Para dar respuesta ante la situación de inseguridad que atraviesa el estado, con tanta persona asesinada y de unas formas tan horribles, al Gobernador Rubén Rocha Moya le pareció buena idea exponer la situación de seguridad de Sinaloa.

Con datos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana presumió que el estado nunca había tenido tan bajos números en asesinatos, pero bien que las cifras en desaparición forzada no presume porque con esas no hay nada que aplaudirle.

Fue de pésimo gusto por parte del Gobernador jactarse que en el estado no estamos tan mal en homicidio, pues este fin de semana hay al menos diez familias que perdieron miembros por culpa de la falta de un estado de derecho.

Y en todo este descontrol el Gobernador señaló que la movilizaciones de elementos militares por el estado, específicamente en Culiacán, son de fuerzas federales y que no se han tocado esos temas en la mesa de seguridad en la que diario participan autoridades de los tres niveles de Gobierno.

Pues qué situación hay que el Gobierno Federal, mediante la Secretaría de la Defensa Nacional, no entera al Gobernador y al Secretario de Seguridad Gerardo Mérida Sánchez sobre los operativos que se realizan en el estado.

Pareciera que no hay confianza como para que se considere que la Sedena debe mantener secrecía con el Gobierno de Sinaloa.

Y hablando de Mérida Sánchez, ni ha asomado la cabeza estos días.

Ya va más de una semana que no hay transparencia en la toma de decisiones de las autoridades militares en el estado, y simplemente no se puede continuar así.

Como que el Presidente Municipal de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil, después de las campañas electorales ya anda más suelto y con más confianza en sí mismo y todo el rollo.

Es más, hasta parece que tomó en cuenta nuestras críticas y hasta se nota como alguien que le interesa y le sabe más a eso de sus gestiones como el administrador del municipio de Culiacán.

De pasar encerrado su oficina sin salir, o salir a la sorda y con solo con sus colaboradores, sin exponer su figura a la opinión pública, y mucho menos atender a la prensa, ya está pasando a ser como cualquier político, metiendo más paja en las declaraciones y hasta desviando las respuesta a las preguntas incómodas de los reporteros.

Algo le tenía que aprender a su padrino el Gobernador Rubén Rocha Moya y miren que Gámez Mendívil hasta le aprendió a eso de llamarle la atención a su gente frente a todos.

Pero miren, otra cosa de aquí hemos visto como bueno, porque Juan de Dios tiende a olvidar algunas cosas en frente de la gente y al público le resulta chistoso, en especial cuando acaba de dar banderazo o arranque de pavimentación o entrega de alguna obra.

En fin, esperemos que no se le pase la euforia de las elecciones, que ya asimile que es el alcalde electo y sobre todo, que no se le olviden los compromisos que ha pactado con Culiacán.

Desde que el gobierno federal anunció que al Paseo del Ángel en Culiacán sería el primer sector de la ciudad en obtener este título, a la raza le cayó buena la noticia y esperaban con anhelo tal distinción, pero pasó algo muy raro.

Para empezar, que el evento en el que se confirmó se haya llevado a cabo en una tierra tan lejana como San Antonio, Texas, en los Estados Unidos, pues no nos dice nada.

Todos, o la mayoría que estaban enterados de esto, esperábamos por lo menos una ceremonia, un cotorreo, una tertulia de perdida con alguna orquesta en la calle, algún corte de listón o de perdida una chingada cartulina con algo impreso en ella.

Lo decimos, insistimos, porque estamos hablando de que es el primero en el estado y que es poco serio que no tenga una presentación como se merece.

Nadie ha dicho nada, es más los propietarios o trabajadores de los negocios en la calle Ángel Flores no están enterados bien del proyecto.

A principios de año, la entonces Secretaria de Turismo estatal, Estrella Palacios, comentó que Miguel Torruco Marqués, titular de Sectur Federal, asistiría a Culiacán para entregar personalmente tan buen distintivo, pues no solo se trataba de cualquier nombramiento, sino del primer Barrio Mágico en Sinaloa.

Pues ya Estrellita ni está y terminó anunciándolo en un evento en los EU y acá ya dijeron que no se haría nada, todo se canceló, que pasaron los meses del periodo electoral y todo ese relajo.

Pero, ¿ahora qué es lo que se hará?, ¿qué cosas novedosas le esperan al ahora Barrio Mágico?, ¿cuáles son las gestiones que hará el gobierno municipal para presentar al Paseo del Ángel?

Ojalá que alguien lo sepa, para aclarar dudas.

Ridículo que desde el mismo Gobierno del Estado se presten a prácticas que infrinjan la ley, y que se hagan los desentendido o los “discúlpeme no me di cuenta”.

Y estas prácticas, cada vez más comunes, comienzan a verse como algo normal, como algo que no le hace daño a nadie, cuando es a todas luces un delito y que termina en lo que siempre nos quejamos: una bola de vivos manoseado dinero público.

Noroeste publicó en exclusiva este lunes una investigación en su noticiero sobre cómo la Secretaría de Obras Públicas permitió que se pagaran 99 millones 581 mil 112 pesos extras en los contratos de 89 obras firmando convenios para incrementar los costos de los trabajos de obra entre 2022 y 2023, cuando era el titular José Luis Zavala Cabanillas.

Y dijera La Gilbertona, no nos hagamos como que somos de la otra cuadra, cuando sabemos que somos de esta.

Las razones por las que se otorgan estos convenios de ampliación son responsabilidad, en su mayoría, de los mismos contratistas.

Miren, hemos visto justificaciones tan absurdas como: olvidé que tenía que hacer estudios de suelto antes, no sabía que también tenía que llevar trabajos de drenaje o no hay de esto, y vamos a tener que meterle de esto, justo la causa con la que otros contratistas quedaron fuera.

Todos los trabajadores de la SOP saben que esto ha pasado siempre y más allá de buscar soluciones, pues mejor se quedan callados y le pican al botón de No es mi pedo.

Este problema, como siempre hemos dicho, sigue porque es mucha la raza que saca raja de cualquier tipo, nadie quiere hacerse responsable y los que pudieran responsabilizarse, pues lo ven normal.

Cosas que aunque digan segunda, tercera, cuarta o quinta transformación, seguramente van a seguir ocurriendo de la misma forma, hasta que la mentalidad y la madurez civil nos llegue. Ni modo.

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Malecón es columna institucional de esta casa editorial.

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