Pese a los reproches de Gobierno estatal, la ausencia de nuestros gobernantes locales y el miedo que no mengua en Culiacán, la cosa sigue siendo lo peor que les pudo pasar a empresarios y a los organizadores de eventos.

Después de la quema de algunos negocios, como parte del terrorismo que sufrimos los sinaloenses, cada vez es más común ver anuncios de empresarios que han decido no seguir más.

Se hizo el intento, de varios que conocemos, de poder adaptarse a nuestra nueva realidad en medio de esta guerra interna del Cártel de Sinaloa, pero el detalle es que se ha convertido en una carrera de fondo de la que no conocemos la sumatoria de los kilómetros qué hay que recorrer.

Y si a eso hay que sumarle atracos, robos, vandalismo y amenazas, pues peor.

La vida nocturna de la capital de Sinaloa sabemos que ya no existe, también por eso hay centros nocturnos que dejaron de abrir, y otros eventos programados con anticipación, como conciertos, se han cancelado por la poca probabilidad de que haya garantías de seguridad en las sedes y los recorridos de vuelta a casa.

Hace mucho tiempo que la sociedad ha preferido caso omiso a los discursos de la autoridad que solo se enfrasca en lo que es mejor para su administración y prefiere vivir otra realidad muy diferente.

Por si fuera poco, la amenaza a los choferes de transporte por aplicación ha venido a dejar otros huecos tanto en la economía de quiénes se dedican a ello como de quien depende de ellos para completar sus labores diarias.

Difícil haber pensado hace uno meses que la espiral de violencia nos haya arrastrado a vivir esto como el escenario de una historia de ciencia ficción o un futuro distópico.

En un evento de lo más triste y sin vida, el Gobernador Rubén Rocha Moya clausuró la exposición La Gran Fuerza de México, que se mantuvo un mes en la explanada de Palacio de Gobierno.

La exposición militar tuvo una carga significativa, pues fue montada en un contexto de violencia que se ha apoderado de las calles de Sinaloa, y específicamente Culiacán en donde fue montada.

Bajo esta idea, el Gobernador Rocha Moya agradeció los esfuerzos del Ejército para mantener a salvo a la ciudadanía en estos tres meses de terror paralizante, pero de verdad el evento daba el mensaje contrario a un agradecimiento expreso.

Se notó mucho la falta de organización y de profesionalismo para la logística del evento, no fueron autoridades titulares como la Fiscal Claudia Zulema Sánchez Kondo pues seguramente al ser domingo decidió quedarse en su casa viendo Netflix, además que mientras el Gobernador atendía su discurso la población presente en el evento siguió sus actividades si reparar en el hecho de que el Mandatario estatal hablaba.

De seguro hablarle a la nada al Gobernador le recordó sus tiempos de maestro.

Para nada un evento de ese nivel debió hacerse a las carreras y habla muy mal de los funcionarios que decidieron no acudir, o los que sí fueron y salieron por la puerta trasera y de manera furtiva, como Dámaso Castro Saavedra, Vicefiscal.

La Alcaldesa Estrella Palacios Domínguez y el Secretario de Seguridad Pública Municipal de Mazatlán, Jaime Othoniel Barrón Valdez, prefirieron desairar el Gran Maratón Pacífico 2024, la mañana de ayer domingo.

Y no es que no se hayan levantado temprano, más bien fue para evitar a la prensa y los cuestionamientos que les harían sobre el nuevo ataque a balazos contra policías municipal de Mazatlán que dejó un elemento muerto y dos heridos, la noche del pasado sábado en el Fraccionamiento Pradera II, en el puerto.

A pesar de que la asistencia de la Alcaldesa estaba prevista en la agenda de actividades, simplemente Estrella no apareció, dejando en su representanción a la titular del IMDEM, Fabiola Verde.

