MALECÓN
29/11/2021 04:00
    El asunto es que se suponía que el Gobierno saliente de Quirino Ordaz Coppel le dejó las finanzas en forma al actual Gobierno de Rocha Moya, para que no sufriera las “ansiedades” de fin de año, y de pronto nos anuncian la posibilidad de solicitar créditos para evitar apreturas.
    Cierre de año

    Hace unos días, el Gobernador Rubén Rocha Moya anunció que apalabró dos créditos bancarios, de 300 millones de pesos cada uno, para asegurar que su administración cuente con los recursos necesarios para cubrir salarios y aguinaldos del cierre de año.

    La noticia provocó dos cosas: por un lado le dio certidumbre a los trabajadores del Estado, los que pudieron dormir tranquilos sabiendo que van a contar con lo necesario para afrontar los gastos de Navidad, pero por otro lado el anuncio provocó algunas dudas en la ciudadanía.

    El asunto es que se suponía que el Gobierno saliente de Quirino Ordaz Coppel le dejó las finanzas en forma al actual Gobierno de Rocha Moya, para que no sufriera las “ansiedades” de fin de año, y de pronto nos anuncian la posibilidad de solicitar créditos para evitar apreturas.

    Bueno, este Centinela se dio a la tarea de investigar cómo está la situación y explicarles a nuestros lectores lo que está sucediendo en el Gobierno estatal.

    El déficit

    El cierre de año siempre es una pesadilla para cualquier empresa o Gobierno, por muy grande o pequeño que sea.

    Cuando llega diciembre hay que pagar aguinaldos, salarios, bonos, deudas atrasadas y lo que se acumule.

    De ahí que el Gobierno estatal se ponga en guardia cuando se acerca diciembre, y si a eso le sumamos que el actual Gobierno estatal tomó el poder en noviembre, la cosa puede poner histérico a más de uno.

    Bueno, resulta que para cerrar el año, el Gobierno estatal voltea con el Gobierno federal y le solicita que le envíe los recursos necesarios para afrontar el fin de año.

    Usted se preguntará ¿Y por qué el Gobierno federal tiene que pagar los aguinaldos y salarios del Gobierno estatal de Sinaloa?

    Estrategia financiera

    El Gobierno federal no tiene por qué pagar las cuentas del Gobierno estatal, pero resulta que durante todo el año, el Gobierno de Sinaloa paga una parte de los gastos de Salud y Educación, gastos que debería de pagar el Gobierno federal.

    A esta cuenta que se le va acumulando al Gobierno federal se le llama “déficit” y al final se convierte en un “guardadito” para el Gobierno estatal que reclama a Hacienda a final de año, y con este dinero generalmente se cubren los gastos de fin de año.

    El asunto es que usted ya se imaginará que la burocracia no tiene tiempos fijos, el dinero igual llega antes o después del 15 de diciembre, la fecha límite para pagar los salarios y aguinaldos de los trabajadores del Estado.

    Así que previendo que los recursos puedan retrasarse, el Gobernador Rubén Rocha Moya se apalabra con los bancos y solicita dos créditos, de 300 millones cada uno, por si los necesita.

    Ojalá y los recursos lleguen, y sería ideal que lleguen a tiempo. Nunca ha pasado que no lleguen, pero como andan las cosas tan impredecibles en estos tiempos, Rocha Moya mejor se aseguró, no vayan a quemarle el Palacio de Gobierno, los trabajadores si no llega su dinero.

    Ahogados

    La que se apresta a iniciar una estrategia que podría cambiar la historia del municipio de Rosario y sus finanzas es la Alcaldesa Claudia Valdez Aguilar, y lo va a hacer de una manera muy sencilla: se va a poner a cobrar el agua.

    Resulta que el municipio de Rosario, al igual que la mayoría de los municipios medianos y pequeños de Sinaloa tienen un desastre financiero provocado por juntas de agua que se encuentran en la quiebra.

    Las razones que han llevado a los municipios a esta situación son complejos, pero aquí se lo trataremos de explicar.

    Para empezar, fuera de las juntas de Mazatlán y Culiacán, hay pocos municipios que pueden presumir que tengan una junta municipal de agua y drenaje con finanzas sanas, la mayoría apenas puede dar el servicio y en municipios como Escuinapa, la mayor parte del tiempo la ciudadanía no cuenta con el servicio.

