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"Malecón de Mazatlán"

"Se relaja la cuarentena"

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MALECÓN
16/04/2020 07:44

    La Semana Santa fue un ejemplo de civilidad, salvo algunos desobedientes que terminaron apercibidos por la autoridad, los sinaloenses permanecieron en sus casas, respetando las medidas sanitarias impuestas por las autoridades.
    Desde la Playa El Maviri hasta las playas de Teacapán, los sinaloenses se comportaron a la altura y guardaron la compostura, convirtiendo a la época vacacional en un silenciosa y vacía muestra de respeto por la vida de los demás.
    El problema es que en cuanto llegó el lunes, las reglas se relajaron y la gente volvió a las calles, prácticamente reanudó el movimiento económico y con él la gente, lo que podría provocar nuevos contagios.
    Es cierto, es imposible mantener a todo mundo en sus casas, pero por lo menos se intenta que la mayoría permanezca en sus casas.
    Llama la atención que los niños sí han sido protegidos por sus padres y han guardado la cuarentena mejor que los mayores, pero los que no han respetado la cuarentena son numerosos adultos mayores.
    Ya sea por necesidad o porque simplemente no creen que les vaya a pasar algo, se ve a muchos adultos mayores conduciendo o en las tiendas y los supermercados.
    Es necesario reforzar al cuarentena y recordar que cada persona que no respeta las medidas se convierte en una amenaza para los demás.

     

    Sanitizan Culiacán
    La soledad en las calles de la ciudad más grande de Sinaloa aún es evidente, el servicio de transporte urbano continúa con sus modificaciones y un marcado ausentismo del pasaje.
    Los detalles llenan de esperanza a cualquiera que desea que el peligro termine, que todo vuelva a la normalidad, pero se debilitan cuando en las colonias y centros de esparcimiento aún hay actividades normales con los vecinos, amigos y familiares.
    Desde ayer, la Policía, Tránsito y Protección Civil comenzaron a trabajar en puntos de sanitización de vehículos en cuatro de los principales accesos y salidas de Culiacán.
    La autoridad también ha arreciado estos trabajos en el Centro y otros puntos importantes.
    Por ello es importante que todos nos demos cuenta del nivel de esfuerzo que muchos realizan, ni se diga los médicos arriesgando el pellejo, para que cualquier persona ande buscando hacer fiesta a la menor puntada.
    Ojalá permanezcamos con la seriedad suficiente para pasar este terrible trance.

     

    Vigilan compras
    Blindados ante cualquier malentendido, el Congreso del Estado designó un grupo de personas para que de manera transparente compren a la empresa más viable los ventiladores que serán donados a los hospitales integrales del estado.
    Los instrumentos médicos serán adquiridos con los 7 millones 760 mil pesos que el Congreso donó ante la emergencia sanitaria.
    En el Estado hay antecedentes como el “Colchongate”, una mala experiencia en tiempos de emergencias.
    Pero el Gobierno del Estado todavía tiene mucho que aprender del Congreso, pues ya hay dos ambulancias nuevas, planean comprar ocho más y más de 800 mil pesos en equipamiento de protección personal para médicos y enfermeros, pero aún falta transparentar los procesos de compras.

     

    Deficiencias en el IMSS
    Con la apertura de datos del Gobierno Federal sobre el Covid-19 se revelaron algunas barbaridades.
    Ocho personas fueron hospitalizadas por presentar síntomas de coronavirus, les tomaron la muestra para confirmar o descartar el virus y fallecieron antes de que les entregaran el resultado del laboratorio.
    Cabe aclarar que seis de estos ocho pacientes estaban siendo atendidos en hospitales del IMSS.
    La dependencia está obligada a explicar las razones por las que estas personas nunca se enteraron de la confirmación de sus casos.

     

    El júnior da un buen golpe
    Ya que los políticos no lo pueden hacer en este momento, porque se vería muy mal, el que regaló despensas en Culiacán fue el boxeador Julio César Chávez, Jr.
    Criticado hasta la saciedad por sus comentarios en las redes sociales, en este caso, el hijo de la leyenda se anotó un buen golpe y fue felicitado por los cibernautas.
    El júnior es muy activo en las redes, donde destaca por sus comentarios fuera de lugar, pero que al final provocan risa y son seguidos por miles de personas.
    Ojalá y que todos los que “tienen la manera”, como dijo el júnior, siguieran su ejemplo y se solidarizaran con la gente más afectada por la emergencia sanitaria.
    Por cierto, los que tuvieron oportunidad de recibir una de las despensas regaladas por el júnior aseguran que están bien reportadas.

     

    El petróleo sigue a la baja
    A pesar del acuerdo entre los grandes productores de petróleo en el mundo, donde se recortó la producción a niveles históricos, los precios del barril siguen por los suelos.
    Generalmente cuando se realiza un recorte en la producción, el precio se dispara inmediatamente, pero en esta ocasión reducir el número de barriles diarios no ha conseguido mejorar los precios de manera sustancial.
    La razón es compleja y tiene que ver con la crisis sanitaria. Sí, el coronavirus también está afectando los precios del petróleo.
    Resulta que debido a la emergencia sanitaria, la flota aérea mundial permanece en el suelo, además de millones de vehículos, fábricas y buques en el mar.
    Este parón del transporte mundial ha terminado afectando a la demanda de petróleo en más del 30 por ciento, y amenaza con seguir creciendo.
    Y lo peor es que no se ve una solución en el futuro cercano, ya que al final todo depende de un virus que continúa causando estragos en el mundo.

     

    Sigue en las mismas
    El que nomás no aprende y sigue haciendo ocurrencias es el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
    Molesto con el desastre que trae Estados Unidos en el manejo de la emergencia sanitaria, Trump se puso a buscar a quien culpar y agarró de su “cochinito” a la Organización Mundial de la Salud, a la que acusa de todas las responsabilidades que él debió asumir.
    Trump congeló el apoyo económico que entrega EU a la organización mundial, imagínese, en plena pandemia, una locura.