Aunque no fue una sorpresa, impactó la renuncia del Presidente de Bolivia, Evo Morales, después de casi 14 años en el poder.
La renuncia a la silla grande boliviana fue antecedida por meses de protestas en las calles, una presión incesante desde la oposición y finalmente por la exigencia de su salida desde las fuerzas militares y de la policía.
Así, abandonado hasta por sus propios ministros que se fueron en cascada, Morales renunció en medio de violentas protestas por supuestos fraudes en las recientes elecciones, y horas después de haber convocado otros comicios, como recomendó la Organización de Estados Americanos.
La OEA había participado como observador en las elecciones y denunció haber detectado irregularidades graves en el cómputo de los resultados.
El Presidente indígena, como gustaba llamarse, lanzó su renuncia por televisión, mediante un video, tras lamentar un “golpe cívico” y que la Policía se hubiera replegado a sus cuarteles en los últimos días, dejándolo solo.
Morales pidió a los líderes opositores Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho, a los que acusa de instar un golpe de Estado para echarle del poder, que “no maltraten” a los bolivianos y les “dejen de patear”.
Denuncia persecución
Después de renunciar a la Presidencia, Evo Morales abordó un avión y en ese momento se desataron varios rumores de que pretendía escapar del País, rumbo a Argentina.
Poco después, el avión donde viajaba Morales aterrizó en Cochabamba, una zona del interior de Bolivia, donde el ex Presidente anunció que no se iría del País.
Poco después, el ex Mandatario volvió a sus redes sociales para anunciar que era víctima de una persecución de la policía, aunque ninguna autoridad peruana ha confirmado si existe una orden de aprehensión en contra de Morales.
El mundo responde
Muchos fueron los líderes políticos que se pronunciaron ayer para responder a la renuncia de Evo Morales.
Luiz Inácio Lula da Silva, ex Presidente de Brasil, quien el pasado viernes recuperó su libertad tras pasar 580 días en la cárcel, lamentó este domingo el “golpe de Estado” que llevó a renunciar al Mandatario boliviano.
También se pronunció el actual Presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien rechazó que los hechos que llevaron a la renuncia del gobernante boliviano Evo Morales sean considerados un “Golpe de Estado”.
“La palabra ‘golpe’ es usada mucho cuando la izquierda pierde. Cuando ellos ganan, es legítimo, pero cuando pierden es golpe. Yo no voy a entrar en esa narrativa”, declaró Bolsonaro.
Golpe de Estado o no, lo cierto es que millones de personas protestaban en Bolivia desde aquel lejano 21 de febrero de 2016, cuando Evo Morales realizó una consulta ciudadana para saber si el pueblo quería que buscara una nueva reelección, el pueblo le respondió que “no” y poco después cambió las leyes para seguir gobernando.
El pueblo engañado le retiró su apoyo, incluso los indígenas, aquellos a los que representaba y los que le habían enseñado a no mentir.
Cuando veas las barbas
de tu vecino cortar...
Y más rápido que furioso, el Gobierno mexicano dio su postura sobre lo que está sucediendo en Bolivia. El Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, afirmó que actualmente se lleva a cabo un “Golpe de Estado” en Bolivia y mediante sus redes sociales informó que México mantendrá una postura de respeto a la democracia y las instituciones respecto a los sucesos recientes
Dijo que el Gobierno Mexicano recibió a 20 funcionarios bolivianos en su Embajada de La Paz, además de que ofreció asilo político al ex Presidente Evo Morales.
Ebrard culpó del Golpe de Estado a las fuerzas militares, hecho que comparó con sucesos ocurridos anteriormente en otras naciones de Latinoamérica.
Por su parte, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, en su cuenta de Twitter, afirmó que Evo Morales “prefirió renunciar a exponer a su pueblo a la violencia”.
Dijo que hoy dará a conocer con amplitud su postura.
“Reconocemos la actitud Responsable del Presidente de Bolivia, Evo Morales, quien prefirió renunciar a exponer a su pueblo a la violencia”, aseguró López Obrador.
El argumento del tabasqueño nos recordó a su discurso para defender la decisión de dejar libre a un capo del narcotráfico, en aquel operativo fallido que enlutó a Culiacán un jueves muy negro.
La crisis que se viene con el presupuesto 2020
El presupuesto federal para el siguiente año ha levantado ámpula y preocupación en muchos sectores que se verán afectados con enormes recortes, donde se espera la llegada de recursos insuficientes en programas y apoyos.
Productores agrícolas y el sector pesquero ya han señalado lo preocupante que será para ellos si el presupuesto federal no da un viraje.
El sector educativo no será la excepción y ya organismos como Mexicanos Primero han advertido del impacto negativo y un serio retroceso en la educación del país.
De no corregirse el presupuesto proyectado para educación 2020, sería el más bajo en el siglo, advirtió la directora general de Mexicanos Primero, Jennifer O’Donoghue.
Dijo que el sector educativa tendría que regresar a los años 90 para ver un presupuesto tan bajo en la formación de los maestros.
O’Donoghue informó que en un análisis del organismo sobre el proyecto de presupuesto destaca la preocupación por los recortes a la educación de primera infancia, escuelas normales, formación continua para los docentes y el programa de escuelas de tiempo completo.
Es una situación bastante grave, por lo que todo mundo hace votos para que se redireccione el paquete económico y no castigue un sector tan importante como es el educativo, que ahora más que nunca se necesita reforzar para que la educación sea un arma efectiva para resarcir el tejido social.
En los sexenios pasados, el presupuesto federal tenía varias versiones que iban aumentando los recursos prometidos para los diversos sectores, esto le daba margen de maniobra a diputados y gobernadores para quedar bien con sus representados, el problema es que ahora no se ve ningún cambio positivo para nadie.
