las cosas, señores
Algo que ha indignado bastante, y con justa razón, a la ciudadanía que ha sufrido cada uno de los estragos de esta ola de violencia, ha sido el constante intento de autoridades y representantes populares de querer minimizar el asunto.
Por supuesto, las críticas principales se las ha llevado el Gobernador Rubén Rocha Moya, o el Secretario de Seguridad Pública, Gerardo Mérida Sánchez, pero algunos actores como diputadas y diputados, que son representantes del pueblo, tampoco quedan tan atrás.
Obviando a las y los diputados de Oposición, dentro del partido oficial, la Diputada María Teresa Guerra Ochoa, dentro de lo que cabe, ha mostrado al menos un poco de empatía con la situación, que es lo mínimo que se puede pedir en estas situaciones.
Y luego hay compas como el Diputado del Verde, que de ahí sale este encabezado, Rodolfo Valenzuela Sánchez, quien insiste en salir a declarar ante la prensa, pero o no se prepara, o no lo asesoran bien, pero el señor nomás no da una frente a los micrófonos.
Nos gusta pensar que su habilidad para opinar y expresarse verbalmente, es inversamente proporcional a su trabajo de campo, gestorías y acercamientos con la gente de su distrito, porque si no, pues que nos agarren confesados.
Se entiende que el Partido Verde es aliado del oficialismo, y evidentemente abrazarán el discurso de que las autoridades están haciendo su chamba, que siguen avanzando en restaurar el orden, y todo ese rollo que quieren presumir mediante fotos y videos recorriendo la ciudad de día, porque de noche está peligroso.
“Destaco también que en Culiacán, los culichis somos dueños de la ciudad, de día y de noche, es algo también que se ha puesto como meta el Secretario de Seguridad Pública, y a mí me parece interesante que se logre, que la vida nocturna ya se vuelva cosa de rutina”, fueron las palabras del Diputado.
A nadie le sorprende saber que la mayoría de nuestros legisladores no suelen pasársela mucho en las banquetas de las colonias populares, por lo menos si no se trata de algún acto de campaña disfrazado de gestión, pero reiteramos, tantita empatía no caerían mal.
Hace unas semanas comentábamos aquí que al Diputado Rodolfo Valenzuela le sobra la misma gracia que una piedra, pero tampoco era para que intente darse a conocer y sobresalir con cosas así.
De verdad que, si los políticos no tienen cosas interesantes o bien fundamentadas para decir, no abona mucho que hablen nomás por hablar, que ya la gente tiene esos perfiles muy identificados en diputados como Serapio Vargas o en su momento Gene Bojórquez.
Después de casi tres meses de que la inseguridad destrozara el panorama para los empresarios de Culiacán y Navolato, por fin llega un paliativo en forma de 62 millones de pesos que dispersará el Gobierno estatal.
Según las cámaras empresariales, al menos 10 mil desempleados ha dejado la crisis de violencia, y al menos 76 negocios cerrados tan sólo en Culiacán y los más afectados eran las micro, pequeñas y medianas empresas que estaban en la primera fila.
¿Será suficiente este parche económico para devolver la confianza perdida o para borrar los meses de miedo y pérdidas?
Falta averiguar si este monto de dinero compensará la falta de seguridad, estrategias de largo plazo y acompañamiento real a los empresarios.
El dinero, por sí solo, no arreglará los efectos de la inseguridad.
Sin garantías de seguridad para los empresarios, clientes y trabajadores, cualquier inversión será un esfuerzo a medias, destinado a perderse ante el miedo y la incertidumbre.
Reactivar la economía no es sólo cuestión de recursos; es también, y sobre todo, cuestión de devolverle la confianza a la sociedad.
El caso de Imala ilustra con crudeza esta realidad.
La violencia obligó a muchos de sus habitantes a abandonar el Pueblo Señorial, paralizando el turismo y dejando restaurantes y comercios vacíos desde septiembre.
Aunque la instalación de una base militar ha incentivado el regreso de algunos habitantes, el turismo no ha vuelto.
Antes que estas acciones hay que recordar que los ciudadanos organizados plantearon iniciativas para el consumo, tratando de impulsar la economía local con sus propios recursos, y ahora el gobierno dispersa dinero sin abordar el problema principal.
Sin seguridad, confianza y un plan integral que contemple desde la recuperación de comunidades hasta la estabilidad de los comercios en zonas afectadas, estos millones serán apenas un alivio temporal.
La verdadera fuerza para sanar la crisis, irónicamente, sigue siendo la gente, no quienes ostentan el poder.
Destacada la iniciativa del la institución Clinic ISEP de lanzar un programa de atención psicológica gratuita y en línea en Sinaloa.