Aunque ya sabemos que Estrella y Jaime Othoniel dan el mismo discurso, como si se lo hubieran aprendido de memoria o trajeran su librito debajo del brazo: “Todo en Mazatlán está bien”, “Mandé reforzar la seguridad en Mazatlán” y “No puedo dar mayores datos ya que el caso del atentado lo atrajo la Fiscalía”.

Pero la que sí apareció en su primer Gran Maratón fue la recién nombrada Secretaria de Turismo de Sinaloa, Mireya Sosa Osuna.

Ella dio las cifras alegres de asistencia turística a Mazatlán, y le reconocemos que al menos ahí estuvo.

Y hablando precisamente del puerto, siempre es una fiesta la celebración de justas deportivas tan relevantes como el Maratón de Mazatlán y el Triatlón.

Se vio mucho movimiento en la zona turística con los cientos de deportistas que vinieron de diversos lugares para participar en la gran carrera.

Todo salió bien y se notó la gran vigilancia que mantuvieron en toda la zona del evento las diferentes corporaciones.

Lo triste es lo que ocurre en todos lados de Mazatlán, donde el sábado se presentó otro ataque a policías con el saldo de un agente fallecido y dos gravemente heridos, y ayer domingo se dio otro enfrentamiento entre civiles armados y marinos de la Armada de México.

Las dos caras del puerto que damos hacia el exterior.

Pues parece que lo que la violencia por fortuna no ha logrado, podrían ser los impuestos del Gobierno mexicano los que sí lo logren: golpear al turismo naviero.

Precisamente hoy está previsto que la directora general de la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe (FCCA), Michele Paige, dé una rueda de prensa vía remota para hablar sobre los nuevos itinerarios que ya eluden a México por lo que consideran “sorpresivos” impuestos que el Gobierno federal mexicano pretende aprobar en lo inmediato.

Los nuevos itinerarios que no contemplan nuestros puertos nacionales “están siendo evaluados por compañías de cruceros de todo el mundo que buscan proteger a sus huéspedes de las repentinas y cuantiosas subidas de impuestos que el Gobierno mexicano se apresura a aprobar”.

Paige planteará puntos clave como lo que consideran la “percepción de la indiferencia y falta de voluntad del Gobierno federal de México para dialogar con los ejecutivos de la industria de cruceros sobre el impacto esperado de los aumentos sorpresivos de impuestos”.

También del “plan unilateral del Gobierno de acelerar los aumentos de impuestos a los pasajeros de cruceros, lo que hace que el turismo de cruceros en México sea un 213 por ciento más caro que en un puerto caribeño promedio, lo que en la práctica deja a los puertos mexicanos fuera del mercado de cruceros”.

Agregan también que les preocupa “el plan del Gobierno de imponer un cargo adicional de 42 dólares (860 pesos mexicanos) por persona a los pasajeros de cruceros, además de los otros impuestos y tarifas que los pasajeros ya deben pagar para visitar los puertos mexicanos”.

La situación se complica porque estos nuevos cobros entrarían en vigor con el paquete fiscal 2025, es decir, tan pronto como a partir de enero, y la mayoría de los viajes para el año próximo los turistas ya los tienen hasta pagados, pero se toparán con la sorpresa de que llegando a los puertos mexicanos tendrán que desembolsar más dinero.

Por eso las navieras están considerando mejor eludir México, no sin antes alertar: “Disminuirá el impacto económico del turismo de cruceros en México, que representa aproximadamente mil millones de dólares (más de 20 mil millones de pesos mexicanos) en gasto directo, más de 20 mil empleos y más de 200 millones de dólares (más de 4 mil millones de pesos mexicanos) en salarios anualmente”.

En sí, la FCCA adelanta su decepción y preocupación por la falta de consulta del Gobierno con la industria de cruceros y, bueno, no está de más recordar que dicha asociación agrupa a navieras como Carnival Cruise Line, Disney Cruise Line, Holland American, Norwegian Cruise Line, Princess Cruises, Royal Caribbean, entre otras.

