La celebración del Día de la Marina en Topolobampo sirvió para reactivar el tema de la construcción de la planta de amoniaco en la zona.
Con la bendición al proyecto por parte del Presidente Andrés Manuel López Obrador, faltaba por ver la reacción de los grupos que se oponen a la planta proyectada en un sitio Ramsar, que protege los humedales en el mundo.
Y los diversos grupos salieron a protestar. Algunos de ellos con demasiada organización, lanchas, transporte y proclamas ensayadas, lo que evidenció el cúmulo de intereses que campean en la zona.
Entre los dirigentes de la protesta destacó el ex Diputado federal panista, Gerardo Peña Avilés, quien aseguró seguirán insistiendo en contra de la construcción de la planta.
Sobre el apoyo anunciado por López Obrador al proyecto, Peña Avilés opinó que seguramente lo realizó porque desconoce los detalles del proyecto.
Para intentar incidir en los ánimos del Presidente, Peña Avilés aseguró que solicitarán una entrevista con el Senador Rubén Rocha Moya.
La verdad es que en las condiciones en las que anda la economía del País y las necesidades que trae Presidencia por mejorar los números se ve difícil que AMLO vaya a cambiar de opinión.
Aclara su postura
El Gobernador Quirino Ordaz Coppel aprovechó el evento en Topolobampo para reafirmar su apoyo a la construcción de la planta de amoniaco, pero quiso dejar claro su interés por la cuestión ambiental.
Reveló que los constructores ya cuentan con todos los permisos para construir la planta, pero aseguró que solo la apoyará si se construye respetando las medidas de seguridad que exige protección de la zona.
El problema con la construcción de la planta, además del impacto ambiental que significa construirla frente a la bahía, es el riesgo que representa de un posible accidente, un derrame o una emisión de gases.
Sin embargo, no podemos dejar de ver la importancia de la inversión y los empleos que pudiera traer a la zona, lo que la hace muy apetecible para los gobiernos estatal y federal.
Seguiremos puntualmente cada capítulo de la construcción de una planta que parecía destinada al olvido, pero que el mismísimo Presidente revivió.
‘Operación soborno’, nuevas temporada
Nunca, en la historia de Sinaloa, se habían presentado tantas “bajas” de diputados locales en días de sesiones clave.
Ocurrió el 31 de diciembre de 2018, cuando se votaría el presupuesto estatal para 2019.
Aquel día se sometieron al pleno dos visiones, dos propuestas, dos proyectos de presupuesto.
Uno, el de la mayoría de Morena, que planteaba un “tijerazo mayor” al gasto del Gobernador, por el orden de mil 663 millones, y otra la del bloque pro gubernamental, que buscaba quitar sólo 400 millones.
El Gobierno del Estado tenía el pulso, a detalle, de que el “ala dura” de Morena no iba a ceder.
Curiosamente la sesión de ese día 31 inició con cuatro “bajas”, de parte de morenos y “aliados”. De entrada, el marcador que a principios de la Legislatura era de 27 miembros, en el camino se iba reduciendo. Hoy apenas ronda los 20.
Ese día fue determinante para que el PRI y el Gobierno del Estado intentaran echar abajo la propuesta morenista, a costa de lo que fuera.
Graciela Domínguez Nava, la líder de la mayoría, llegaba a la votación del presupuesto sólo con 19 votos: 17 de Morena, uno del PT, Marco César Almaral, y otro del PAS, Angélica Díaz.
La bancada del PRI, con ocho, se salía del recinto, respaldada por dos panistas, dos petistas, el perredista, el “sin partido” (Chenel), y oh, ¡sorpresa! tres morenistas.
Esta operación impediría concretar las reasignaciones de mil 66 millones, rechazadas por el titular del Ejecutivo, que terminó vetando el decreto.
Pero lo que vino después, datos, declaraciones, revelaciones, vendría a armar un turbio rompecabezas en la “casa del pueblo”, que huele a corrupción.
El morenista Pedro Villegas Lobo fue el que en la tribuna, la madrugada del 1 de enero, reveló que la ausencia de morenistas obedecía a presiones, amenazas de muerte y sobornos.
En su caso, confesó, le ofrecieron un “cañonazo” de 100 mil. Y fue su mismo compañero de bancada, Fernando Mascareño, ex priista, el que le habría hecho la oferta. Mascareño fue uno de los que abandonaron la sesión, para sumarse al PRI.
Luego se soltaron más versiones extraoficiales, de otros sobornos.
Dos morenistas, Juan Ramón Torres Navarro y Florentino Vizcarra Flores, exhibieron que la panista Roxana Rubio fue otra de las autoras de los sobornos del 31 de diciembre. Aunque en este caso fue por 300 mil pesos, para Florentino Vizcarra.
Rubio, al igual que Mascareño, han asegurado que sus compañeros mienten.
Conforme pasan los días se “destapan” otros casos. Y se acaba de sumar un tercero, el de José Antonio Crespo López, también de Morena.
“Ya ni le muevan”, se escucha decir en los pasillos del Congreso local, donde se asegura que la “Operación Soborno” podría terminar en el tercer piso del Palacio de Gobierno.
Gerardo Vargas vuelve al candelero
Quien fue noticia este fin de semana es Gerardo Vargas Landeros , quien reapareció en la escena política estatal y de la mano de ni más ni menos que de Elba Esther Gordillo , la aún poderosa, queramos o no, lideresa magisterial.
Pues sí, Vargas Landeros anduvo presumiendo una foto con Gordillo a las afueras de conocido hotel de la capital sinaloense.
La reunión del otrora segundo hombre más poderoso del Estado con la “maestra” fue el sábado durante la asamblea del proyecto partidista conocido como Redes Sociales Progresistas.
Vargas Landeros reapareció en la escena política al lado también del yerno de la maestra, Fernando González Sánchez y de Juan Iván Peña Neader, comisionado nacional de las Redes Sociales Progresistas.
Y fue precisamente Peña Neader quien regaló esta joyita.
“Tiene una cara de Gobernador que no puede con ella, yo desde que lo conocí se la vi”.
No sabemos si reír o llorar.