El puyazo de Rocha Moya fue suficiente para ver a Sandoval Angulo enseñando los dientes, ninguna otra cosa lo hubiera hecho molestarse tanto, podían reclamarle el pésimo estado de la educación en Sinaloa o la falta de nivel de los maestros, eso le hubiera provocado risa, pero hacerle una auditoría rompe con todos sus valores morales.
    Sal y limón

    La solicitud de una auditoría al fideicomiso del SNTE 53 solicitada por el Gobernador Rubén Rocha Moya, fue algo así como echarle limón a una almeja viva.

    El “presunto líder” sindical de la sección, José Fernando Sandoval Angulo, aventó espuma por la boca, se quería sacar los ojos con las uñas, se arrancaba los pelos nomás de pensar en que una auditoría se atreviera a echar luz sobre los pasadizos secretos de las cuentas del sindicato.

    No hay nada peor que tocarle los bolsillos a un sindicato, hace mucho tiempo que en México la única razón de ser de los sindicatos y sus líderes es el dinero, claro, el dinero de los sindicalizados, por supuesto.

    Y lo llamamos “presunto líder” porque todos sabemos que detrás de Sandoval Angulo se encuentra el eterno líder magisterial, Daniel Amador Gaxiola, el que mueve los hilos del sindicato y le dicta lo que tiene que salir a decir a los líderes del sindicato.

    El puyazo de Rocha Moya fue suficiente para ver a Sandoval Angulo enseñando los dientes, ninguna otra cosa lo hubiera hecho molestarse tanto, podían reclamarle el pésimo estado de la educación en Sinaloa o la falta de nivel de los maestros, eso le hubiera provocado risa, pero hacerle una auditoría rompe con todos sus valores morales.

    Y como siempre, los líderes sindicales no se saben otra, y Sandoval Angulo sacó la bandera de la “autonomía”, la entelequia de todos los sindicatos, universidades y organismos que reciben dinero público, pero que se niegan a revelar cómo se lo gastan.

    ¿Qué necesidad?

    Lo que nos llamó la atención es que en el rifirrafe protagonizado por el líder magisterial del SNTE 53 contra el Gobierno del Estado, el Gobernador Rubén Rocha Moya no debería de permitir que se le suban a las barbas.

    En todo caso, este tipo de batallas las tiene que dar alguno de sus secretarios, ya sea la Secretaria de Educación o el Secretario de Gobierno, pero cuando un Gobernador se sube al ring debe de ser una última instancia.

    Al subirse al ring con un líder rabioso y agresivo, lo único que hace el Gobernador es otorgarles un nivel que su contrario no tiene, y además tiene que llevar la afrenta hasta la última instancia, porque si no actúa, el Gobernador muestra signos de debilidad.

    ¿Y hasta dónde podría llegar un Gobernador en este tipo de enfrentamientos?

    Bueno, para empezar el sindicato magisterial se encuentra dentro de un proceso electoral interno, esa es una de las razones por las que José Fernando Sandoval Angulo reaccionó con esa fiereza.

    El líder sindical sabe que es el peor momento para mostrar debilidad, así que sacó las garras, aunque también se arriesgó a la venganza desde el Tercer Piso.

    Los sindicatos deberían de recordar que la 4T está desmantelando los sindicatos charros, aquellos que han medrado durante décadas con el dinero de los trabajadores.

    Ya lo han hecho en diferentes partes del País, así que no deberían ponerse tan sabrosos, no les vaya a llegar por aquí la barredora, perdón, la transformadora.

    ¿Separación de poderes?

    El Congreso de Sinaloa ya está en proceso de solicitar auditorías sobre los temas que el Gobernador Rubén Rocha Moya mencionó en su conferencia de prensa semanal, demostrando que hay una separación de poderes, al pedirle al Legislativo que las solicitara.

    Si bien, el Poder Legislativo tiene una mayoría de un partido que responde al mismo color del Ejecutivo estatal, son los legisladores a los que les toca hacer una solicitud de una auditoría a un sindicato magisterial.

    En el Congreso ya hay una guerra contra la auditora Emma Guadalupe Félix Rivera. Los diputados de Morena y el PAS han solicitado el retiro de la titular de ese cargo.

