El Gobernador Quirino Ordaz Coppel no pudo dejar su último Grito de Independencia sin dejar su marca y gritar, entre vivas a los héroes, a México, a Sinaloa, su ¡Puro Sinaloa!.

En una ceremonia con una explanada del Palacio de Gobierno casi vacía, pero con un balcón lleno de amigos, invitados y familiares, el Mandatario estatal a manera de despedida departió con todo mundo, se tomó fotos y selfies, con quien se lo pidiera.

Y pese a que la ceremonia del Grito de Independencia no tuvo concierto masivo y fue organizado así para evitar las aglomeraciones, en el segundo y tercer piso del Palacio de Gobierno los invitados del Gobernador Quirino Ordaz Coppel y los integrantes de su gabinete se aglomeraron y algunos no portaban cubrebocas, y hasta hubo presencia de menores de edad en este evento.

Sí, mientras a los que se animaron a tomar un asiento en la explanada los hicieron que pasaran por varios filtros rigurosos, allá arriba, el jolgorio y la pachanga estaban a tope.

La partida de Quirino Ordaz Coppel inició ya y eso se palpa en los eventos que encabeza.

Ayer por la mañana, el Mandatario estatal encabezó el acto cívico de izamiento de bandera con motivo del 211 aniversario de la Independencia de México y el último que le correspondió como Gobernador, y ahí se dijo satisfecho con su labor al frente del Estado.

“La verdad que sí, hicimos mucha obra, ahí están los resultados, por sus frutos los conoceréis, como dicen, pero misión cumplida, me voy tranquilo”, dijo Ordaz Coppel.

Admitió que hay muchas cosas todavía, sobre todo en los temas que ha insistido de seguir trabajando para bajar los niveles de pobreza y desigualdad que hay en el estado.

Presumió obras de infraestructura que se iniciaron como son las carreteras y las presas, que seguramente serán detonantes en el desarrollo del estado.

Otro detalle donde se observa que ya anda entregando las llaves del Palacio de Gobierno es que comparte los eventos con el Gobernador electo, Rubén Rocha Moya.

Los dos felices, uno va a entregar y el otro va a recibir, la verdad es que si tuviéramos que elegir nos pondrìamos en los zapatos del que se va, porque nadie sabe cómo se van a poner los guamazos en los próximos años.

Desde la Federación sólo se escucha hablar de austeridad, la pandemia va a seguir consumiendo una gran cantidad de recursos y a nivel internacional se habla de una recesión económica mundial para el 2023.

Las razones de la violencia siguen intactas, así que en cualquier momento se arma la balacera, sin que nadie haya encontrado la fórmula para desactivarla.

Así que las condiciones para los futuros gobiernos no se ven muy halagadoras que digamos.

Que dice el Gobernador, Quirino Ordaz Coppel, que si no se ponen de acuerdo y cooperan el proyecto Sendero no va, eso es lo que dicen activistas que presumieron una reunión con el Mandatario estatal.

Y es que después de que el movimiento defensor de “La Milla”, le pidió al Presidente Andrés Manuel López Obrador que los atendiera, apenas así Ordaz Coppel aceptó tener una reunión con los vecinos y usuarios que no están conformes con el proyecto.

Así que después de esto o se arreglan de algún modo y alguno de los dos bandos cede, para que el Gobernador pueda dar el visto bueno, sino el monto contemplado no se va a ejercer, bueno al menos eso es lo que según ellos dice el Mandatario.

Se puso a la Sedesu como mediadora entre la Sociedad Botánica y los defensores de “La Milla”, para que se agarren sus manitas se den saludo de la paz y lleguen a un acuerdo en común en donde las dos partes salgan beneficiadas.

Vamos a ver si cabe la cordura en alguna de las dos partes y se llega a un acuerdo, porque eso de dejar ir recursos que andan tan escasos, la verdad es que no suena nada bien.

Después de que sucedió la tragedia del techo que se desplomó en una zapatería en el Centro de Culiacán, en el cual murió una mujer y dejó varios heridos de gravedad, ahora los arrendatarios ya se están preocupando por las condiciones de sus locales.

Y es que las solicitudes para revisiones de las condiciones de seguridad estructural aumentaron, bueno eso es lo que dice el Colegio de Arquitectos de Sinaloa.

Parece que les agarró el temor de que les pueda suceder algo así, o será que de verdad están preocupados por la seguridad del personal que labora en cada local del Centro.

Hasta el Alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, salió luego, luego, a levantar la mano para anunciar que se hará una lista de los inmuebles que se pueden intervenir para reforzar su seguridad, además de revisar los que son históricos, esto en conjunto con el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el INAH.

Lo que es evidente es que esto es derivado de negligencias por parte de las autoridades y los mismos arrendatarios, ya que muchas veces no se hacen las revisiones correspondientes.

El que sacó sus mejores garritas del clóset y se aventó un discurso con tintes históricos fue el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

El escenario era perfecto: rodeado de militares y sin que nadie le pudiera hacer la menor crítica, el tabasqueño se transportó a los años de la Guerra Fría, invitó para reforzar el ambiente al sucesor de Fidel Castro en Cuba, Miguel Díaz-Canel, y arrojó todas sus canicas en contra de Estados Unidos.

¿Que sí qué tenía que ver Cuba con el aniversario de la Independencia de México? Nada, lo mismo AMLO hubiera podido invitar al dictador de Corea del Norte o al de Nicaragua y se pudiera haber aventado los discursos que quisiera, al fin todo es plática.

Quizá la mejor parte de su discurso fue cuando le dedicó tiempo a Miguel Hidalgo y Costilla, a quién recordó fusilado, mutilado y vejado por sus enemigos, para después convertirse en el Padre de la Patria.

López Obrador sabe aprovechar cualquier tiempo muerto para hacer política, aún y cuando solo se trata de un desfile.