Las acusaciones del Gobernador no son mentira, y claro que sirven para comprender el sesgo que puede presentarse en el quehacer periodístico. Sin embargo, acá lo que nos toca señalar es lo peligroso que puede ser que un Gobierno, el que sea, utilice recursos públicos como los gastados en La Semanera para atacar a quien les incomode.
    Empezó el duelo
    de cueros, a ver quién saca más correa

    Poquito les duró a las y los diputados el discurso pacifista de “estamos abiertos al diálogo, amor y paz”, en el tema de la reforma a la Ley Orgánica de la UAS, concretamente una semana.

    Es curioso que esperaron año y medio para desistir de una batalla legal, pero solo bastaron 10 días para desesperarse por la nula respuesta de los funcionarios universitarios, a la invitación del Legislativo para trabajar juntos.

    Ayer el Diputado Adolfo Beltrán, de los mero mero en este embrollo porque preside la Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología, fue muy tajante en cuanto a que no van a esperar a la gente de la UAS todo el tiempo que quieran, lo cual se explica desde el apuro que tiene la 64 Legislatura para concretar esa reforma, porque le restan tres meses.

    Así, grosso modo, dio a entender que la reforma a la Ley Orgánica va porque va, les guste o no a las autoridades universitarias, y que la consulta a la comunidad universitaria la harán, quién sabe cómo, pero la harán.

    Tanto estuvieron muele y muele con que no querían dar pasos unilaterales en este proceso de reforma, pero en tres días pasaron 36 iniciativas directamente a comisión, y ahora sale con esto el Diputado.

    Ojo, aquí la queja no va en torno a la necesidad de reformar a la universidad, de eso estamos plenamente convencidos, sino es una crítica al actuar tan contradictorio en el que ha caído el Poder Legislativo.

    Que a la UAS le urge una reforma, es evidente, pero también es innegable que esa reforma parece que se dará de una manera ciertamente turbulenta, muy forzada, y basado en los principios de aquel proverbio “aquí nomás mis chicharrones truenan”.

    Ya nos imaginamos esa mentada mesa de diálogo en las oficinas de la Junta de Coordinación Política, con las y los diputados que la conforman, y una figura de cartón a tamaño real del encargado del Despacho de Rectoría de la UAS, Robespierre Lizárraga Otero.

    Carencia de señalética

    En Culiacán, la situación con respecto a los señalamientos viales es de preocuparse, ya que debido al clima tropical, la durabilidad de estos se ve gravemente afectada.

    La alta humedad y la sal que están presentes en el ambiente hacen corrosiva la pintura, lo que provoca que pierdan su visibilidad rápidamente.

    Mapasin sugirió al Ayuntamiento de Culiacán la utilización de pintura termoplástica para los señalamientos viales, que es mucho más resistente y que, de hecho, ya se ha implementado en la prolongación Álvaro Obregón, donde se ha observado una mejora notable en la durabilidad y visibilidad de los señalamientos.

    Sin embargo, a pesar de estos avances, aún queda mucho por hacer.

    Muchas calles en Culiacán siguen careciendo de señalamientos adecuados, lo que sigue representando un riesgo para la seguridad vial.

    Es importante que el gobierno municipal lleve el uso de la pintura termoplástica a todas las calles de la ciudad, la aplique y cuide las señales, esto para garantizar un entorno vial seguro y bien claro y visible para todos los ciudadanos.

    El pleito y la rendición de cuentas

    La conferencia de prensa La Semanera encabezada por el Gobernador Rubén Rocha Moya se desarrolló en teoría como una herramienta para mantener informada a la ciudadanía y transparentar las decisiones gubernamentales, pero muchas veces deviene en una herramienta para atacar a los contrarios... justo como La Mañanera del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

    El Gobernador Rubén Rocha Moya sabe el poder mediático que tiene su conferencia, por eso todos los lunes el gobierno estatal trata de llevar la agenda con sus temas gubernamentales. Y eso es normal en una democracia: un gobierno que empuja sus temas.

    Pero hay una línea bien delgada que se cruza cuando el mandatario estatal aprovecha para tomar ventaja sobre aquellos que ellos consideran adversarios.

    Este lunes, por ejemplo, después de dedicar varios comentarios contra funcionarios de la Universidad Autónoma de Sinaloa, el Gobernador criticó a una periodista que acudió a la conferencia de prensa La Mañanera del Presidente Andrés Manuel López Obrador para preguntar sobre la situación de la Universidad.

    Cabe destacar que ya van dos veces que la misma reportera empuja el tema con el Presidente. Y no es casualidad, pues el Gobernador aprovechó el espacio público para ventilar que la periodista en cuestión recibe un pago de la UAS como coordinadora, y además está afiliada al PAS.

    Las acusaciones del Gobernador no son mentira, y claro que sirven para comprender el sesgo que puede presentarse en el quehacer periodístico. Sin embargo, acá lo que nos toca señalar es lo peligroso que puede ser que un Gobierno, el que sea, utilice recursos públicos como los gastados en La Semanera para atacar a quien les incomode.

    Lo repetimos, tras un gobierno como el de Quirino que no dio una sola rueda de prensa real y en un contexto donde los alcaldes morenistas brillan por su silencio, se agradece el ejercicio de La semanera. Pero ya cuesta una lana, no lo echen a perder.

    Y en este caso su furia cayó en un eslabón que ni siquiera es esencial en la red de desinformación de la UAS, documentada en diversas ocasiones por Noroeste.

    Se ve mal que el hombre con el mayor poder político en el estado le destine comentarios a algo tan insignificante, a todas luces no era necesario.

    Ojalá que el Gobierno de Sinaloa utilizara con respeto un espacio destinado a la transparencia de la toma de decisiones gubernamentales, sin caer en desvirtuar la principal razón de existir de La Semanera que debería de ser la rendición de cuentas.

