El martes se realizará la siguiente etapa de la reactivación de negocios en Sinaloa, lo más destacable es la reapertura de los negocios dedicados a la venta de ropa, calzado y bisutería, los grandes animadores de los centros de las ciudades.
La ciudad que más lo resentirá será Culiacán, donde se abrirán las calles del Centro, epicentro de la mayor zona comercial del estado y donde la desesperación por abrir llevó a los comerciantes a realizar varias manifestaciones en contra de las autoridades.
Mazatlán nunca cerró las calles del Centro, pero lucían desoladas por el cierre de la mayoría de los negocios, así que seguramente recobrará la intensidad que rodea siempre al Mercado Pino Suárez.
Los Mochis y Guasave también verán alterada la rutina impuesta por la cuarentena por casi tres meses, la gente volverá a las calles del Centro.
‘Tiendas ancla’
Mañana, también abrirán las llamadas “tiendas ancla”, las enormes tiendas departamentales que encabezan las ventas en los centros comerciales, pero aquí tenemos que tomar en cuenta varias cosas.
Primero, van abrir las tiendas departamentales, pero no los centros comerciales, así que solo abrirán las puertas de la grandes tiendas que dan a la calle o a los estacionamientos, pero las puertas que dan a los centros comerciales seguirán cerradas.
Segundo, las tiendas departamentales abrirán siguiendo un protocolo muy estricto, responsabilidad de ellos mismos, pero supervisados por Protección Civil y la Secretaría de Salud.
El viernes
El próximo viernes se realizará una apertura muy especial, la de los cines sinaloenses que no se encuentran dentro de un centro comercial, ya que estos seguirán cerrados.
Los cines abrirán sus puertas, pero lo harán con un limitado número de butacas y siguiendo estrictas medidas sanitarias, la intención es ir midiendo el comportamiento de los usuarios y la forma en que el personal del cine es capaz de hacer respetar las medidas sanitarias.
Centros comerciales
El tema de los centros comerciales es importante, porque debido a la enorme cantidad de personas que pueden recibir, se convierten en un reto para las autoridades.
El día para la apertura de los centros comerciales es el martes 30 de junio, un día clave que indicará que la mayoría de los negocios de Sinaloa ya estarán abiertos.
Hoteles y playas
La fecha para la apertura de los hoteles de Sinaloa se mantiene alrededor del 01 de julio, una apertura que ya no se puede postergar por varias razones.
La primera es meramente económica, los hoteles de Sinaloa se han visto afectados por el cierre y los dos meses de verano, julio y agosto, representan la última oportunidad del año para recuperarse, si no lo hacen, muchos de ellos ya no se recuperarían, incluso se arriesgarían a no abrir más.
La otra razón es de competencia, nos explicamos: el gran sitio turístico de Sinaloa es Mazatlán y si no abre el 01 de julio perdería las reservaciones para verano, turistas que inmediatamente buscarían otro destino, algunos como Los Cabos ya están abiertos.
Moteles, antros y gimnasios
Hay tres negocios que de alguna manera están marcados con un círculo rojo en las listas de las autoridades, debido a los riesgos de contagio que representa cada uno, los tres de naturaleza completamente distinta, pero los tres con fecha de apertura incierta.
Los moteles son parientes de los hoteles, pero la autoridad los ve con un nivel de riesgo mayor, debido a la movilidad de sus clientes, donde una habitación puede rentarse varias veces en un día.
Aquí se propone intensificar las medidas sanitarias y se les impondrá un protocolo especial para desinfectarlos. Hay posibilidades de que abran junto con los hoteles o en los días posteriores.
Los gimnasios también abrirán en julio, pero se les aplicará unas medidas sanitarias especiales, número de personas limitado y horarios escalonados.
Los antros son vistos como lugares con altos riesgos de contagios, así que su fecha de reapertura sigue siendo incierta.
Responsabilidad civil
Si hay algo que queda claro en la reapertura económica de Sinaloa es el papel que jugarán los sinaloenses para conseguir que las medidas sanitarias se cumplan y los niveles de contagios se mantengan bajo control.
Después de todo, si se disparan los contagios las autoridades ordenarán el cierre de los negocios y nos arriesgamos a regresar a una cuarentena que nadie desea.
La buena noticia es que hay actitudes que la ciudadanía ya adoptó, para bien, como el uso del tapabocas y la sana distancia.
Y prácticamente ya todo mundo entendió que el virus no es un juego, conforme el virus se ha ido haciendo presente en la comunidad sinaloense, ya todos conocemos o hemos oído de algún conocido que se enfermó de Covid-19.
La caída de un héroe
La crisis de credibilidad en la que han caído las autoridades de salud, por la información sobre la pandemia del Covid-19, ha calado fuerte entre los mexicanos.
El Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, quien hasta hace unos días era considerado como un héroe nacional, que hasta se daba el lujo de corregir a su jefe supremo, hoy está tan desdibujado que bien le caería que le atine a algo.
Por un lado, el funcionario dice que hay que evitar una falsa impresión de que la pandemia está por terminar, pero luego dice que ahí la llevamos.
Después nos explicó que la “nueva normalidad” es para aprender a vivir con al Covid-19. ¿Qué querrá decir con esto? ¿Que nos acostumbremos a ver morir a amigos, familiares, compañeros y conocidos o desconocidos como moscas ante la pandemia?
El problema de López-Gatell es que juega un doble papel: el de defensor de la estrategia fallida del Gobierno federal y el de comunicador de la tragedia que provoca el virus.
Inevitablemente en algún lado quedará mal.