"Los desayunos de Andrés Manuel"

Este lunes,  Andrés Manuel López Obrador desayunó dos veces en Sinaloa, la primera, muy temprano en Mazatlán, acompañado de los empresarios hoteleros,  Carlos y Fernando Berdegué, dueños de Grupo El Cid, y la segunda, unas horas después, en Culiacán, con el Gobernador  Quirino Ordaz Coppel.

Los dos desayunos fueron un ambiente relajado, en el primero el Presidente electo recordó a don  Julio Berdegué, el hotelero que lo acompañó siempre y que le mostró su apoyo en los momento más difíciles del llamado “desafuero”, cuando el entonces Presidente  Vicente Fox echó a andar la maquinaria oficial en su contra.

En Culiacán, López Obrador fue recibido por el Gobernador y una multitud que se dispuso a saludarlo y a hacerse una selfie con el Presidente electo.

Sin embargo, después de los abrazos y las selfies, los dos desayunos fueron muy “nutritivos” en proyectos para Sinaloa.

 

Proyectos 

para Sinaloa 

Durante su encuentro privado con  Andrés Manuel López Obrador, el Gobernador  Quirino Ordaz Coppel tuvo la oportunidad de hacer una presentación de las condiciones en que se encuentra Sinaloa, los proyectos que se realizan y los que hacen falta.  

Ordaz Coppel encontró en el tabasqueño a otro mazatleco, así que en unos minutos ya se trataban como viejos amigos, y el sinaloense aprovechó para hablarle de los avances y las necesidades de estas tierras.

AMLO se mostró contento con la reducción en el número de diputados, las penas graves para delitos de corrupción y la inversión en seguridad.

Pero dos proyectos en especial llamaron su atención, la construcción de las instalaciones para la Policía Militar en el Sauz, en Costa Rica, y la carretera que se construye para enlazar Badiraguato con Parral, Chihuahua.

Pero el Gobernador no paró ahí, le mostró la importancia para el sur de Sinaloa de la Presa Santa María y su relación con el desarrollo Playa Espíritu, dos proyectos que juntos podrían detonar una región completa.

 

Los algodoneros se 

cuelan en el desayuno  

Y ya entrados en la plática, Quirino Ordaz Coppel le recordó al Presidente electo una de sus promesas de campaña, la de regresar al equipo de Los Algodoneros de Guasave, un proyecto muy sentido en el norte del estado y muy cerca del corazón beisbolero del tabasqueño.

Andrés Manuel López Obrador reconoció la importancia del apoyo al deporte, pero también se discutió la dificultad económica de sacar adelante un proyecto de ese tipo.

Fue en el momento en que se discutía que quizá con una inversión privada y pública podría hacerse realidad, cuando emergió una idea que podría sonar extravagante, pero tiene su lógica, la de revivir a Los Algodoneros, pero en la liga de beisbol mexicana.

La idea parece muy ambiciosa, pero pondría a Sinaloa en el mapa del beisbol de la liga mexicana y los sinaloenses tendrían beisbol todo el año.

 

Una escuela para AMLO

Y regresando al desayuno en Mazatlán, donde los hermanos Carlos y Fernando Berdegué compartieron el pan con Andrés Manuel López Obrador, nos enteramos de algo interesante.

Durante el desayuno, el tabasqueño conoció el proyecto de la escuela primaria ecológica construida y donada por  Lola Sacristán de Berdegué, madre de los empresarios hoteleros, a través de Fundación El Cid. 

Resulta que el proyecto le gustó tanto al líder de Morena que invitó a Carlos y a Fernando a dar a conocer el proyecto educativo a nivel nacional para animar a otros empresarios a convertirse en parte del desarrollo educativo del País.

Así que el esfuerzo de los empresarios mazatlecos podría convertirse en un ejemplo para el resto de los empresarios mexicanos que quieran participar en el Gobierno de López Obrador.

Claro, hay que tener ganas de meterle y de sumarse a un gobierno que desea cambiar a un País entero.

 

Reclamo a AMLO

El único reclamo que tenemos que hacerle a Andrés Manuel López Obrador durante su visita a Sinaloa es su negativa a hablar con la prensa en Culiacán, por muy apresurado que estuviera por agarrar su vuelo a La Paz.

Que alguien le recuerde que hablar con los medios es hablar con el pueblo, ese mismo que lo eligió.

 

Un robo que 

da vergüenza

Hasta aquí las buenas noticias, nos acabamos de enterar que los amantes de lo ajeno no respetan nada, ni siquiera a una institución como el  Orfanatorio de Mazatlán.

El pasado fin de semana, los amantes de lo ajeno entraron y robaron computadoras, donadas por particulares a la institución.

El equipo es parte indispensable para los trabajos escolares de las niñas que ahí residen, sobre todo de secundaria y prepa, que ahora la van a tener difícil para cumplir con sus tareas. 

Y esto no les bastó a los ladrones, que también se llevaron las televisiones. 

Está por demás explicar el enorme esfuerzo que realiza el patronato del albergue 

para conseguir recursos o donativos en especie.

Señores ladrones, ¡no se vale!