Es públicamente conocida, porque circula en Internet, la fotografía en la que Misael Torres Urrea, El M-2, aparece con su tío Manuel Torres Félix, "El Ondeado".
El hijo de Javier Torres Félix porta granadas en el pecho y una pistola en la cintura. Pero Gerardo Vargas Landeros, Secretario General de Gobierno, dice que el hijo del JT no tenía antecedentes penales y que cumplió con los requisitos para ser síndico de la Ilama, Cosalá.
El Gobierno federal piensa distinto. Mandó a soldados para detenerlo, vía solicitud de la SEIDO, y se lo llevaron a la Ciudad de México.
Es difícil creerle a Vargas, no solamente porque es el segundo al mando del Gobierno de Sinaloa y que seguramente maneja mucha información privilegiada, sino porque además vive en Sinaloa y, ciertamente porque la fotografía a la que hacemos referencia tiene más de un año circulando.
Vargas sabía quién era Misael y si acaso tenía derechos a salvo por no tener antecedentes penales, él y el Gobernador Mario López Valdez tenían (y tienen) la obligación política de impedir que personas relacionadas al crimen organizado ocupen espacios de representación popular o en instancias de decisión.
Si la Ley de Adquisiciones de Sinaloa prohíbe que en una licitación participen empresas en las que el servidor público que intervenga en cualquier etapa del procedimiento tenga parientes consanguíneos de hasta el cuarto grado, ¿por qué sí pude participar el hijo de un sentenciado por la justicia y del que hay registro público de portación de arma en plebiscito para síndico?
¡Vamos, vivimos en Sinaloa! ¡No salgan con tecnicismos!
Malova y Vargas lo sabían y lo consintieron...
Hasta que el Gobierno federal los exhibió.
Buena noticia
Después de cuatro días privado de su libertad, Julián de Nicolás regresó con su familia.
Esto es una buena noticia para sus familiares y amigos pues nadie puede negar que un trance como este es de los más terrible que pueda existir.
Lo que aún llama la atención es la actuación de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal y de la PGR, que aún no informan qué fue lo que realmente sucedió.
El reconocimiento
a 'Chuy Toño'
El 2 de septiembre, la empresa turística Carnival reconoció a Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, director de la Policía Ministerial, conocido también como "Chuy Toño", por su labor en la recuperación de la seguridad de Mazatlán, el cual fue presumido con bombo y platillo por Gobierno del Estado.
Sin embargo, "Chuy Toño" ya había sido reconocido días atrás y nadie le dijo nada, el Ejecutivo de hizo ojo de hormiga, o al menos no lo presumió.
El reconocimiento se lo entregó ni más ni menos que la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Y no, no es una broma, de verdad le hizo un reconocimiento.
El organismo le hizo saber que fue negligente, al igual que la Policía que dirige, le reconoció que fue omiso, que violó derechos de víctimas y que, al mismo tiempo, hizo que un caso de asesinato que le fue encargado lo dejara en la impunidad.
La CNDH envió una recomendación al Estado, le hizo saber que hizo todas las cosas mal en torno a la muerte de Alberto Angulo Gerardo, un periodista deportivo de Hermosillo, quien mientras se trasladaba a Guamúchil, fue alcanzado por un grupo delincuencial que abrió fuego y lo mató.
A la Policía Ministerial se le encargó el caso, pero no lo hizo bien. Omitió la información de los testigos para plantear una línea de investigación formal, incluso para poder encontrar a un posible culpable.
Con "Chuy Toño", la PGJE fue señalada, pues las víctimas fueron desatendidas, no se les dio atención ni tampoco protección, sólo les tomó declaraciones que ni siquiera fueron tomadas en cuenta.
La CNDH les hizo el reconocimiento en una recomendación, la misma que nadie la presumió, ni tampoco se informó por boletines de prensa.
Ahora "Chuy Toño", su policía y la PGJE tienen la obligación de responder, a dar la atención a las víctimas y, además, a decir la verdad sobre el caso que fue mal trabajado y que hoy está en la impunidad.
Contradicción
El Gobernador Mario López Valdez, el viernes pasado, se la pasó hablando de valores, de la obra humana en Sinaloa, en un discurso larguísimo en el Centro de Convenciones mazatleco, donde, de paso, presumió que su hijo mayor ha viajado por el mundo y eso le ha dado pie a valorar más a su País.
Sin embargo, casi al final de su discurso, le pidió al Alcalde, Carlos Felton González, "tolerancia", algo así como "chance" para los visitantes, estudiantes y jóvenes durante su estancia de tres días en el puerto.
Esto porque la mayoría llegó al III Congreso de Valores de otras regiones de la República.
Señor Gobernador ¿a qué se refirió con eso de 'tolerancia'?
Porque no cuadró para nada con su discurso de valores que tanto pregonó.