    Agua política

    Los municipios han convertido las gerencias del agua potable en puestos políticos y a los políticos no les conviene cobrar el agua. Otros municipios han convertido las juntas de agua en su caja chica, utilizando el dinero que producen para cubrir otras necesidades.

    Y pa’ qué nos hacemos, también hay juntas de agua donde la corrupción campea como una ave de mala muerte, dejando en quiebra cualquier intento de sanearlas.

    Bueno, con todo esto explicado, la Alcaldesa de Rosario, Claudia Valdez Aguilar, se apresta para arrancar un saneamiento de las finanzas de la junta de agua, y todo comienza con cobrar de manera real el agua que consumen los rosarenses.

    Esperemos que la Alcaldesa lo consiga y que su ejemplo sirva para que el resto de los municipios, Escuinapa en primer lugar, se pongan las pilas y entiendan que no hay otra manera de dar buenos servicios públicos y contando con finanzas sanas y transparentes.

    Llega a resolver

    Uno de los grandes problemas de Mazatlán es precisamente la distribución de agua, y su red de drenaje, siempre afectada por la cercanía con el mar.

    Aunque Jumapam es una de las juntas de agua de Sinaloa más saneadas, financieramente hablando, arrastra un enorme atraso en su red de drenaje y los mazatlecos sufren de manera recurrente cortes y mala calidad en el servicio de distribución de agua.

    Para enfrentar estos problemas, el Alcalde Luis Guillermo “El Químico” Benítez invitó como gerente de la paramunicipal al ex Secretario de Obras Públicas de Sinaloa, Osbaldo López Angulo.

    La elección del candidato no es mala, si algo tiene López Angulo es experiencia, con Quirino Ordaz Coppel construyó miles de obras y eso que ya tenía años en la construcción.

    Además es contador y le entiende a los números, así que es difícil que le vean la cara a la hora de hacer cuentas.

    Pero, siempre hay un pero: la clave estará en que lo dejen hacer su trabajo.

    Aquí en Mazatlán ya hay más gente traicionada, despedida e insultada por “El Químico” que la que trabaja en el Ayuntamiento.

    Es más, con la gente que ha corrido se podría hacer otro Ayuntamiento.

    Cierre de año

    Hace unos días, el Gobernador Rubén Rocha Moya anunció que apalabró dos créditos bancarios, de 300 millones de pesos cada uno, para asegurar que su administración cuente con los recursos necesarios para cubrir salarios y aguinaldos del cierre de año.

    La noticia provocó dos cosas: por un lado le dio certidumbre a los trabajadores del Estado, los que pudieron dormir tranquilos sabiendo que van a contar con lo necesario para afrontar los gastos de Navidad, pero por otro lado el anuncio provocó algunas dudas en la ciudadanía.

    El asunto es que se suponía que el Gobierno saliente de Quirino Ordaz Coppel le dejó las finanzas en forma al actual Gobierno de Rocha Moya, para que no sufriera las “ansiedades” de fin de año, y de pronto nos anuncian la posibilidad de solicitar créditos para evitar apreturas.

    Bueno, este Centinela se dio a la tarea de investigar cómo está la situación y explicarles a nuestros lectores lo que está sucediendo en el Gobierno estatal.

    El déficit

    El cierre de año siempre es una pesadilla para cualquier empresa o Gobierno, por muy grande o pequeño que sea.

    Cuando llega diciembre hay que pagar aguinaldos, salarios, bonos, deudas atrasadas y lo que se acumule.

    De ahí que el Gobierno estatal se ponga en guardia cuando se acerca diciembre, y si a eso le sumamos que el actual Gobierno estatal tomó el poder en noviembre, la cosa puede poner histérico a más de uno.

    Bueno, resulta que para cerrar el año, el Gobierno estatal voltea con el Gobierno federal y le solicita que le envíe los recursos necesarios para afrontar el fin de año.

    Usted se preguntará ¿Y por qué el Gobierno federal tiene que pagar los aguinaldos y salarios del Gobierno estatal de Sinaloa?

