¿En manos de quién estarán los destinos del PRI en el esfuerzo titánico de salir del hoyo y vencer a los gobiernos de la 4T?
Estos son los candidatos que aspiran a dirigir a nivel nacional al PRI: la yucateca, Ivonne Ortega Pacheco; el campechano, Alejandro Moreno Cárdenas; y la veracruzana, Lorena Piñón Rivera.
La elección interna del tricolor se llevará a cabo este domingo próximo de 09:00 a 17:00 horas y en Sinaloa ya están preparando las mesas de recepción para los votantes.
Todo va bien, aunque los priistas locales se molestaron porque el PRI nacional no les permitió, ni a ellos ni a ningún otro estado, que decidieran dónde quedarían estas mesas o urnas, y de acuerdo al dirigente estatal Jesús Valdés Palazuelos, sólo el 20 por ciento de los militantes priístas en Sinaloa podrán acudir a emitir su voto.
En toda la entidad serán instaladas 229 receptoras, para que acudan a votar los 328 mil militantes priistas, detalló Valdés Palazuelos.
“La Comisión Nacional de Procesos Internos no nos aceptó a ningún estado la organización de los seccionales, en torno a cada mesa receptora, que más o menos oscila entre mil 500 empadronados, desgraciadamente lo hicieron allá en un escritorio”, lamentó el dirigente.
La queja de los priistas la originó el acomodo de las casillas, ya que estarán muy distanciadas unas de otras, provocando que en algunas secciones los militantes tendrán que trasladarse a otras comunidades para poder votar.
¿Imposición que derriba en un error que originará gran abstencionismo de tricolores, o una medida estratégica?
Triunfo cantado
Los priistas intentan que la elección de su próximo dirigente a nivel nacional esté revestida de democracia para poder, al fin, presumir a un líder elegido democráticamente.
El problema, más que en las formas, está en la tradición, ya que la elección será un mero trámite, ya todo mundo sabe que el ganador será el que tenga los apoyos de los gobernadores priistas del País, y ese es el candidato Alejandro Moreno Cárdenas, Gobernador de Campeche con licencia.
Moreno Cárdenas, mejor conocido como “Alito”, consiguió el apoyo de los gobernadores priistas, prometiendo que resucitará al partido y presumiendo su cercanía con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, algo que muy pocos priistas pueden presumir.
Pero los priistas no se fían, saben que “Alito” es muy ambicioso y pretenderá manejar el partido para llegar a la próxima elección a la Presidencia en la mejor posición para pelear la silla grande en contra del sucesor de AMLO.
La ambición de “Alito” es grande, tan grande como los cuatro años que faltan para iniciar la carrera por la sucesión, y en ese tiempo seguramente pasarán muchas cosas.
El triunfo de los gobernadores
El proceso electoral que vive el PRI a nivel nacional nos demuestra una cosa, que finalmente los gobernadores priistas se impusieron a la cúpula, y son ellos los que definirán el destino del partido.
Nos explicamos: Después del tsunami Morena, el 1 de julio de 2018, el resto de partidos políticos entró en franca decadencia, en el tobogán provocado por la derrota, todo fue perder y el PRI no fue la excepción.
Incluso para el PRI, la derrota fue más terrible que para el resto, debido a que perdieron el poder, provocando que miles de priistas abandonaran el barco, dejando un montón de cenizas detrás, desde donde se vieron obligados a reconstruir los despojos que dejó el desastre.
Entre las ruinas quedaron dos grupos de poder peleando por las migajas, por un lado estaban líderes como Miguel Ángel Osorio Chong y Manlio Fabio Beltrones, y del otro lado estaban los gobernadores.
Tanto Osorio Chong como Beltrones intentaron tomar el timón, pero lo hacían sin mecanismos de poder de dónde agarrarse, así que los gobernadores terminaron ganando la partida, después de todo ellos son los únicos que detentan un poder real, aún y cuando se encuentre desperdigado por todo el País.
El domingo, finalmente un Gobernador priista tomará el poder en el partido y lo hará con la venia de sus compañeros gobernadores.
La realidad pone las cosas en su lugar
A veces las reuniones que hacen las autoridades, para dar a conocer o más bien presumir que todo anda marchando bien en seguridad, terminan siendo vapuleadas por la realidad.
No habían pasado ni unas horas desde que el Secretario de Seguridad Pública del Estado, Cristóbal Castañeda Camarillo, dio a conocer que siete delitos presentaron una tendencia a la baja, durante la semana comprendida del 29 de julio al 4 de agosto, en la capital del estado, en relación a la semana anterior, cuando dos delitos golpearon el optimismo oficial.
Dos de los delitos en los que se presume han bajado en el estado es el robo de autos con violencia y el robo de motocicleta con violencia.
Ayer, circuló un video que encendió las redes y mostró cómo una familia era despojada de su camioneta de manera violenta y a plena luz del día.
Los hechos sucedieron en una de las calles de la Colonia Chapultepec, en Culiacán.
De acuerdo con la grabación de la cámara, los hechos ocurrieron ayer miércoles a las 09:36 horas, cuando un hombre se llevó el vehículo, una pick up color roja, después de amenazar a las propietarias.
Y ayer, por la tarde se informó de un robo a un repartidor de Noroeste.
Los hechos ocurrieron por la madrugada, a las 4:30 horas, cuando fue despojado el trabajador de esta casa editorial de su motocicleta cuando se disponía a entregar el periódico.
El hecho se registró en la Colonia Centro y fue un robo violento. El repartidor señaló que estaba parado cuando fue atacado por un hombre que venía acompañado de otro, ambos estaban arriba de una motocicleta.
Al trabajador de esta empresa lo golpearon violentamente para quitarle la motocicleta, se llevaron sus documentos personales, periódico y dinero que tenía en la unidad de reparto.
¿Así o mas violentas las cosas?, señor Secretario.
