Accionar para proteger policías
Sinaloa vive tal crisis de seguridad que la situación ha llevado a considerar como una de las tantas estrategias de protección el que los policías lleven su arma de cargo a donde sea que vayan, incluso cuando no estén de servicio.
De acuerdo con el Consejo Estatal de Seguridad Pública, a lo largo de la historia en Sinaloa, la violencia alimentada por pugnas entre facciones criminales siempre ha cobrado vidas de agentes de seguridad y en esta crisis se puede precisar con detalle, con los más de 24 agentes asesinados en medio de esta ola de violencia.
En el caso de Culiacán, es cierto que los policías municipales enfrentan una realidad donde ellos mismos son blanco de la violencia.
Su labor los expone a riesgos constantes, y es legítima su preocupación por la seguridad personal y la de sus familias, pero en medio de esto el Consejo Estatal de Seguridad Pública plantea el pequeño detalle de que no hay ninguna garantía de que los agentes hagan un “uso honesto” de sus armas fuera de servicio.
Aunque los protocolos de uso de fuerza dentro de las corporaciones policiales pueden no ser del todo precisos, existen informes y casos documentados por organismos de derechos humanos que evidencian abusos de autoridad.
Incluso, después de tantos años, la cuestión sigue siendo la misma, la seguridad pública sigue atrapada en una mentalidad reactiva, que responde sólo cuando el daño ya está hecho, en lugar de prevenirlo antes de que ocurra.
Si bien esta medida puede ser vista como una forma de proteger a los agentes, no aborda las verdaderas fallas estructurales dentro de las corporaciones policiales.
El problema central, quizá, radica en que el sistema de seguridad pública no está preparado para enfrentar la violencia.
Repunte tras operativos
Para muchos, quizá no sea la gran buena noticia que esperamos por esta crisis, pero no cabe duda que algo es algo.
Y es que los restauranteros ya reportan que tuvieron un repunte de ventas en restaurantes ubicados en los corredores de Tres Ríos y Paseo del Ángel, en el Centro de la ciudad de Culiacán, luego de un fin de semana de operativo.
La estrategia, en la que particpan los tres órdenes de Gobierno y que llaman “Culiacán en Movimiento”, se implementó desde el viernes pasado y ya tiene buenos resultados.
La presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados, Karla Fernanda García Beltrán, informó que el sábado registraron la mayor afluencia en las zonas de Tres Ríos y en el Paseo del Angel, en el primer cuadro de la ciudad.
Y aunque los resultados no son los que se necesitan para alcanzar una recuperación, sí fueron recibidos de manera positiva por el sector luego de meses de incertidumbre.
“Fue un fin de semana deseado, la verdad es que sí hubo más concurrencia, más afluencia en los puntos donde ellos lo reportan, sin embargo, todavía faltan kilómetros por recorrer, o sea, sí vamos avanzando y creo que esto es ir caminando”, destacó.
La dirigencia gremial recalcó que sus expectativas apuntan a un mejoramiento gradual, en el que sin duda debe haber coordinación y comunicación con las autoridades y ciudadanía y que en caso de que la estrategia dejara de funcionar se señalaría de inmediato para ajustarlos.
La noticia es buena, reiteramos, y esa viene junto con otros brochazos de esperanza en nuestra realidad y en espera de que las cosas puedan mejorar.
Aplaudimos que haya empresarios que todavía se arriesguen, que se mantengan y que sigan aquí, porque al final de cuentas es nuestra ciudad y son nuestras calles, pues así dure lo que dure la crisis, al final habremos muchos que estaremos aquí.
Rocha en cuatrimoto
Otro que anduvo aprovechando los buenos tiempos fue el Gobernador Rubén Rocha Moya, quien fue captado muy orondo paseándose en cuatrimoto por el malecón de Altata la tarde noche del domingo.
Seguramente varias decenas de miles de culiacanenses aprovecharon el fin de semana largo para ir a pasar unos días al bello puerto y recordar lo bien que la pasamos en la zona.
