En un afán de dar certeza a un proyecto que lleva más de 12 años de retraso, viciado y con claroscuros, el Secretario de Salud de estado, doctor Alfredo Román Messina, confirma por enésima ocasión que se construirá el Hospital General de Mazatlán con una inversión superior a los mil millones de pesos.
Y a pesar de que ya se ha “oficializado” el 1 de septiembre para arrancar los trabajos, hasta el momento no se ha hecho pública la licitación de los trabajos, lo que vuelve a sembrar la duda con relación a la transparencia del proyecto que tuvo un final desastrozo en la administración malovista.
Sin un punto de partida claro, y en lugar de garantizar la certeza del proyecto, el actual gobierno parece que no aprendió la lección del costo político del oscuro manejo que se le dio al proyecto APP de los hospitales generales para Mazatlán y Culiacán.
Ahora, bajo un esquema de inyección de recursos federales, el Estado se empeña en seguir el mismo “tratamiento” que terminó por matar la construcción de estas infraestructuras hospitalarias muy necesarias, pero cuyo costo sería heredado a varias generaciones de sinaloenses. Ahora más que nunca, el Estado tiene la obligación de transparentar el proceso de licitación, para enviar señales de que quiere despojarse del cáncer de corrupción e impunidad que heredó del malovismo.
A ver con qué sale
Hoy por la mañana, el Alcalde Fernando Pucheta Sánchez presentará ante los mazatlecos el Plan Municipal de Desarrollo 2017-2018.
La apuesta es el embellecimiento del puerto con miras al Tianguis Turístico 2018, lo demás, como la inseguridad, está en duda.
Hoy puede aprovechar el escenario para armar compromisos con los ciudadanos, para que la administración pública municipal sea ese actor en el que el pueblo se ve representado, con acciones concretas de beneficio colectivo.
El afortunado don Silvino
A quien ¡por fin! se le conoció “la voz” en el Congreso local, fue al Diputado local por el PRI, José Silvino Zavala Araujo.
Pocas veces se escucha al legislador en tribuna, salvo en el reciente caso en que estalló la polémica sobre el proyecto que busca aumentar los años para la jubilación de trabajadores de la educación.
Ayer, un renuente Silvino Zavala, a quien por cierto se le conoce por las “mega pachangas” que realiza en su cumpleaños, al “estilo Daniel Amador”, su mentor, tuvo que dar la cara para explicar lo de su “megapensión”.
Un día antes, maestros disidentes ventilaron una lista, en la que don Silvino aparece a la cabeza con una increíble suma de ¡93 mil 575 pesos!
Uno más a la lista de los políticos voraces.
Pero nomás poquito
Algo incómodo y a la vez sudoroso, José Silvino Zavala Araujo, el representante del Distrito 09 de Angostura y Salvador Alvarado terminó reconociendo la veracidad de dicho monto.
Aunque en principio, dijo que eran “80 mil”.
Aun en este supuesto, la cantidad rebasa los ingresos ordinarios, fijados por ley para servidores públicos como el mismo Gobernador del Estado, cuyo límite máximo de sueldo neto ronda los 61 mil 804 pesos.
Eso sí, don Silvino defendió a capa y espada que no se aprovechó de su trayectoria en cargos sindicales del SNTE 53, para despacharse “con la cuchara grande”.
Y se dijo, claro está, merecedor de esa pensión, pues para ello trabajó por casi 42 años frente a aulas.
Lo sorprendente del caso es que sumando la “megapensión” con los ingresos que percibe el Diputado, gana casi ¡250 mil pesos mensuales!
¡Vaya secretito que tenía el afortunado “maestro”, ex líder sindical y Diputado “ultra VIP”!
Una herramienta de seguridad
El Gobierno del Estado aclaró que la compra de drones para apoyar las labores de seguridad de las diferentes corporaciones a su cargo no es ni una ocurrencia ni el negocio de alguien metido a empresario por un rato.
Según el entorno del Gobernador Quirino Ordaz Coppel, la decisión de comprar los drones nació como una sugerencia de las fuerzas armadas, quienes ya operan varios en el País, y a los que se les atribuye una gran ventaja a la hora de vigilar y perseguir delincuentes.
Los drones, que para algunos es algo de ciencia ficción, se han convertido en una herramienta más para labores de vigilancia, explican.
También explicaron que la compra del primer dron es la más cara, superior al millón de dólares, ya que incluye el soporte de hardware y software que servirá para controlar y operar los que sean adquiridos.
La capacitación de los operadores y sus políticas de uso estarían a cargo de elementos del ejército.
Como quiera el tema se presta a muchas interrogantes, como el uso que se les dará, los espacios donde serán resguardados y la terrible posibilidad de que terminen en otras manos.
El tema da para mucho y el Gobierno del Estado asegura que lo hará público para evitar los sospechosismos y la rumorulogía.
Que así sea.