Se va el 2019 y llega una nueva década. El año 2020 marca el inicio de una nueva época, dejando atrás muchas cosas que han pasado durante estos años.
Hace 10 años terminábamos el 2009 con el Presidente Felipe Calderón Hinojosa a la cabeza del país, con una guerra declarada al narcotráfico que sumió al país en una crisis de violencia sin precedentes, cuyo impacto seguimos sufriendo una década después.
Veníamos de la gran decepción que significó la llegada de Vicente Fox y el PAN a la Presidencia.
Fox jamás consiguió el cambio prometido, nunca estuvo a la altura de las expectativas de los ciudadanos que votaron y vieron en él una oportunidad de acabar con más de 70 años del PRI en el poder.
Para muchos críticos, el Presidente Vicente Fox fue como un “chivo en cristalería” nunca tomó verdaderamente las riendas del país y lo que tocó terminó destrozándolo.
Quizá su mejor logro lo consiguió como candidato al “tumbar” al viejo régimen, abriendo una nueva época democrática para los mexicanos, nos demostró que el voto tenía el poder verdadero de cambiar a los que estaban al mando.
Pero al final, la decepción originada por Fox mermó la votación para Felipe Calderón Hinojosa, quien logró el triunfo pero con una crisis de legitimidad que quiso subsanar con su guerra contra el narcotráfico, con consecuencias catastróficas.
Y el PRI seguía ahí
A pesar de la caída del PRI, los sexenios panistas fueron incapaces de “jubilarlo”, después de 12 años de gobiernos panistas descubrimos que el PRI seguía ahí.
A pesar de seguir en la banca, el PRI continuó operando al frente y detrás del poder en turno y logra recuperar la Presidencia, sólo para mostrar que no hubo renovación de este partido.
Los priistas no aprendieron de las derrotas y trajeron a Enrique Peña Nieto, quizá la muestra de la decadencia absoluta de un régimen incapaz de renovarse.
Con la ayuda de un derroche sin precedentes y los medios de comunicación sometidos a su servicio, el PRI consiguió obtener la silla presidencial.
Después de unos brochazos esperanzadores con algunos pactos de reformas estructurales, los escándalos de corrupción se dispararon a tal grado que éstos alcanzaron a la pareja presidencial.
Y en un acto de cobardía sin precedentes, el Presidente obligó a su esposa Angélica Rivera a salir a los medios para intentar justificar la compra de la famosa “casa blanca”.
El PRI no había cambiado, pero sí los mexicanos y una mayor parte ya había despertado, y castigaron a los partidos tradicionales.
Un “tsunami” recorrió la geografía mexicana y posicionó a un partido recién formado, Morena, como la primera fuerza en el País.
Picando piedra
Y llega el eterno candidato, el que se dijo robado en al menos dos elecciones presidenciales.
Picando piedra y con mucho arrojo, Andrés Manuel López Obrador, cumplió por fin con su sueño, convertirse en Presidente de México.
López Obrador, el eterno candidato, el que alegó siempre que le habían arrebatado la silla presidencial, una y otra vez.
El mismo que pidió el recuento de “voto por voto, casilla por casilla”, el mismo que calificó de ilegítimo a Felipe Calderón, el mismo que de los escándalos de corrupción en el Gobierno de Enrique Peña Nieto hizo su bandera, su grito de guerra.
Y los mexicanos, hartos de corrupción, voltearon a ver una nueva oportunidad, algunos temerosos, otros convencidos.
Y llega el 2020 después de un año de Gobierno de López Obrador, y a pesar del enorme apoyo que mantiene en las encuestas, su manera de administrar al país no ha terminado por convencer a muchos.
Califican al Presidente de intolerante, necio, de que trae un mensaje de división, lo tachan de populista y de que sus estrategias económicas y sobre todo contra la violencia no gustan y son vistas con incertidumbre.
El 2020 veremos quizás más de lo que está hecho este Gobierno.
Veremos si de los errores con los que pudo haber iniciado le han servido para aprender que aunque el Presidente venga de la vieja guardia, no es el mismo México.
En un país bombardeado por las redes, donde la ciudadanía está más y mejor informada, muchos tendrán la lupa sobre lo que hagan el Presidente y su gabinete.
El 2020 se antoja difícil, los recursos federales para Sinaloa han disminuido este año y no se espera que se incrementen en este año que comienza.
Aún así, el Gobierno estatal se aferra a la buena relación que existe entre el Gobernador Quirino Ordaz Coppel y el Presidente, con la esperanza de que la ayuda fluya.
Mientras tanto, la ciudadanía espera a que sus bolsillos vuelvan a recuperar algo de lo perdido.
El que calla, ¿otorga?
Un día después de que el ex Alcalde de Mazatlán, Fernando Pucheta Sánchez, finalmente rompió el silencio y apareció para afirmar que heredó camionetas en buen estado a la administración actual, el Alcalde Luis Guillermo Benítez Torres ni “pío” dijo.
Además, Pucheta Sánchez asegura que dejó ganada la batalla jurídica en contra de una gasolinera, juicio que finalmente perdió la actual administración.
Las acusaciones son graves, pues equivalen a señalar una administración municipal corrupta al adquirir vehículos nuevos sin necesidad alguna y perder por descuido o intencionalmente millones de pesos ante un tribunal.
¿Por qué “El Químico” Benítez Torres no salió a dar la cara? Dicen por ahí que, quien calla, otorga.
Ambos temas en su momento han sido fuertemente criticados por la sociedad, así que, por lo menos, se esperaría una reacción oficial ante dichas acusaciones de Pucheta Sánchez.
Feliz Año
Hoy es un día para dar abrazos y desear lo mejor a nuestros familiares, vecinos, amigos, compañeros.
Hoy es un día para esperar 365 días de bendiciones, de levantarse y demostrar que se está vivo, agradecer la vida y eso es lo que le desea esta casa editorial.
Que sea un año que llene y por qué no, supere sus expectativas.
¡Feliz 2020!
