Malecón

MALECÓN
15/01/2025 00:03
    Evidentemente no esperamos que un Secretario de Seguridad proporcione los detalles sensibles de algún operativo o despliegue de las fuerzas de seguridad, todos somos conscientes de que hay cosas que no pueden responderse al instante, pero de eso a no dejarse ver por casi un mes, perdón por la expresión, pero ya ni la amuela.

    Ya propusieron al profe Loza

    Pues sólo era cuestión de tiempo para que el nombre del profesor Óscar Loza Ochoa apareciera entre los aspirantes a ocupar el cargo de Presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Sinaloa.

    Ayer, una asociación civil presentó al activista como aspirante para ocupar el cargo, y aunque todavía no se ha formalizado su inscripción es el primero que levanta la mano para suplir al maestro José Carlos Álvarez Ortega, junto con la ex magistrada Lucila Ayala de Moreschi.

    La Asociación Civil “Centro de Estudio de Derecho y Análisis de Investigación Jurídica de Sinaloa” fue la que propuso al profe Loza como una de las opciones para presidir la CEDH.

    La noticia se originó ayer en el Congreso del Estado cuando el Diputado Pedro Alonso Villegas Lobo, presidente de la Comisión de Derechos Humanos en el Congreso del Estado, dio detalles sobre la inscripción como eso de la falta formalidad y la falta de documentación del aspirante.

    Según el proceso, Loza Ochoa debe acudir y entregar también su documentación.

    Aunque su mero nombre inspira para muchos una garantía en el cargo, debido a su experiencia y la vocación que ha mostrado toda su vida como activista de los derechos humanos, desde el Congreso esperan que haya más nombres de personas interesados, pues buscarán que haya una pluralidad de ideas en los planes de trabajo del organismo.

    Loza Ochoa ya fue Presidente de la CEDH del 5 de junio de 2003 al 30 de mayo de 2007.

    La fecha límite para que los aspirantes presenten sus documentos y se concrete el registro es el próximo 19 de enero a las 17:00 horas.

    Inquietud en la zona rural de Mazatlán

    La zona rural de Mazatlán no está tranquila, al contrario, hay mucha inquietud y temor en la mayoría de los poblados.

    Denuncias que llegan a nuestra Redacción apuntan que hasta la venta “obligada” de ganado al precio “impuesto” por los criminales es ya un modus operandi.

    Ni se diga los cobros por dejarlos trabajar o incluso vivir.

    El desplazamiento de los pobladores continúa dándose, a un flujo menor, pero constante. La gente no puede vivir en los poblados, porque no hay garantías de nada.

    Y tan sólo los aseguramientos de los días recientes por parte de las fuerzas militares y de seguridad muestran, aunque esperanza de que se están haciendo operativos con resultados concretos, también el miedo al constatar que los grupos armados están por doquier.

    El Tecomate de la Noria, El Zapote, La Noria, El Placer, San Marcos, Los Limones, Guamúchil, Copales, El Quemado y hasta El Quelite son poblados inquietos.

    Ayer, las autoridades informaron decomisos de armas, municiones y artefactos explosivos, que aunque “hechizos”, no por eso dejan de ser letales, y los hallaron en los poblados de El Zapote, El Placer, San Marcos, Guamúchil, Copales y El Tecomate.

    Y pues del lado de la costa ni se diga, El Walamo ha sido escenario reciente de homicidios despiadados que mantienen el terror en la región.

    Lo dicho, la zona rural de Mazatlán está inquieta, no hay tranquilidad.

    Y de lo comercial, ni se diga

    Y continuando con inquietud en Mazatlán, no podemos dejar de señalar la situación comercial que ya se está viendo afectada por la crisis de seguridad.

    Por supuesto que si comparamos al puerto con Culiacán, pues obviamente hay aún una diferencia abismal en afectación, pero lo cierto es que también los negocios mazatlecos están sufriendo por la falta de clientes y por el recorte de horarios que han tenido que hacer debido a la inseguridad.

    Ayer se supo del cierre de dos bares en la zona turística, amén de que ya ha trascendido que muchos de los bares y antros, aunque no han cerrado, están con operación mínima o suspendida temporalmente.