Ayer, el grupo presentó a la prensa el proyecto que arrancará el próximo 9 de diciembre para quienes requieran la atención.
La iniciativa es sencilla y muy alcanzable, pues solo hay que llamar al número de teléfono 800 20 49 932 para agendar una cita.
Según los organizadores mas líneas telefónicas atenderán de 08:00 a 20:00 horas.
No es algo menor que la Universidad ISEP lanzara el proyecto Clinic Isep, que está enfocado a brindar atención psicológica gratuita y en línea a personas, pues Sinaloa, como lo sabe todo el País y buena parte del mundo, que atravesamos una crisis de inseguridad desde hace casi tres meses.
La presentación se realizó este jueves por la subdirectora general, Nayeli Tamayo, quien señaló que hay cifras nacionales arrojan que el 25 por ciento de la población sufre algún trastorno mental como ansiedad o depresión no recibe atención adecuada el programa se extenderá a todos los estados de la República.
Este programa estará a cargo de más de 2 mil estudiantes de maestría en Psicología Clínica con experiencia profesional y que formará parte de sus prácticas profesionales, pero que además serán supervisados por sus coordinadores.
Muchos sinaloenses compartirán que después de la pandemia del Covid 19 a la que sobrevivimos hace un par de años, detonó estos tipos de trastornos, y además de la crisis que vivimos, el gesto toma una mayor relevancia.
No conocemos mucho de lo que ha hecho la Universidad ISEP en Sinaloa, pero por este detalle ¡muchas, muchas gracias! Toda la ayuda que venga en estos momentos sin duda será bienvenida.
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las cosas, señores
Algo que ha indignado bastante, y con justa razón, a la ciudadanía que ha sufrido cada uno de los estragos de esta ola de violencia, ha sido el constante intento de autoridades y representantes populares de querer minimizar el asunto.
Por supuesto, las críticas principales se las ha llevado el Gobernador Rubén Rocha Moya, o el Secretario de Seguridad Pública, Gerardo Mérida Sánchez, pero algunos actores como diputadas y diputados, que son representantes del pueblo, tampoco quedan tan atrás.
Obviando a las y los diputados de Oposición, dentro del partido oficial, la Diputada María Teresa Guerra Ochoa, dentro de lo que cabe, ha mostrado al menos un poco de empatía con la situación, que es lo mínimo que se puede pedir en estas situaciones.
Y luego hay compas como el Diputado del Verde, que de ahí sale este encabezado, Rodolfo Valenzuela Sánchez, quien insiste en salir a declarar ante la prensa, pero o no se prepara, o no lo asesoran bien, pero el señor nomás no da una frente a los micrófonos.
Nos gusta pensar que su habilidad para opinar y expresarse verbalmente, es inversamente proporcional a su trabajo de campo, gestorías y acercamientos con la gente de su distrito, porque si no, pues que nos agarren confesados.
Se entiende que el Partido Verde es aliado del oficialismo, y evidentemente abrazarán el discurso de que las autoridades están haciendo su chamba, que siguen avanzando en restaurar el orden, y todo ese rollo que quieren presumir mediante fotos y videos recorriendo la ciudad de día, porque de noche está peligroso.
“Destaco también que en Culiacán, los culichis somos dueños de la ciudad, de día y de noche, es algo también que se ha puesto como meta el Secretario de Seguridad Pública, y a mí me parece interesante que se logre, que la vida nocturna ya se vuelva cosa de rutina”, fueron las palabras del Diputado.
A nadie le sorprende saber que la mayoría de nuestros legisladores no suelen pasársela mucho en las banquetas de las colonias populares, por lo menos si no se trata de algún acto de campaña disfrazado de gestión, pero reiteramos, tantita empatía no caerían mal.
Hace unas semanas comentábamos aquí que al Diputado Rodolfo Valenzuela le sobra la misma gracia que una piedra, pero tampoco era para que intente darse a conocer y sobresalir con cosas así.
De verdad que, si los políticos no tienen cosas interesantes o bien fundamentadas para decir, no abona mucho que hablen nomás por hablar, que ya la gente tiene esos perfiles muy identificados en diputados como Serapio Vargas o en su momento Gene Bojórquez.
Después de casi tres meses de que la inseguridad destrozara el panorama para los empresarios de Culiacán y Navolato, por fin llega un paliativo en forma de 62 millones de pesos que dispersará el Gobierno estatal.
Según las cámaras empresariales, al menos 10 mil desempleados ha dejado la crisis de violencia, y al menos 76 negocios cerrados tan sólo en Culiacán y los más afectados eran las micro, pequeñas y medianas empresas que estaban en la primera fila.
¿Será suficiente este parche económico para devolver la confianza perdida o para borrar los meses de miedo y pérdidas?