    Por su parte, la auditora ha preferido no hacer comentario alguno del tema, práctica que siempre ha realizado.

    Se le olvida que recibe recursos públicos y que hay temas por desahogar, pero esconderse es su mayor y única respuesta. Para calmar las aguas tienen a su encargada de prensa que se limita a decir: “la auditora no está dando entrevistas”.

    Como en cantina

    Lamentable, por no decir patético, el evento en el que el Instituto Municipal de la Juventud de Culiacán firmó acuerdos con organizaciones civiles para definir su agenda de trabajo.

    El evento fue el pasado fin de semana en Casa Riveros, a donde asistieron representantes de Cruz Roja, colectivos feministas y jóvenes emprendedores, pero de verdad que no merecían la desorganización del encuentro.

    Tardaron una hora en iniciar, ya iniciado los organizadores se pusieron a limpiar las mesas que se estaban usando, y no existió un discurso que sintetizara o explicara los intereses del Imju al participar en estos espacios.

    Parecía una plática entre conocidos más que un evento formal o institucional.

    Se acaba el tiempo

    El Alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo “El Químico” Benítez, mantiene una lucha contra el tiempo, en su desesperada carrera por organizar el Carnaval de Mazatlán.

    Su estrategia ha sido la de esperar hasta el último momento para tomar la decisión sobre si se cancela o se pospone la fiesta grande los mazatlecos, debido a la pandemia.

    Cada que le preguntan el día en que se tomará la decisión definitiva avienta la fecha para el próximo viernes, pero tarde o temprano se le acabarán los viernes, las fechas de la fiesta ya están encima.

    Su esperanza es levantarse un día y leer la noticia en Noroeste que anuncie que las cifras de contagios se desplomaron, que el verde del semáforo cubre al puerto y que las autoridades de Salud otorgan su permiso para que Mazatlán pueda lanzarse a las calles a bailar y beber a ritmo de Los papaquis.

    El problema es que sucede todo lo contrario, entre más se acerca la fecha más contagios se registran, y cuando todo parece que va a cambiar, aparecen los miles de casos de una empresa privada que no dio a conocer sus casos nuevos.

    A estas alturas la pregunta ya no es si se va a posponer el Carnaval, la pregunta es ¿hasta qué fecha lo van a posponer?

    Sal y limón

    La solicitud de una auditoría al fideicomiso del SNTE 53 solicitada por el Gobernador Rubén Rocha Moya, fue algo así como echarle limón a una almeja viva.

    El “presunto líder” sindical de la sección, José Fernando Sandoval Angulo, aventó espuma por la boca, se quería sacar los ojos con las uñas, se arrancaba los pelos nomás de pensar en que una auditoría se atreviera a echar luz sobre los pasadizos secretos de las cuentas del sindicato.

    No hay nada peor que tocarle los bolsillos a un sindicato, hace mucho tiempo que en México la única razón de ser de los sindicatos y sus líderes es el dinero, claro, el dinero de los sindicalizados, por supuesto.

    Y lo llamamos “presunto líder” porque todos sabemos que detrás de Sandoval Angulo se encuentra el eterno líder magisterial, Daniel Amador Gaxiola, el que mueve los hilos del sindicato y le dicta lo que tiene que salir a decir a los líderes del sindicato.

    El puyazo de Rocha Moya fue suficiente para ver a Sandoval Angulo enseñando los dientes, ninguna otra cosa lo hubiera hecho molestarse tanto, podían reclamarle el pésimo estado de la educación en Sinaloa o la falta de nivel de los maestros, eso le hubiera provocado risa, pero hacerle una auditoría rompe con todos sus valores morales.

    Y como siempre, los líderes sindicales no se saben otra, y Sandoval Angulo sacó la bandera de la “autonomía”, la entelequia de todos los sindicatos, universidades y organismos que reciben dinero público, pero que se niegan a revelar cómo se lo gastan.

    ¿Qué necesidad?

    Lo que nos llamó la atención es que en el rifirrafe protagonizado por el líder magisterial del SNTE 53 contra el Gobierno del Estado, el Gobernador Rubén Rocha Moya no debería de permitir que se le suban a las barbas.

