"El efecto Meade no llega a Sinaloa"
El PRI modificó sus estatutos para abrir la puerta a candidaturas para ciudadanos sin militancia priista.
Entonces llegó José Antonio Meade, funcionario en gobiernos del PAN y del PRI, y así pudo ser el (pre) candidato priista a la Presidencia de la República.
Y ya. Hasta ahí quedó, al menos, para el caso de Sinaloa, donde ningún ciudadano sin afiliación partidista se registró como aspirante a la candidatura al Senado o para Diputación federal.
El plazo se cumplió a la medianoche del sábado, pero ningún ciudadano como Meade, notificó su interés por participar en el proceso interno para los espacios federales.
Sólo se escuchaban los grillos, y no nos referimos precisamente a los insectos.
El fin de semana circularon imágenes de presuntas fórmulas pidiendo la confianza a la militancia, entre ellas una que incluyó al ex Gobernador Jesús Aguilar Padilla.
Pero fueron puro borrego.
Hubiera sido interesante atestiguar lo qué pasaría si más de un ciudadano hubiera registrado su interés por competir por el PRI.
Seguramente lo hubieran mandado a descolar hormigas o mínimo le aplicaba la ley del hielo.
Semana caliente
Los priistas anduvieron muy nerviosos este fin de semana.
El Gobernador Quirino Ordaz Coppel se ausentó durante casi una semana, cuando a todos los aspirantes priistas necesitaban el “dedo sagrado” que les indicara el camino.
Fue a España a participar en la Feria Internacional del Turismo, su mero mole, no en balde es hotelero.
Luego pasó por la Ciudad de México hasta que ayer apareció corriendo en el Maratón Internacional de Culiacán.
Ante el vacío, como ya le comentamos, los borregos se soltaron, que si va Jesús al Senado… ¿pero cuál? ¿Valdés, Vizcarra, Aguilar..?
Pero esta semana será la buena para que los interesados terminen de amarrar.
El duende oscuro del trébol, Gerardo Vargas Landeros, ex Secretario General de Gobierno, también le ha dicho a su gente que sigue buscando la candidatura a Senador.
Así que esta semana los tropezones, filtraciones y cuanta artimaña podría aparecer.
El sábado 27 deberán realizarse los registros para tocho morocho: precandidaturas a senadores, diputaciones federales, alcaldías y diputaciones locales.
Habrá chisme político toda la semana y dos o tres traiciones y patadas por debajo de la mesa.
Por lo pronto, le adelantamos algunos ganones que irán en las plurinominales.
Érika Sánchez, discípula de Jesús Enrique Hernández Chávez, “El Chuquiqui”, irá en la posición 1; el actual presidente del PRI en Sinaloa, Carlos Gandarilla, va en el segundo lugar, y Gloria Himelda Félix está peleando la posición 3.
Listo, esto está confirmado, no es cadena de whatsapp.
A mediados de febrero sabremos cuáles serán las candidaturas definitivas para todos los cargos.
La carretera infinita
Se tardaron 11 años en terminar la supercarretera Mazatlán-Durango.
Para construirla fueron necesarios tres presidentes: Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
En su construcción fueron necesarias miles de personas, algunas de ellas perdieron la vida en la compleja obra, que se tragó miles de millones de pesos.
Durante su construcción hubo protestas, manifestaciones y comunidades enteras afectadas por los trabajos de una carretera hecha para borrar del mapa al “Espinazo del Diablo”.
Sin embargo, fue necesaria sólo una pipa con doble remolque para enviar la gran obra de infraestructura de primer mundo al “diablo” y regresarnos al laberinto de la carretera libre.
¿Y la planeaciónde riesgos?
La pregunta principal que nos hacemos es ¿nadie pensó en que podría ocurrir un accidente?
Entre los cientos de ingenieros que trabajaron en la obra, ¿cómo es posible que nadie haya sugerido rutas alternas para utilizar cuando algún punto de la carretera fuera obstruido?
La única posibilidad es abandonar la supercarretera y perder horas dando un enorme rodeo para pasar por el “Espinazo del Diablo”.
Suponemos que en este caso tampoco habrá responsables y la enorme obra, costosa y frágil, seguirá en riesgo de que un accidente vial la cierre durante meses.
Nadie se la cree
Si algo le sobra a la administración del Alcalde de Mazatlán, Fernando Pucheta es el mal gusto y la falta de sentido común.
El nuevo escándalo, cada semana hay uno, fue el protagonizado por la elección de la Reina Infantil, donde una ahijada de Pucheta ganó la competencia con una cifra económica desproporcionada.
El equipo de la nueva reinita infantil entregó 750 mil pesos para ganar, mientras las otras dos niñas no consiguieron llegar ni a los 100 mil pesos.
Al máximo representante de los mazatlecos le gustaba presumir de sencillez y reclamaba moderación en campaña, pero en cuanto llegó a la silla lo asaltó la locura del poder y ahora un “chivo en cristalería” es nada comparado con sus ocurrencias.