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    Malecón es columna institucional de esta casa editorial.

    malecon@noroeste.com

    Empezó el duelo
    de cueros, a ver quién saca más correa

    Poquito les duró a las y los diputados el discurso pacifista de “estamos abiertos al diálogo, amor y paz”, en el tema de la reforma a la Ley Orgánica de la UAS, concretamente una semana.

    Es curioso que esperaron año y medio para desistir de una batalla legal, pero solo bastaron 10 días para desesperarse por la nula respuesta de los funcionarios universitarios, a la invitación del Legislativo para trabajar juntos.

    Ayer el Diputado Adolfo Beltrán, de los mero mero en este embrollo porque preside la Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología, fue muy tajante en cuanto a que no van a esperar a la gente de la UAS todo el tiempo que quieran, lo cual se explica desde el apuro que tiene la 64 Legislatura para concretar esa reforma, porque le restan tres meses.

    Así, grosso modo, dio a entender que la reforma a la Ley Orgánica va porque va, les guste o no a las autoridades universitarias, y que la consulta a la comunidad universitaria la harán, quién sabe cómo, pero la harán.

    Tanto estuvieron muele y muele con que no querían dar pasos unilaterales en este proceso de reforma, pero en tres días pasaron 36 iniciativas directamente a comisión, y ahora sale con esto el Diputado.

    Ojo, aquí la queja no va en torno a la necesidad de reformar a la universidad, de eso estamos plenamente convencidos, sino es una crítica al actuar tan contradictorio en el que ha caído el Poder Legislativo.

    Que a la UAS le urge una reforma, es evidente, pero también es innegable que esa reforma parece que se dará de una manera ciertamente turbulenta, muy forzada, y basado en los principios de aquel proverbio “aquí nomás mis chicharrones truenan”.

    Ya nos imaginamos esa mentada mesa de diálogo en las oficinas de la Junta de Coordinación Política, con las y los diputados que la conforman, y una figura de cartón a tamaño real del encargado del Despacho de Rectoría de la UAS, Robespierre Lizárraga Otero.

    Carencia de señalética

    En Culiacán, la situación con respecto a los señalamientos viales es de preocuparse, ya que debido al clima tropical, la durabilidad de estos se ve gravemente afectada.

    La alta humedad y la sal que están presentes en el ambiente hacen corrosiva la pintura, lo que provoca que pierdan su visibilidad rápidamente.

    Mapasin sugirió al Ayuntamiento de Culiacán la utilización de pintura termoplástica para los señalamientos viales, que es mucho más resistente y que, de hecho, ya se ha implementado en la prolongación Álvaro Obregón, donde se ha observado una mejora notable en la durabilidad y visibilidad de los señalamientos.

    Sin embargo, a pesar de estos avances, aún queda mucho por hacer.

    Muchas calles en Culiacán siguen careciendo de señalamientos adecuados, lo que sigue representando un riesgo para la seguridad vial.

    Es importante que el gobierno municipal lleve el uso de la pintura termoplástica a todas las calles de la ciudad, la aplique y cuide las señales, esto para garantizar un entorno vial seguro y bien claro y visible para todos los ciudadanos.

    El pleito y la rendición de cuentas

    La conferencia de prensa La Semanera encabezada por el Gobernador Rubén Rocha Moya se desarrolló en teoría como una herramienta para mantener informada a la ciudadanía y transparentar las decisiones gubernamentales, pero muchas veces deviene en una herramienta para atacar a los contrarios... justo como La Mañanera del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

    El Gobernador Rubén Rocha Moya sabe el poder mediático que tiene su conferencia, por eso todos los lunes el gobierno estatal trata de llevar la agenda con sus temas gubernamentales. Y eso es normal en una democracia: un gobierno que empuja sus temas.

    Pero hay una línea bien delgada que se cruza cuando el mandatario estatal aprovecha para tomar ventaja sobre aquellos que ellos consideran adversarios.

    Este lunes, por ejemplo, después de dedicar varios comentarios contra funcionarios de la Universidad Autónoma de Sinaloa, el Gobernador criticó a una periodista que acudió a la conferencia de prensa La Mañanera del Presidente Andrés Manuel López Obrador para preguntar sobre la situación de la Universidad.

    Cabe destacar que ya van dos veces que la misma reportera empuja el tema con el Presidente. Y no es casualidad, pues el Gobernador aprovechó el espacio público para ventilar que la periodista en cuestión recibe un pago de la UAS como coordinadora, y además está afiliada al PAS.

    Las acusaciones del Gobernador no son mentira, y claro que sirven para comprender el sesgo que puede presentarse en el quehacer periodístico. Sin embargo, acá lo que nos toca señalar es lo peligroso que puede ser que un Gobierno, el que sea, utilice recursos públicos como los gastados en La Semanera para atacar a quien les incomode.

    Lo repetimos, tras un gobierno como el de Quirino que no dio una sola rueda de prensa real y en un contexto donde los alcaldes morenistas brillan por su silencio, se agradece el ejercicio de La semanera. Pero ya cuesta una lana, no lo echen a perder.

    Y en este caso su furia cayó en un eslabón que ni siquiera es esencial en la red de desinformación de la UAS, documentada en diversas ocasiones por Noroeste.

    Se ve mal que el hombre con el mayor poder político en el estado le destine comentarios a algo tan insignificante, a todas luces no era necesario.

    Ojalá que el Gobierno de Sinaloa utilizara con respeto un espacio destinado a la transparencia de la toma de decisiones gubernamentales, sin caer en desvirtuar la principal razón de existir de La Semanera que debería de ser la rendición de cuentas.

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