    En todo caso, este tipo de batallas las tiene que dar alguno de sus secretarios, ya sea la Secretaria de Educación o el Secretario de Gobierno, pero cuando un Gobernador se sube al ring debe de ser una última instancia.

    Al subirse al ring con un líder rabioso y agresivo, lo único que hace el Gobernador es otorgarles un nivel que su contrario no tiene, y además tiene que llevar la afrenta hasta la última instancia, porque si no actúa, el Gobernador muestra signos de debilidad.

    ¿Y hasta dónde podría llegar un Gobernador en este tipo de enfrentamientos?

    Bueno, para empezar el sindicato magisterial se encuentra dentro de un proceso electoral interno, esa es una de las razones por las que José Fernando Sandoval Angulo reaccionó con esa fiereza.

    El líder sindical sabe que es el peor momento para mostrar debilidad, así que sacó las garras, aunque también se arriesgó a la venganza desde el Tercer Piso.

    Los sindicatos deberían de recordar que la 4T está desmantelando los sindicatos charros, aquellos que han medrado durante décadas con el dinero de los trabajadores.

    Ya lo han hecho en diferentes partes del País, así que no deberían ponerse tan sabrosos, no les vaya a llegar por aquí la barredora, perdón, la transformadora.

    ¿Separación de poderes?

    El Congreso de Sinaloa ya está en proceso de solicitar auditorías sobre los temas que el Gobernador Rubén Rocha Moya mencionó en su conferencia de prensa semanal, demostrando que hay una separación de poderes, al pedirle al Legislativo que las solicitara.

    Si bien, el Poder Legislativo tiene una mayoría de un partido que responde al mismo color del Ejecutivo estatal, son los legisladores a los que les toca hacer una solicitud de una auditoría a un sindicato magisterial.

    En el Congreso ya hay una guerra contra la auditora Emma Guadalupe Félix Rivera. Los diputados de Morena y el PAS han solicitado el retiro de la titular de ese cargo.

    Por su parte, la auditora ha preferido no hacer comentario alguno del tema, práctica que siempre ha realizado.

    Se le olvida que recibe recursos públicos y que hay temas por desahogar, pero esconderse es su mayor y única respuesta. Para calmar las aguas tienen a su encargada de prensa que se limita a decir: “la auditora no está dando entrevistas”.

    Como en cantina

    Lamentable, por no decir patético, el evento en el que el Instituto Municipal de la Juventud de Culiacán firmó acuerdos con organizaciones civiles para definir su agenda de trabajo.

    El evento fue el pasado fin de semana en Casa Riveros, a donde asistieron representantes de Cruz Roja, colectivos feministas y jóvenes emprendedores, pero de verdad que no merecían la desorganización del encuentro.

    Tardaron una hora en iniciar, ya iniciado los organizadores se pusieron a limpiar las mesas que se estaban usando, y no existió un discurso que sintetizara o explicara los intereses del Imju al participar en estos espacios.

    Parecía una plática entre conocidos más que un evento formal o institucional.

    Se acaba el tiempo

    El Alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo “El Químico” Benítez, mantiene una lucha contra el tiempo, en su desesperada carrera por organizar el Carnaval de Mazatlán.

    Su estrategia ha sido la de esperar hasta el último momento para tomar la decisión sobre si se cancela o se pospone la fiesta grande los mazatlecos, debido a la pandemia.

    Cada que le preguntan el día en que se tomará la decisión definitiva avienta la fecha para el próximo viernes, pero tarde o temprano se le acabarán los viernes, las fechas de la fiesta ya están encima.

    Su esperanza es levantarse un día y leer la noticia en Noroeste que anuncie que las cifras de contagios se desplomaron, que el verde del semáforo cubre al puerto y que las autoridades de Salud otorgan su permiso para que Mazatlán pueda lanzarse a las calles a bailar y beber a ritmo de Los papaquis.

    El problema es que sucede todo lo contrario, entre más se acerca la fecha más contagios se registran, y cuando todo parece que va a cambiar, aparecen los miles de casos de una empresa privada que no dio a conocer sus casos nuevos.

    A estas alturas la pregunta ya no es si se va a posponer el Carnaval, la pregunta es ¿hasta qué fecha lo van a posponer?