Falta averiguar si este monto de dinero compensará la falta de seguridad, estrategias de largo plazo y acompañamiento real a los empresarios.
El dinero, por sí solo, no arreglará los efectos de la inseguridad.
Sin garantías de seguridad para los empresarios, clientes y trabajadores, cualquier inversión será un esfuerzo a medias, destinado a perderse ante el miedo y la incertidumbre.
Reactivar la economía no es sólo cuestión de recursos; es también, y sobre todo, cuestión de devolverle la confianza a la sociedad.
El caso de Imala ilustra con crudeza esta realidad.
La violencia obligó a muchos de sus habitantes a abandonar el Pueblo Señorial, paralizando el turismo y dejando restaurantes y comercios vacíos desde septiembre.
Aunque la instalación de una base militar ha incentivado el regreso de algunos habitantes, el turismo no ha vuelto.
Antes que estas acciones hay que recordar que los ciudadanos organizados plantearon iniciativas para el consumo, tratando de impulsar la economía local con sus propios recursos, y ahora el gobierno dispersa dinero sin abordar el problema principal.
Sin seguridad, confianza y un plan integral que contemple desde la recuperación de comunidades hasta la estabilidad de los comercios en zonas afectadas, estos millones serán apenas un alivio temporal.
La verdadera fuerza para sanar la crisis, irónicamente, sigue siendo la gente, no quienes ostentan el poder.
Destacada la iniciativa del la institución Clinic ISEP de lanzar un programa de atención psicológica gratuita y en línea en Sinaloa.
Ayer, el grupo presentó a la prensa el proyecto que arrancará el próximo 9 de diciembre para quienes requieran la atención.
La iniciativa es sencilla y muy alcanzable, pues solo hay que llamar al número de teléfono 800 20 49 932 para agendar una cita.
Según los organizadores mas líneas telefónicas atenderán de 08:00 a 20:00 horas.
No es algo menor que la Universidad ISEP lanzara el proyecto Clinic Isep, que está enfocado a brindar atención psicológica gratuita y en línea a personas, pues Sinaloa, como lo sabe todo el País y buena parte del mundo, que atravesamos una crisis de inseguridad desde hace casi tres meses.
La presentación se realizó este jueves por la subdirectora general, Nayeli Tamayo, quien señaló que hay cifras nacionales arrojan que el 25 por ciento de la población sufre algún trastorno mental como ansiedad o depresión no recibe atención adecuada el programa se extenderá a todos los estados de la República.
Este programa estará a cargo de más de 2 mil estudiantes de maestría en Psicología Clínica con experiencia profesional y que formará parte de sus prácticas profesionales, pero que además serán supervisados por sus coordinadores.
Muchos sinaloenses compartirán que después de la pandemia del Covid 19 a la que sobrevivimos hace un par de años, detonó estos tipos de trastornos, y además de la crisis que vivimos, el gesto toma una mayor relevancia.
No conocemos mucho de lo que ha hecho la Universidad ISEP en Sinaloa, pero por este detalle ¡muchas, muchas gracias! Toda la ayuda que venga en estos momentos sin duda será bienvenida.
las cosas, señores
Algo que ha indignado bastante, y con justa razón, a la ciudadanía que ha sufrido cada uno de los estragos de esta ola de violencia, ha sido el constante intento de autoridades y representantes populares de querer minimizar el asunto.
Por supuesto, las críticas principales se las ha llevado el Gobernador Rubén Rocha Moya, o el Secretario de Seguridad Pública, Gerardo Mérida Sánchez, pero algunos actores como diputadas y diputados, que son representantes del pueblo, tampoco quedan tan atrás.
Obviando a las y los diputados de Oposición, dentro del partido oficial, la Diputada María Teresa Guerra Ochoa, dentro de lo que cabe, ha mostrado al menos un poco de empatía con la situación, que es lo mínimo que se puede pedir en estas situaciones.
Y luego hay compas como el Diputado del Verde, que de ahí sale este encabezado, Rodolfo Valenzuela Sánchez, quien insiste en salir a declarar ante la prensa, pero o no se prepara, o no lo asesoran bien, pero el señor nomás no da una frente a los micrófonos.
Nos gusta pensar que su habilidad para opinar y expresarse verbalmente, es inversamente proporcional a su trabajo de campo, gestorías y acercamientos con la gente de su distrito, porque si no, pues que nos agarren confesados.
Se entiende que el Partido Verde es aliado del oficialismo, y evidentemente abrazarán el discurso de que las autoridades están haciendo su chamba, que siguen avanzando en restaurar el orden, y todo ese rollo que quieren presumir mediante fotos y videos recorriendo la ciudad de día, porque de noche está peligroso.