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Pese a los reproches de Gobierno estatal, la ausencia de nuestros gobernantes locales y el miedo que no mengua en Culiacán, la cosa sigue siendo lo peor que les pudo pasar a empresarios y a los organizadores de eventos.

Después de la quema de algunos negocios, como parte del terrorismo que sufrimos los sinaloenses, cada vez es más común ver anuncios de empresarios que han decido no seguir más.

Se hizo el intento, de varios que conocemos, de poder adaptarse a nuestra nueva realidad en medio de esta guerra interna del Cártel de Sinaloa, pero el detalle es que se ha convertido en una carrera de fondo de la que no conocemos la sumatoria de los kilómetros qué hay que recorrer.

Y si a eso hay que sumarle atracos, robos, vandalismo y amenazas, pues peor.

La vida nocturna de la capital de Sinaloa sabemos que ya no existe, también por eso hay centros nocturnos que dejaron de abrir, y otros eventos programados con anticipación, como conciertos, se han cancelado por la poca probabilidad de que haya garantías de seguridad en las sedes y los recorridos de vuelta a casa.

Hace mucho tiempo que la sociedad ha preferido caso omiso a los discursos de la autoridad que solo se enfrasca en lo que es mejor para su administración y prefiere vivir otra realidad muy diferente.

Por si fuera poco, la amenaza a los choferes de transporte por aplicación ha venido a dejar otros huecos tanto en la economía de quiénes se dedican a ello como de quien depende de ellos para completar sus labores diarias.

Difícil haber pensado hace uno meses que la espiral de violencia nos haya arrastrado a vivir esto como el escenario de una historia de ciencia ficción o un futuro distópico.

En un evento de lo más triste y sin vida, el Gobernador Rubén Rocha Moya clausuró la exposición La Gran Fuerza de México, que se mantuvo un mes en la explanada de Palacio de Gobierno.

La exposición militar tuvo una carga significativa, pues fue montada en un contexto de violencia que se ha apoderado de las calles de Sinaloa, y específicamente Culiacán en donde fue montada.

Bajo esta idea, el Gobernador Rocha Moya agradeció los esfuerzos del Ejército para mantener a salvo a la ciudadanía en estos tres meses de terror paralizante, pero de verdad el evento daba el mensaje contrario a un agradecimiento expreso.

Se notó mucho la falta de organización y de profesionalismo para la logística del evento, no fueron autoridades titulares como la Fiscal Claudia Zulema Sánchez Kondo pues seguramente al ser domingo decidió quedarse en su casa viendo Netflix, además que mientras el Gobernador atendía su discurso la población presente en el evento siguió sus actividades si reparar en el hecho de que el Mandatario estatal hablaba.

De seguro hablarle a la nada al Gobernador le recordó sus tiempos de maestro.

Para nada un evento de ese nivel debió hacerse a las carreras y habla muy mal de los funcionarios que decidieron no acudir, o los que sí fueron y salieron por la puerta trasera y de manera furtiva, como Dámaso Castro Saavedra, Vicefiscal.

La Alcaldesa Estrella Palacios Domínguez y el Secretario de Seguridad Pública Municipal de Mazatlán, Jaime Othoniel Barrón Valdez, prefirieron desairar el Gran Maratón Pacífico 2024, la mañana de ayer domingo.

Y no es que no se hayan levantado temprano, más bien fue para evitar a la prensa y los cuestionamientos que les harían sobre el nuevo ataque a balazos contra policías municipal de Mazatlán que dejó un elemento muerto y dos heridos, la noche del pasado sábado en el Fraccionamiento Pradera II, en el puerto.

A pesar de que la asistencia de la Alcaldesa estaba prevista en la agenda de actividades, simplemente Estrella no apareció, dejando en su representanción a la titular del IMDEM, Fabiola Verde.

