No es la primera vez que el Cabildo se divide en dos bandos: ocho contra seis. Ya se acabaron las votaciones por unanimidad.
El Alcalde Luis Guillermo Benítez Torres parece perder sus bonos entre los regidores de su propio partido, esos que besaban el suelo que pisaba.
El primero que se salió del huacal fue Adalberto Valle Pérez, no fue un enfrentamiento abierto, incluso ni votos en contra, sino pequeñas observaciones, puntos de acuerdo que chocaban con la corriente política del Presidente Municipal.
Luego fue Paulina Guadalupe Osuna Castañeda, quien en una sesión de Cabildo denunció que el Alcalde exigía que todos dieran like y compartieran sus publicaciones.
Ahora es Alberto Lizárraga, quien en dos ocasiones ha denunciado que se está violentando el Reglamento de Reglamento Municipal, una, porque los dictámenes vienen firmados solo por dos de los cinco miembros de una comisión y la otra porque no se le cita a las sesiones de trabajo de la comisión y luego se lee su nombre como si hubiera sido parte del dictamen.
El otro es Rodolfo Cardona Pérez, del Partido del Trabajo, quien ha sabido hacer alianzas y asestar votos en contra a las propuestas del Alcalde.
Guadalupe Elizabeth Ríos Peña todavía no se define, algunas veces vota en contra y otras se abstiene. Pero pocas veces vota a favor.
Y la principal, la Síndica Procuradora Elsa Bojórquez Mascareño, que nada más con pedir la palabra ya pone de mal humor a Benítez Torres.
Son las formas Alcalde, las formas
Esos son los seis votos que tuvo en contra el dictamen impulsado por el Alcalde Luis Guillermo “El Químico” Benítez, para revocar el Decreto 67 que permitió la creación de la paramunicipal Unidad Deportiva y Recreativa Benito Juárez.
Ninguno de ellos dijo estar en desacuerdo con el proyecto.
Todos dijeron estar en desacuerdo con las formas: citar a las sesiones solo a los incondicionales, llámense los cuatro regidores del PRI; y no aceptar ni siquiera ligeras modificaciones.
Y las palabras de Alberto Lizárraga, lo dejan claro.
“Sentí, con todo respeto lo digo, un engaño, una burla, es una falta de respeto a nuestra figura como regidores, aunque sea una buena propuesta, la forma como se hace, parece que se hace con doble propósito, por eso me voy a abstener de votar”.
Y lo cumplió.
Promesa o amenaza
No es la primera vez que lo dice: “Amor con amor se paga”, ¿es una promesa o es una amenaza?
En su primera conferencia, luego de salir del confinamiento por coronavirus, el Alcalde Luis Guillermo Benítez Torres agradeció a los reporteros por estar pendientes de su estado de salud.
“Amor con amor se paga”, señaló.
Y ayer, en la sesión de Cabildo, solicitó retirarse de la reunión antes de que ésta terminara, argumentando “tener agenda”.
“¿Y qué agenda es más importante que estar pendiente de la sesión? ¿No podrán esperarlo unos minutos más, si solo faltan dos temas de Asuntos Generales?”, cuestionó la Síndica Procuradora, Elsa Bojórquez Mascareño.
Y como ella, otros más votaron porque no abandonara la sesión, pero finalmente lo salvó el voto de sus incondicionales, los cuatro regidores del PRI.
“Amor con amor se paga”, dijo al despedirse.
¿Eso qué significa? ¿Favores para quienes le dicen a todo que sí? ¿Bloqueos para quienes se oponen a él? ¿Es una amenaza o una promesa?
¿Y los campitos de la Juárez?
Hay una máxima que dice que no hay que cambiar lo que está funcionando, pero el Alcalde Luis Guillermo “El Químico” Benítez es experto en exactamente lo contrario.
Ya lo hizo cuando recién llegó al poder, desarticulando el Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán, quizá la única área del Ayuntamiento que operaba en las grandes ligas de la cultura y que hoy es apenas un remedo de lo que era.
Bueno, ahora se ha cargado el patronato que ha hecho posible el mejor centro deportivo del puerto, el Benito Juárez, antes conocido como “Los campitos de la Juárez”.
Sin necesidad de saber mucho del centro deportivo basta saber que gracias a su patronato llegó a ser lo que es, uno de los centros deportivos públicos más importantes del País.
Hoy, con el pretexto de “entregárselo al pueblo”, “El Químico” disolvió el patronato y se dispone a manejarlo a través del Ayuntamiento.
Lo único que puede pasar con el deportivo desde este momento es que vaya a peor.
Independientemente de lo que haga el Alcalde con él, nada bueno podemos augurar que pasara en un lugar que estaba abierto para el deporte serio en Mazatlán y donde se formaron grandes deportistas.
No nos engañemos, señor Alcalde, no se trata de justicia social es simplemente politiquería.
Una obra pública ¿sin moches?
Una histórica reforma aprobaron ayer los diputadas y diputados del Congreso local, al avalar el dictamen para darle transparencia y nuevas reglas para la obra pública en el estado.
La reforma es de gran calado porque de acuerdo a lo aprobado se garantizan un marco competitivo para la contratación y ejecución de obras públicas.
Por ejemplo se elimina el procedimiento de invitación a tres empresas dado que se trata de una simulación de una licitación para hacer adjudicaciones de contratos de manera discrecional, por lo que desaparece la figura del procedimiento a tres empresas quedando solamente los de licitación y adjudicación directa.
Y el Preecasin señalado como un ente de contratos irregulares, se limitará sólo a labores de conservación y mantenimiento, o sea que ya no hará obra nueva.
Otro de los puntos importantes es que se dan más facultades a los llamados testigos para dar mayor transparencia y rendición de cuentas, por lo que no se podrá excluir al testigo social en ningún tipo de licitación pública.
La reforma también incluye apartados para combatir la corrupción y una apertura total a la información, ya que todas las propuestas de obras serán en sesión pública grabada y publicitada en vivo, electrónicamente.