¿Por qué Morena no ha elegido a su candidato a la Gubernatura de Sinaloa? ¿Qué posibilidades tiene cada uno de los principales aspirantes a la candidatura?¿Qué fue lo que pasó cuando todo apuntaba a que el Senador Rubén Rocha Moya fuera el designado?
Las tribulaciones de Morena a nivel nacional impactan a Sinaloa y de qué manera. La falta de una decisión en el partido más poderoso del País mantienen a la política de Sinaloa en vilo, y al resto de los partidos en espera.
Decidir el candidato no es fácil y el tiempo apremia, cada día que pasa se erosiona la confianza en el supuesto sistema interna de elección que se inventaron los morenos, una encuesta invisible a la que nadie tiene acceso, ni siquiera los aspirantes.
Además, el entorno no ayuda, las alianzas son efímeras y cada aspirante juega su propio juego, generalmente uno sucio y repleto de zancadillas.
Aquí intentaremos contarles lo que está pasando dentro del partido del Presidente Andrés Manuel López Obrador y su relación con Sinaloa.
El tiempo pasa…
El Senador Rubén Rocha Moya era el candidato natural a la Gubernatura de Sinaloa, por Morena. Era el naturalito, su perfil como ex Rector de la UAS y su carrera dentro de la política lo hacían el más fuerte, además es Senador.
Sin embargo, en lugar de aprovechar el tiempo para construir un liderazgo dentro de Morena en Sinaloa, Rocha Moya lo utilizó para pasearse en los pasillos de la Ciudad de México contentando a sus amigos morenos, pero se olvidó de sus compañeros de partido en Sinaloa, que más que compañeros parecen enemigos.
Ante el escritorio del líder de Morena a nivel nacional, Mario Delgado, desfilaron los otros aspirantes, uno por uno: la Senadora, Imelda Castro Castro; el Alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro; el Alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo “El Químico” Benítez; y el “caballo negro”, Gerardo Vargas Landeros.
Todos descargaron su artillería pesada en contra de Rocha Moya: “soberbia”, “ya se siente Gobernador”, “cero liderazgo”, “nadie lo quiere”, “no ha hecho nada por el partido”.
Si hubiera sido uno, el ataque no hace mella, pero la carga fue demasiado pesada. Mario Delgado comenzó a dudar de la capacidad de liderazgo de Rocha Moya, y en política la “duda” generalmente es un “no”.
Cada día que pasa, el Senador pierde fuerza. No lo podemos descartar porque sigue siendo la mejor carta, pero si lo eligen sería a la fuerza, y a fuerza ni los zapatos entran.
Imelda, sí, pero no
Y si la decisión no favorece al Senador Rubén Rocha Moya, entonces ¿quién será el elegido?
La Senadora Imelda Castro Castro es la segunda en la lista, pero fuera de la ventaja de género, de su imagen limpia y su larga trayectoria sin mácula, la Senadora no termina por enamorar a nadie.
Y si se evalúa su capacidad para liderar una campaña por la Gubernatura en contra de una poderosa alianza del PRI, PAN y PRD, pierde enteros. Nadie la ve ganadora.
El impresentable
Si no son los senadores a Morena le quedan dos alcaldes en Sinaloa que quieren competir por la Gubernatura, el primero de ellos es Jesús Estrada Ferreiro, Alcalde de Culiacán.
Aunque usted no lo crea dentro de Morena se le quiere. Es de esos personajes que despierta simpatía, aunque sea solo por la compasión que provocan los líos en los que se mete.
Todos los morenos en México y en Sinaloa coinciden en un punto: Estrada Ferreiro no puede ser, es capaz de destruirse a sí mismo en cuanto abre la boca.
El Alcalde de Culiacán representa lo peor de la izquierda mexicana, está peleado con todos y con todo. Se ha peleado con el Congreso, que es morenista, trae una bronca con los medios que parece no tener fin y un día se pelea con los empresarios y al otro día también.
Así que Estada Ferreiro se descarta solo. Es más, es posible que hasta batalle para que le otorgue el partido la posibilidad de competir por la reelección, ya que hay numerosos tiradores para el puesto.
El descarte
Y si los hemos descartado casi a todos, entonces el Alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo “El Químico” Benítez, asoma la cabeza como una posible opción.
Tiene varias cosas a su favor y muchas en contra, pero primero vamos a hablar de las buenas: tiene pedigrí moreno, ha sido calificado como un buen Alcalde y es conocido en casi todo Sinaloa.
Ahora van las malas: Su supuesta relación con el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha ido a la baja, los escándalos en los que se ha metido le restan puntos.
Lo primero que hizo al llegar al poder fue comprarse una camioneta del año, cuando el Presidente las andaba rematando en una subasta.
Y lo peor: ha sido castigado una y otra vez por cuestiones de género. Incluso ha sido obligado a disculparse ante la Síndica Procuradora de Mazatlán, Elsa Bojórquez Mascareño, por violencia política.
Y tiene otro defecto, nadie lo ve como un candidato que pueda competir a un nivel razonable, tiene una pésima relación con los medios de comunicación y cada que abre la boca se mete en problemas, una característica que comparte con su colega de Culiacán.
El caballo negro
El otro gran aspirante importante a la Gubernatura de Sinaloa, por Morena, es Gerado Vargas Landeros. Un morenista a fuerzas que se coló en el “sagrado templo de los puristas morenos”.
A Vargas Landeros nadie lo quiere en Morena, pero tiene la concha dura, como caguama, y aguanta cualquier desprecio.
Al señor le dijeron que la elección se iba a realizar por medio de una encuesta y desplegó todas sus armas mediáticas, gastó un dineral en redes y se posicionó.
Ahora aparece en las encuestas, y aunque usted diga que esas encuestas son puro cuento, el señor aparece en ellas.
Así que la elección sigue en suspenso y cada día que pasa se complica más para los morenos. Y mientras siga pasando el tiempo, la elección del candidato de Morena seguirá enrareciéndose, mientras sus contrincantes se siguen fortaleciendo.
Ahora resulta que los priistas y panistas trabajan juntos, agárrense de donde puedan.