Aunque ya sabemos que Estrella y Jaime Othoniel dan el mismo discurso, como si se lo hubieran aprendido de memoria o trajeran su librito debajo del brazo: “Todo en Mazatlán está bien”, “Mandé reforzar la seguridad en Mazatlán” y “No puedo dar mayores datos ya que el caso del atentado lo atrajo la Fiscalía”.

Pero la que sí apareció en su primer Gran Maratón fue la recién nombrada Secretaria de Turismo de Sinaloa, Mireya Sosa Osuna.

Ella dio las cifras alegres de asistencia turística a Mazatlán, y le reconocemos que al menos ahí estuvo.

Y hablando precisamente del puerto, siempre es una fiesta la celebración de justas deportivas tan relevantes como el Maratón de Mazatlán y el Triatlón.

Se vio mucho movimiento en la zona turística con los cientos de deportistas que vinieron de diversos lugares para participar en la gran carrera.

Todo salió bien y se notó la gran vigilancia que mantuvieron en toda la zona del evento las diferentes corporaciones.

Lo triste es lo que ocurre en todos lados de Mazatlán, donde el sábado se presentó otro ataque a policías con el saldo de un agente fallecido y dos gravemente heridos, y ayer domingo se dio otro enfrentamiento entre civiles armados y marinos de la Armada de México.

Las dos caras del puerto que damos hacia el exterior.

Pues parece que lo que la violencia por fortuna no ha logrado, podrían ser los impuestos del Gobierno mexicano los que sí lo logren: golpear al turismo naviero.

Precisamente hoy está previsto que la directora general de la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe (FCCA), Michele Paige, dé una rueda de prensa vía remota para hablar sobre los nuevos itinerarios que ya eluden a México por lo que consideran “sorpresivos” impuestos que el Gobierno federal mexicano pretende aprobar en lo inmediato.

Los nuevos itinerarios que no contemplan nuestros puertos nacionales “están siendo evaluados por compañías de cruceros de todo el mundo que buscan proteger a sus huéspedes de las repentinas y cuantiosas subidas de impuestos que el Gobierno mexicano se apresura a aprobar”.

Paige planteará puntos clave como lo que consideran la “percepción de la indiferencia y falta de voluntad del Gobierno federal de México para dialogar con los ejecutivos de la industria de cruceros sobre el impacto esperado de los aumentos sorpresivos de impuestos”.

También del “plan unilateral del Gobierno de acelerar los aumentos de impuestos a los pasajeros de cruceros, lo que hace que el turismo de cruceros en México sea un 213 por ciento más caro que en un puerto caribeño promedio, lo que en la práctica deja a los puertos mexicanos fuera del mercado de cruceros”.

Agregan también que les preocupa “el plan del Gobierno de imponer un cargo adicional de 42 dólares (860 pesos mexicanos) por persona a los pasajeros de cruceros, además de los otros impuestos y tarifas que los pasajeros ya deben pagar para visitar los puertos mexicanos”.

La situación se complica porque estos nuevos cobros entrarían en vigor con el paquete fiscal 2025, es decir, tan pronto como a partir de enero, y la mayoría de los viajes para el año próximo los turistas ya los tienen hasta pagados, pero se toparán con la sorpresa de que llegando a los puertos mexicanos tendrán que desembolsar más dinero.

Por eso las navieras están considerando mejor eludir México, no sin antes alertar: “Disminuirá el impacto económico del turismo de cruceros en México, que representa aproximadamente mil millones de dólares (más de 20 mil millones de pesos mexicanos) en gasto directo, más de 20 mil empleos y más de 200 millones de dólares (más de 4 mil millones de pesos mexicanos) en salarios anualmente”.

En sí, la FCCA adelanta su decepción y preocupación por la falta de consulta del Gobierno con la industria de cruceros y, bueno, no está de más recordar que dicha asociación agrupa a navieras como Carnival Cruise Line, Disney Cruise Line, Holland American, Norwegian Cruise Line, Princess Cruises, Royal Caribbean, entre otras.