Hay evidencia en redes sociales de que no sólo Rocha Moya se la pasó bien, sino que en el malecón había música de banda y los restaurantes lucieron a reventar, ni se diga las dunas y las albercas de los cotos privados en Isla Cortés.
Pese a que cerramos el domingo y el lunes con hechos de alto impacto, sobre todo con homicidios dolosos, ataques y quema de domicilios particulares y un número importante de accidentes con heridos y fallecidos en Culiacán y sus inmediaciones, la novedad es que hubo oportunidad de visitar la zona costera sin sentir el mismo peligro que había meses atrás.
La Policía que tenemos
La crisis de inseguridad en la que estamos sumidos también ha evidenciado, como hemos dicho aquí, que nuestras corporaciones policiales son muy débiles, están mal capacitadas y no tienen el equipamiento suficiente para considerarse parte de una élite.
Peor es que haya tanto ataque en contra de estos elementos, como dijimos antes, que ni las propias corporaciones buscan que se esclarezcan y que la Fiscalía General del Estado prefiere sólo dejarlos registrados y no mover nada más allá de las respuestas que les puedan dar a las familias.
Defendimos antes a nuestros elementos y mandos que se la rifan en las calles, pero también hoy los criticamos severamente porque sienten que son diferentes o que piensan que puedan hacer cualquier cosa sin que pase nada, sólo porque portan arma y una placa.
Noroeste acaba de publicar una recomendación que curiosamente ni ha hecho pública la Comisión Estatal de Derechos Humanos, pero que pudimos dar con ella porque el Ayuntamiento de Culiacán la recibió, contestó y acató.
Lo lamentable de esta recomendación es que un ciudadano pudo comprobar con testigos y videos que elementos de la Policía Municipal llegaron a su casa, lo amenazaron, amedrentaron y finalmente lo golpearon después de haberse metido sin alguna orden de aprehensión a su casa ni haber sido sorprendido en flagrancia cometiendo algún delito.
De hecho, gracias al testigo y a los videos presentados, se pudo comprobar que todo el problema lo inició una vecina, porque la víctima de las agresiones se quejó de que el perro de ésta había destrozado las bolsas de basura que él había dejado en la banqueta junto a su casa para cuando pasara el camión recolector.
El problema, según entendimos, es que es añejo, y la señora con influencias llamó a algún tipejo con uniforme que se atrevió a cometer el abuso en contubernio con otros de sus colegas cómplices.
Y la teoría toma fuerza porque la víctima señala que después de haber sido maltratado, golpeado y subido a la patrulla, llegaron a otro lugar a donde llegó el que seguramente fue el tipejo con uniforme que armó toda la simulación para cometer el abuso.
Lo peor es que también se evidenció que los elementos mintieron en su informe al decir que la víctima fue golpeada, porque es abusador y golpeaba a una mujer y cuando ellos llegaron ya estaba golpeado.
Todavía hay algo peor, y es que otro tipo disfrazado de doctor, firmó papeles para señalar que las heridas con las que llegó la víctima eran viejas y que no coincidían con las horas de la detención.
Imagínese hasta aquí, el grado de perversidad, maldad y crímenes cometidos por los servidores públicos, fingiendo, mintiendo y aprovechando su poder, abusando entre varios de una sola persona que tuvo la osadía de hacer un reclamo tan civil y válido como que los perros del vecino le rompieron sus bolsas de basura.
La buena noticia es que el Ayuntamiento sí admitió la recomendación de la CEDH, sabiendo la clase de personas que pueden ser algunos.
Sin embargo, lo malo es que no hay algún delito que perseguir y que sólo se les iniciarán procesos administrativos, o sea que lo máximo que puede pasar es que los corran.
Esperemos de verdad que en algún punto nuestra Policía sí entienda que su labor es importante en la sociedad, y que no puede recaer en elementos basura como estos señalados, que la sociedad añora o espera de ellos gente con honor, que defienda la justicia y a los más débiles, no que mientan y que sean lo bastante cobardes para golpear a un hombre esposado.