“Destaco también que en Culiacán, los culichis somos dueños de la ciudad, de día y de noche, es algo también que se ha puesto como meta el Secretario de Seguridad Pública, y a mí me parece interesante que se logre, que la vida nocturna ya se vuelva cosa de rutina”, fueron las palabras del Diputado.
A nadie le sorprende saber que la mayoría de nuestros legisladores no suelen pasársela mucho en las banquetas de las colonias populares, por lo menos si no se trata de algún acto de campaña disfrazado de gestión, pero reiteramos, tantita empatía no caerían mal.
Hace unas semanas comentábamos aquí que al Diputado Rodolfo Valenzuela le sobra la misma gracia que una piedra, pero tampoco era para que intente darse a conocer y sobresalir con cosas así.
De verdad que, si los políticos no tienen cosas interesantes o bien fundamentadas para decir, no abona mucho que hablen nomás por hablar, que ya la gente tiene esos perfiles muy identificados en diputados como Serapio Vargas o en su momento Gene Bojórquez.
Después de casi tres meses de que la inseguridad destrozara el panorama para los empresarios de Culiacán y Navolato, por fin llega un paliativo en forma de 62 millones de pesos que dispersará el Gobierno estatal.
Según las cámaras empresariales, al menos 10 mil desempleados ha dejado la crisis de violencia, y al menos 76 negocios cerrados tan sólo en Culiacán y los más afectados eran las micro, pequeñas y medianas empresas que estaban en la primera fila.
¿Será suficiente este parche económico para devolver la confianza perdida o para borrar los meses de miedo y pérdidas?
Falta averiguar si este monto de dinero compensará la falta de seguridad, estrategias de largo plazo y acompañamiento real a los empresarios.
El dinero, por sí solo, no arreglará los efectos de la inseguridad.
Sin garantías de seguridad para los empresarios, clientes y trabajadores, cualquier inversión será un esfuerzo a medias, destinado a perderse ante el miedo y la incertidumbre.
Reactivar la economía no es sólo cuestión de recursos; es también, y sobre todo, cuestión de devolverle la confianza a la sociedad.
El caso de Imala ilustra con crudeza esta realidad.
La violencia obligó a muchos de sus habitantes a abandonar el Pueblo Señorial, paralizando el turismo y dejando restaurantes y comercios vacíos desde septiembre.
Aunque la instalación de una base militar ha incentivado el regreso de algunos habitantes, el turismo no ha vuelto.
Antes que estas acciones hay que recordar que los ciudadanos organizados plantearon iniciativas para el consumo, tratando de impulsar la economía local con sus propios recursos, y ahora el gobierno dispersa dinero sin abordar el problema principal.
Sin seguridad, confianza y un plan integral que contemple desde la recuperación de comunidades hasta la estabilidad de los comercios en zonas afectadas, estos millones serán apenas un alivio temporal.
La verdadera fuerza para sanar la crisis, irónicamente, sigue siendo la gente, no quienes ostentan el poder.
Destacada la iniciativa del la institución Clinic ISEP de lanzar un programa de atención psicológica gratuita y en línea en Sinaloa.
Ayer, el grupo presentó a la prensa el proyecto que arrancará el próximo 9 de diciembre para quienes requieran la atención.
La iniciativa es sencilla y muy alcanzable, pues solo hay que llamar al número de teléfono 800 20 49 932 para agendar una cita.
Según los organizadores mas líneas telefónicas atenderán de 08:00 a 20:00 horas.
No es algo menor que la Universidad ISEP lanzara el proyecto Clinic Isep, que está enfocado a brindar atención psicológica gratuita y en línea a personas, pues Sinaloa, como lo sabe todo el País y buena parte del mundo, que atravesamos una crisis de inseguridad desde hace casi tres meses.
La presentación se realizó este jueves por la subdirectora general, Nayeli Tamayo, quien señaló que hay cifras nacionales arrojan que el 25 por ciento de la población sufre algún trastorno mental como ansiedad o depresión no recibe atención adecuada el programa se extenderá a todos los estados de la República.
Este programa estará a cargo de más de 2 mil estudiantes de maestría en Psicología Clínica con experiencia profesional y que formará parte de sus prácticas profesionales, pero que además serán supervisados por sus coordinadores.
Muchos sinaloenses compartirán que después de la pandemia del Covid 19 a la que sobrevivimos hace un par de años, detonó estos tipos de trastornos, y además de la crisis que vivimos, el gesto toma una mayor relevancia.
No conocemos mucho de lo que ha hecho la Universidad ISEP en Sinaloa, pero por este detalle ¡muchas, muchas gracias! Toda la ayuda que venga en estos momentos sin duda será bienvenida.