Quien ahora pide que lo aguantemos es Juan José Ríos Estavillo, Fiscal General del Estado.
Y bueno, no es para menos, ha tenido una serie de críticas desde cualquier punto del Estado por la falta de resultados visibles sobre ciertos delitos que han golpeado a la sociedad.
Nos cuentan que Ríos Estavillo ahora ya habla de que a seis meses de que llegó al organismo se las está viendo negras, y que por eso no vemos ni palpamos los resultados que se exigen para ese cargo.
Y que si se las está viendo negras es porque llegó a una Fiscalía que está reprobada en control y confianza, que tiene un nivel de efectividad del 4 por ciento, que mantiene en rezago expedientes de hace 20 ó 30 años y un déficit de elementos capacitados en el nuevo sistema de justicia.
Pero para ser francos, ¿qué no ya era muy obvio ver que eso podía pasar después de ver (y vivir) la gestión de Marco Antonio Higuera Gómez?
Tal vez no era muy obvio para Ríos Estavillo que cuando postuló para ser Fiscal General ya había irregularidades de todo tipo, de tal forma que ahora que llegó se topó con pared, y una muy dura porque habremos de recordarle que apenas lleva seis meses de los ocho años que le esperan (y nos esperan).
Lo interesante aquí es que ahora podemos exigirle que actúe en contra de esos funcionarios que dejaron un desastre en administraciones pasadas, para ver si es verdad que está harto de verse señalado por errores de otros.
Creemos, señor Fiscal, que la cura para su estrés y frustración es justo eso: pedir que rindan cuentas aquellas personas que dejaron un desastre en la institución y dejar las formalidades de a lado, porque hay que ser sinceros: el que se lleva, se aguanta.
¿Qué dicen
de Mazatlán?
El viernes pasado, la Asociación de Hoteles y Moteles Tres Islas de Mazatlán convocó a hoteleros, políticos y funcionarios del sector a una reunión con cierto dejo de “secretismo” en el puerto, ya que la prensa no fue convocada.
Sin embargo, y a pesar de que lo que ahí se trató se intentó mantener como “un pacto de caballeros”, la información trascendió.
Retomamos los resultados de la presentación, encabezada por el presidente de la asociación, José Ramón Manguart, porque consideramos que es de interés público, además porque no consideramos que lo tratado sea perjudicial para nadie, sino al contrario.
Manguart presentó ante invitados como el Alcalde de Mazatlán, Fernando Pucheta, varias diputadas, funcionarios de Sectur Sinaloa y empresarios hoteleros los resultados de una encuesta realizada a cientos de turistas que acudieron a Mazatlán durante los últimos tres veranos.
Lo bueno
Para la encuesta se entrevistaron a turistas que llegaron al puerto por aire y por tierra durante los últimos tres veranos, lo que permite una comparación para tener una idea de lo que piensan los visitantes al puerto.
Lo primero que sorprendió de los datos que aportaron los turistas es que el puerto ha dejado de ser comparado con Acapulco y Vallarta, los sitios turísticos con los que Mazatlán siempre se ha visto compitiendo.
No, resulta que ahora los visitantes lo comparan con Los Cabos y con Cancún.
Las comparaciones siempre son feas, pero que te pongan al nivel de los más grandes siempre da gusto.
Lo malo
A pesar de que los porcentajes de ocupación han ido a la alza en los últimos años, también hay situaciones que preocupan a los empresarios hoteleros y en esta reunión brotó un tema que aunque tiene lógica, no deja de sorprender.
Resulta que la mancha en el informe se llama “Uber”, la empresa recién llegada al puerto presenta una fuente de conflicto para la actividad turística.
Cualquiera pensaría que el conflicto con los taxistas y la polémica empresa transportadora es el origen de la preocupación de los empresarios, pero no es así.
Resulta que a los hoteleros les preocupa que ya se presentaron por lo menos dos casos sangrientos donde estuvieron involucrados choferes de la empresa en el puerto.
Y si a eso le sumamos algunos casos a nivel nacional, donde se han presentado asesinatos en vehículos de Uber o de otras empresas parecidas, la cosa los pone a pensar.
El miedo es sencillo: los empresarios temen que vuelva a pasar algún caso de alto impacto en un Uber e inmediatamente se boletine el puerto a nivel internacional, debido a la exposición mediática que rodea a esa empresa.
Y lo feo
Entre los resultados de la encuesta repite como cada año, entre los sitios preferidos de los turistas, la playa y el malecón, hasta ahí todo normal.
Lo que “brincó” fue del desplome del Centro Histórico hasta el lugar número cinco entre los sitios con mejores calificaciones de los visitantes.
Claro, basta con dar una vuelta por las calles de la zona para ver los estragos que han hecho las obras de remodelación y que afectan la movilidad en la zona.
