que utilizaron un método que no era aplicable en Sinaloa para distribuir esas diputaciones, por lo que revocó ese acuerdo y ahí mismo “repartieron el queso”.
Y según los criterios presentados por la Magistrada Aída Inzunza Cázarez, a Morena efectivamente no le tocaban tres, sino seis plurinominales, ya que el IEES habría otorgado esas diputaciones de manera irregular a PRI y PAN.
Por cierto, si les suena el apellido de la Magistrada Aída, sólo los invitamos a que regresen al tercer párrafo de esta sección.
Total, que panistas y priistas no sólo se divorciaron después de las elecciones, sino que llegó un tercero en discordia que les quitó tres puestos en el Palacio Legislativo para los próximos tres años.
Ni las historias con la doctora Ana María Polo tuvieron un desenlace tan dramático.