    La dirigente de Canaco, Francis Cázarez, que ayer se reunió con la Alcaldesa Estrella Palacios, puso el dedo en la llaga cuando señaló que más que “cuesta de enero” lo que se está viviendo es el “barranco de enero”.

    La sufridera no es para menos. Y aunque con toda la disposición del mundo la Canaco Servytur se apresta para apoyar a la autoridad con todo la promoción turística que se pueda, la verdad es que es un trabajo intenso el que se requerirá y sin garantía de resultados positivos.

    De hecho, con mucha precisión, la Canaco Servytur está sugiriendo promover la marca “Mazatlán” por sí sola, separándola de la marca “Sinaloa”, que está tan trastocada a nivel nacional e internacional.

    Ojalá resulte, necesitamos buenas noticias y buenos resultados.

    Pero con mucho evento político

    Pues con todo y todo, lo que sí es que Mazatlán sigue muy solicitado últimamente para presentación de rueda de prensa con temas políticos y de propuestas para dirigir organismos.

    Quién sabe si es por el tema de la inseguridad en la capital del estado, pero el puerto está movidito con actores políticos.

    Hoy, por ejemplo, el PAN dará temprano una rueda de prensa en un hotel de la Avenida del Mar sobre las próximas elecciones a síndicos y comisarios en Mazatlán.

    Una hora después, a las 10:00 horas y en un salón alterno del mismo hotel, la legisladora sinaloense de Morena, Imelda Castro Castro, vicepresidenta del Senado de la República, ofrecerá una rueda de prensa-desayuno para abordar los resultados del primer periodo ordinario de sesiones de la LXVI Legislatura y de la agenda para el segundo periodo.

    A la misma hora, pero en un restaurante cerca de ahí, el activista y defensor de los derechos humanos Óscar Loza Ochoa presentará su propuesta para presidir la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

    Veremos y diremos.

    Oscarín, el opaquín

    A la lista de leyendas urbanas que figuran en el servicio público de Sinaloa, en la que están el Alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil, o las y los diputados federales, le hemos dado especial atención al caso del Secretario de Seguridad Pública, Óscar Rentería Schazarino.

    Como ya sabe por lo insistentes que hemos sido, desde que rindió protesta en el cargo, al señor Schazarino se le ha visto en público menos veces que a una segunda caja abierta en el Oxxo.

    Hace poco, el Subsecretario de Seguridad, Humberto Zerón Martínez, defendió que el titular de la SSP quiere expresarse con resultados más que con palabras, y que por eso no ha salido a dar la cara a la prensa y ciudadanía.

    El problema es que los resultados no expresan algo mucho mejor de lo que podría transmitir con palabras, básicamente porque las calles de Culiacán siguen vaciándose apenas se acerca el anochecer.

    Lo más importante para evaluar a un funcionario siempre serán los resultados, pero no deja de ser relevante que dé la cara, que se plante y rinda cuentas a la gente a quien sirve.

    Hasta ahora, la llegada de Óscar Rentería Schazarino a Sinaloa no ha dado muestras de ser tan distinto a lo que hacía Gerardo Mérida Sánchez, con la excepción de que el General hacía la lucha por esclarecer determinados hechos a través del micrófono. No siempre le salía bien, pero lo intentaba.

    Por eso mismo es que nos sorprende que una persona a quien respetamos tanto como la Diputada María Teresa Guerra Ochoa defienda la opacidad del Secretario con el argumento de que lo hace para no comprometer las estrategias de seguridad.

    Evidentemente no esperamos que un Secretario de Seguridad proporcione los detalles sensibles de algún operativo o despliegue de las fuerzas de seguridad, todos somos conscientes de que hay cosas que no pueden responderse al instante, pero de eso a no dejarse ver por casi un mes, perdón por la expresión, pero ya ni la amuela.

    Lo único que ha generado el General Schazarino con este hermetismo es la intriga para ver si tendrá cara de enviar a otra personas en su representación a la comparecencia ante el Congreso del Estado, o si va a desairar ese llamado.