"¿Puede una entrevista convertirse en un hito? ¿Una entrevista puede influir en el rumbo de una nación? ¿Una entrevista puede marcar un rumbo histórico?"
Noroeste / Pedro Guevara
¿Puede una entrevista convertirse en un hito? ¿Una entrevista puede influir en el rumbo de una nación? ¿Una entrevista puede marcar un rumbo histórico?
Si aceptamos la importancia que le han dado la mayoría de los historiadores de la Revolución Mexicana a la entrevista que en 1908 le hizo el periodista estadounidense James Creelman a Porfirio Díaz , en la cual el dictador prometía que permitiría elecciones libres en 1910, y recordamos que tal hecho terminó de convencer a Francisco I. Madero de crear un partido político para participar en ellas, lo cual, finalmente, tras un fraude mayúsculo, abrió las puertas al estallido revolucionario, entonces, podemos creer que, en ciertas circunstancias una entrevista puede ser determinante en el rumbo de un proceso histórico.
No me vienen a la memoria otras entrevistas de igual trascendencia a la señalada ni busqué en libros de historia casos semejantes, pero habrá entre los lectores quienes recuerden otros casos.
Lo anterior solo sirve a semejanza de introducción para comentar la entrevista que le hizo Julio Scherer García, fundador y ex director de la revista Proceso, al 'Mayo' Zambada, y el reportaje que la acompaña.
Por supuesto aquí no se habla de la entrevista a un proto héroe ni nada semejante pero sí a un personaje de la historia contemporánea de México en la que el reportero es, quizá, el periodista más importante de nuestro país en los últimos cincuenta años.
Hay personas, entre las cuales habrá seguramente algunos lectores, que solo consideran personajes históricos a los que actúan dentro de la ley y se consideran benefactores de la sociedad. Este no es el criterio que en este comentario se adopta si no otro, en el que un personaje histórico, independientemente de lo que haga, bueno o malo dentro de la sociedad, deja una profunda huella en ella. Y bueno, nadie podrá negar que el 'Mayo' Zambada es uno de los actores principales de uno de los momentos más críticos de la historia mexicana.
Han brotado una gran cantidad de opiniones poniendo en entredicho la calidad periodística, la ética y el profesionalismo de Julio Scherer en torno a la entrevista al capo. Una de las principales es que le reclaman no le haya hecho preguntas más filosas o agudas al 'Mayo' Zambada y que, al menos en apariencia, haya sido intimidado por el compadre del 'Chapo' Guzmán.
Es cierto que Scherer se ve tímido o atemorizado por uno de los jefes del cártel de Sinaloa, pero la entrevista, a pesar de no ser brillante sino más bien opaca, ha logrado estremecer a las instituciones públicas y a gran parte de la sociedad mexicana. Y no se diga a la región sinaloense.
Han sido esa entrevista y los reportajes que la acompañan, sobre todo el intitulado "Asoma la narcopolítica", con la firma de Jorge Carrasco Araizaga, los que han suscitado un enorme interés, preocupación y polémica en Sinaloa. No es para menos, porque involucra a Jesús Vizcarra, el candidato del PRI a la titularidad del Poder Ejecutivo estatal.
El ex Alcalde de Culiacán ha reaccionado con celeridad, nerviosismo y hasta ansiedad al contenido de la más reciente edición de Proceso. Incautar, en la era del Internet, los ejemplares que se enviaron a Sinaloa fue uno de sus errores infantiles y volantear con un vago desmentido del Cisen las imputaciones que se le hacen en el reportaje mencionado ha sido otro de ellos. Pero el más grave de todos, derivado del trabajo de Proceso, fue la manera que contestó a Enrique Ramírez, reportero de El Debate, en una entrevista relacionada con el 'Mayo' Zambada.
Acorralado por el periodista, Vizcarra no quiso o no pudo negar que el 'Mayo' Zambada es su compadre. No es necesario leer un "sí" literal del candidato del PRI para darse cuenta que el famoso capo es su compadre, lo cual en México, por lo menos en ciertas regiones y sectores sociales del país, quiere decir mucho.
Como político, aunque no muy experimentado, Jesús Vizcarra podía haber negado abiertamente el compadrazgo, tal y como lo hacen comúnmente los políticos ante preguntas o situaciones comprometedoras, pero no lo hizo. Quizá no fue falta de oficio, sino el temor a la reacción de un hombre con un inmenso poder. O quizá fue el respeto a una filia muy arraigada en los medios rurales de la cultura mexicana. Lo que haya sido, lo cierto es que el rico ganadero no negó su compadrazgo con el legendario capo.
Legalmente no le pueden hacer nada a Jesús Vizcarra por ser compadre de 'El Mayo' Zambada. Políticamente, podríamos pensar que sí lo afectaría, no con su partido ni con las instituciones de gobierno pero sí con el electorado, si es que éste considera que la relación con el jefe del cártel de Sinaloa daña sus intereses. Lo que está por verse es sí a las mayorías ciudadanas les importa el compadrazgo del candidato con el capo.
La duda de este columnista podría ofender a muchos, pero lo cierto es que a miles de sinaloenses no les importa tal relación. Las próximas encuestas nos lo podrán decir con mayor objetividad. Un disminución considerable de las preferencias por Vizcarra nos indicaría que, en efecto, la entrevista de Scherer y sus derivados habría provocado efectos devastadores sobre el futuro cercano del PRI en las elecciones de julio.
Si esto último se cumple, estaríamos, entonces, ante uno de esos casos en los que una entrevista periodística hizo historia.