    Estrategia financiera

    El Gobierno federal no tiene por qué pagar las cuentas del Gobierno estatal, pero resulta que durante todo el año, el Gobierno de Sinaloa paga una parte de los gastos de Salud y Educación, gastos que debería de pagar el Gobierno federal.

    A esta cuenta que se le va acumulando al Gobierno federal se le llama “déficit” y al final se convierte en un “guardadito” para el Gobierno estatal que reclama a Hacienda a final de año, y con este dinero generalmente se cubren los gastos de fin de año.

    El asunto es que usted ya se imaginará que la burocracia no tiene tiempos fijos, el dinero igual llega antes o después del 15 de diciembre, la fecha límite para pagar los salarios y aguinaldos de los trabajadores del Estado.

    Así que previendo que los recursos puedan retrasarse, el Gobernador Rubén Rocha Moya se apalabra con los bancos y solicita dos créditos, de 300 millones cada uno, por si los necesita.

    Ojalá y los recursos lleguen, y sería ideal que lleguen a tiempo. Nunca ha pasado que no lleguen, pero como andan las cosas tan impredecibles en estos tiempos, Rocha Moya mejor se aseguró, no vayan a quemarle el Palacio de Gobierno, los trabajadores si no llega su dinero.

    Ahogados

    La que se apresta a iniciar una estrategia que podría cambiar la historia del municipio de Rosario y sus finanzas es la Alcaldesa Claudia Valdez Aguilar, y lo va a hacer de una manera muy sencilla: se va a poner a cobrar el agua.

    Resulta que el municipio de Rosario, al igual que la mayoría de los municipios medianos y pequeños de Sinaloa tienen un desastre financiero provocado por juntas de agua que se encuentran en la quiebra.

    Las razones que han llevado a los municipios a esta situación son complejos, pero aquí se lo trataremos de explicar.

    Para empezar, fuera de las juntas de Mazatlán y Culiacán, hay pocos municipios que pueden presumir que tengan una junta municipal de agua y drenaje con finanzas sanas, la mayoría apenas puede dar el servicio y en municipios como Escuinapa, la mayor parte del tiempo la ciudadanía no cuenta con el servicio.

    Agua política

    Los municipios han convertido las gerencias del agua potable en puestos políticos y a los políticos no les conviene cobrar el agua. Otros municipios han convertido las juntas de agua en su caja chica, utilizando el dinero que producen para cubrir otras necesidades.

    Y pa’ qué nos hacemos, también hay juntas de agua donde la corrupción campea como una ave de mala muerte, dejando en quiebra cualquier intento de sanearlas.

    Bueno, con todo esto explicado, la Alcaldesa de Rosario, Claudia Valdez Aguilar, se apresta para arrancar un saneamiento de las finanzas de la junta de agua, y todo comienza con cobrar de manera real el agua que consumen los rosarenses.

    Esperemos que la Alcaldesa lo consiga y que su ejemplo sirva para que el resto de los municipios, Escuinapa en primer lugar, se pongan las pilas y entiendan que no hay otra manera de dar buenos servicios públicos y contando con finanzas sanas y transparentes.

    Llega a resolver

    Uno de los grandes problemas de Mazatlán es precisamente la distribución de agua, y su red de drenaje, siempre afectada por la cercanía con el mar.

    Aunque Jumapam es una de las juntas de agua de Sinaloa más saneadas, financieramente hablando, arrastra un enorme atraso en su red de drenaje y los mazatlecos sufren de manera recurrente cortes y mala calidad en el servicio de distribución de agua.

    Para enfrentar estos problemas, el Alcalde Luis Guillermo “El Químico” Benítez invitó como gerente de la paramunicipal al ex Secretario de Obras Públicas de Sinaloa, Osbaldo López Angulo.

    La elección del candidato no es mala, si algo tiene López Angulo es experiencia, con Quirino Ordaz Coppel construyó miles de obras y eso que ya tenía años en la construcción.

    Además es contador y le entiende a los números, así que es difícil que le vean la cara a la hora de hacer cuentas.

    Pero, siempre hay un pero: la clave estará en que lo dejen hacer su trabajo.

    Aquí en Mazatlán ya hay más gente traicionada, despedida e insultada por “El Químico” que la que trabaja en el Ayuntamiento.

    Es más, con la gente que ha corrido se podría hacer otro Ayuntamiento.