La cancelación del Maratón Internacional de Culiacán cayó como agua fría, pero en Mazatlán, donde el Ayuntamiento teme que el Carnaval de Mazatlán corra la misma suerte, debido al alza en los casos de Covid-19.
Por lo pronto, el Alcalde de Mazatlán urdió una estrategia para intentar salvar la fiesta grande del puerto y consiste en retrasar los eventos preparatorios del Carnaval, con la esperanza de que los casos de contagios del virus comiencen a bajar y se le permite armar la fiesta.
Para empezar, retrasaron los últimos cómputos para elegir al Rey de la Alegría y a la Reinita Infantil del 03 al 10 de febrero.
Y con la elección de la Reina del Carnaval hicieron lo mismo, la pasaron del 05 al 12 de febrero, tratando de alargar las fechas con la esperanza de que la “cuarta ola” de contagios de Covid ya haya aminorado para esas fechas.
La moneda está en el aire y no es fácil tomar una decisión de este tamaño. Si se cancela el Carnaval no se podrá evitar un gasto millonario en los preparativos y no habrá nada que recuperar.
Por eso la estrategia es esperar, aunque el Gobierno del Estado adelantó que este viernes anunciaría si se hace o no el Carnaval mazatleco este año.
Nos gusta para que a la mera hora retrasen el anuncio, hay demasiadas cosas en juego
El que no puede negar el respaldo del mismísimo Presidente Andrés Manuel López Obrador es el ex Gobernador Quirino Ordaz Coppel, quien a pesar de todo lo que se ha dicho y se ha hecho, sigue teniendo el apoyo del tabasqueño.
Ayer por la mañana fue evidente que el Presidente ya recibió información desde España sobre los avances del beneplácito español para convertir a Ordaz Coppel en embajador y se la quiso transmitir a todo el País.
Lo que llama la atención es el apoyo del Presidente, quien desde el momento en que invitó públicamente al ex Gobernador de Sinaloa a ser el representante de México en España, ha mantenido su propuesta contra viento y marea.
El Mandatario aseguró que es cosa de días el nombramiento, estaremos pendientes para ver cómo evoluciona todo.
La decisión del diputados locales y del mismo Gobernador Rubén Rocha Moya de no reducir el número de diputados dejó un mal sabor de boca, sobre todo si miramos el panorama nacional, las políticas de austeridad presidencial y los argumentos para no hacerlo.
Para empezar los diputados locales esgrimieron la pérdida de representación para echar abajo el proyecto de ley que buscaba reducir los gastos que los diputados están acostumbrados a hacer.
Pero si observamos que el estado de Tabasco acaba de aprobar la reducción del número de diputados de 35 a 29 integrantes vemos que no pasa absolutamente nada.
Finalmente la reducción se hace realizando una redistritación para evitar que la ciudadanía pierda representación, solo cambia el porcentaje de ciudadanos que estarán representados por tal o cual diputado.
Otro ejemplo de que la disminución de legisladores no afecta en nada y sí ahorra recursos es la reducción del número de regidores que se hizo en los municipios de Sinaloa y de la cual nadie se ha quejado.
Y por último tenemos la política del Presidente Andrés Manuel López Obrador, dirigida a eliminar gastos innecesarios, como los que representa un montón de legisladores que se dedican a grillar y a gastar recursos.
No se puede pasar por alto el desesperado intento de los sindicalizados del Ayuntamiento de Culiacán de ser tomados en cuenta.
Resulta que este miércoles se unieron a la manifestación que los pepenadores comenzaron desde el lunes. Y es que si se manifestaban solos no los iban a voltear a ver.
La petición con la que se acercaron al Presidente Municipal no es nueva, es una lucha que han acarreado desde el 2019, cuando el Alcalde Jesús Estrada Ferreiro firmó un contrato en el que el Ayuntamiento le prometió a los sindicalizados una serie de beneficios que no se cumplieron.
Aquí uno se pone a pensar: o los sindicalizados vieron oportunidad en el alboroto y presión que armaron los pepenadores y de ahí se colgaron, o de verdad las acusaciones de Estrada Ferreiro de que todas estas protestas son orquestadas por sus “enemigos” son ciertas.
Lo que sí es que les funcionó, y tanto pepenadores como sindicato se fueron bien servidos a sus casas pues el Alcalde cedió a sus peticiones.
Lo bueno es que ya terminó esa miniserie de los pepenadores en el Ayuntamiento, nomás no cuadra eso de utilizar a la gente necesitada, exponiendo a familias enteras y hablamos de adultos mayores y niños.
Y uno se pregunta ¿cómo fue posible que durarán tres días haciéndose patos las autoridades con las manifestaciones y lo hayan resuelto en una sentada?
En esa lucha de poderes legisladores versus Estrada Ferreiro el diálogo, aunque pareciera que ganó, no, en realidad perdió la batalla.
Del proyecto Sendero que promovía la Sociedad Botánica de Sinaloa, en Culiacán, y que fue una de las obras que generó discusión, y hasta protestas en contra, ya no se sabe nada.
Con la llegada del Gobierno de Rubén Rocha Moya, pareciera que esto quedó en el olvido o que no es de mucho interés de esta administración.
Y es que antes de que llegara el Gobierno morenista, fue el mismo Rocha Moya, quien asignó a Héctor Melesio Cuén Ojeda como mediador entre los defensores de La Milla y el Jardín Botánico, pero después de eso ya no se ha sabido más.
Los mismos integrantes del Comité de Defensa del Parque Ecológico señalan que no se ha podido tener una reunión o acercamiento con la ahora Secretaría de Bienestar y Desarrollo Sustentable, por lo que mucho menos tiene información sobre el dinero que quedó de los 18 millones que estaban aprobados para el proyecto Sendero.