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"MALECÓN DE MAZATLÁN"

"El Tercer Informe"

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MALECÓN
20/11/2019 07:03

    El evento masivo del Tercer Informe de Gobierno de Quirino Ordaz Coppel fue una perfecta fotografía del poder político en Sinaloa.

    Acomodada en orden de importancia, la clase política al completo acudió a decir presente a un evento donde todos quieren salir en la foto.

    En el evento, que inició puntual, a las 17:00 horas, estuvieron todos, incluso la oposición, el Congreso Local, los administradores de justicia, invitados especiales, empresarios, militares, líderes de todos los sectores y un buen número de estudiantes que se encargó de poner los gritos y las porras.

    Hasta el Palenque de la Feria Ganadera de Culiacán se presta para hacer del evento una puesta en escena donde se puede ver cómo el poder irradia desde el ruedo, donde coronando un templete circular el Gobernador va saludando a sus funcionarios o a otros poderes que se sientan en el redondel.

    En la primera fila que rodea al Gobernador se sientan los invitados especiales y parte del Congreso estatal.
    Inmediatamente después, en la segunda fila están los líderes de los partidos, alcaldes, algún ex Gobernador, senadores y funcionarios estatales de primer nivel.

    En la tercera fila aplauden los empresarios de todos los sectores, así se juntan lo mismo grandes y medianos, de Los Mochis o Mazatlán, de Culiacán o El Rosario, todos vienen con ganas de aplaudir al único gallo con micrófono en la mano.

    Conforme suben las filas el poder disminuye o crece, ahora están los rectores de universidad, los directores de diferentes dependencias, los representantes de organismos de todo el abanico ciudadano.

    Más arriba está lleno de estudiantes, listos para armar la fiesta, los del Conalep presumen unas enormes letras, aplauden, gritan el estribillo que da inicio al espectáculo: “todos somos Puro Sinaloa”.

     

    Invitados especiales

    En esta ocasión, la invitada de honor es la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y en su calidad de representante del Presidente Andrés Manuel López Obrador llega al recinto escoltada por el Gobernador Quirino Ordaz Coppel y su esposa, Rosy Fuentes.

    Después de ser presentada, con todo y su título provisional, Sánchez Cordero ocupa su silla en el redondel, desde donde recibirá con alborozo cada uno de los agradecimientos que Ordaz Coppel hará al Presidente, ya sea por ayudar a terminar los nuevos hospitales o alguna de las carreteras que se encuentra en construcción.

    Cerca de la Secretaria de Gobernación sientan al Gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, aquel que fue votado por dos años, pero al que sus diputados le regalaron otros tres años.

    Del otro lado de la Secretaria, el Gobernador de Baja California Sur, Carlos Mendoza, y también el Gobernador de Durango, José Rosas Aispuro.

    Cerca de ellos se encuentran el ex Gobernador Jesús Aguilar Padilla y los senadores por Sinaloa.

     

    El informe

    La fiesta es de Quirino Ordaz Coppel, de nadie más. Solo con el micrófono y ayudado por unos apuntadores disimulados en el fondo del ruedo, el Mandatario comienza a enlistar la larga lista de obra pública y apoyos que ha conseguido materializar en su último año de Gobierno.

    Y mientras pasa de la carretera de Guasave a Las Glorias al Parque Central de Mazatlán, o del Parque Las Riberas a los estadios de beisbol que se remodelaron en tres ciudades se da tiempo para bromear o jalonear a un público entregado.

    Quirino habla durante una hora exacta, sin necesidad de nadie más, si acaso se detiene unos segundos para tomar agua, mientras la concurrencia repite el himno de su administración: “Puro Sinaloa, puro Sinaloa, puro Sinaloa”.
    Generalmente estos eventos no permiten la autocrítica o el pesimismo, están diseñados para el aplauso y la sonrisa, son pura emoción, pero el año también tuvo sus días negros, así que el Mandatario reduce el canto a la felicidad y recuerda los tiempos malos.

    “Hemos cargado con un estigma durante mucho tiempo”, pero inmediatamente se repone.

    “No hay adversidad de la que los sinaloenses no hayamos salido”.

    Aplaude el Rector de la UAS, Juan Eulogio Guerra Liera, aplaude Jesús Vizcarra, se pone de pie Carlos Berdegué, lo aplauden Héctor Melesio Cuén Ojeda, Graciela Domínguez y José Jaime Montes Salas, el superdelegado que por fin aparece.

    En medio de la fiesta llega el Alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo “El Químico” Benítez, 30 minutos tarde, el único alcalde que faltaba, mejor tarde que perderse el cariño del festejado.

    Y la fiesta sigue, recordando los logros en seguridad, en vivienda para los desplazados, en las calles pavimentadas de los campos pesqueros, en los apoyos a los estudiantes, en la tenencia que ya no existe.

    Ordaz Coppel se despide y baja a agradecer a Olga Sánchez Cordero, aplaudida y querida por los asistentes, como si se tratara realmente de Andrés Manuel López Obrador.

    Sánchez Cordero toma el micrófono y cierra el evento con un “Viva Sinaloa”.

     

    El invitado incómodo del Gobernador

    “Somos muy buenos amigos desde hace muchos años, es una amistad de familias, de su familia con la mía, mi esposa, su esposa, mis hijos, sus hijos y personalmente tuvo la atención, la cortesía de invitarme a su informe”: Gerardo Vargas Landeros.
    Sin palabras.

     

    Todos pierden

    Dicen que hay que saber escoger las batallas que vas a enfrentar en la vida, sabiduría que el Alcalde de Mazatlán parece que no comparte o simplemente no entiende.

    Luis Guillermo “El Químico” Benítez ha decidido emplear el poder que le han conferido los mazatlecos para cancelar fiestas, suspender eventos y ahora para impedir la construcción de un desarrollo inmobiliario como Camino al Mar.

    El asunto lo comenta todo Mazatlán y a todos los niveles, el asunto es que nadie entiende la postura del Alcalde.

    La razón que esgrime el Mandatario es que el proyecto incumple las medidas de seguridad de una construcción, sin embargo, nos enteramos de que existe un documento llamado “Fe de hechos” donde se asienta que el proyecto cuenta con todas las medidas de seguridad necesarias.

    El Alcalde de Mazatlán se ha labrado una fama de “terco”, no en vano luchó durante años para llegar al puesto, pero eso a que deje sin trabajo a 650 trabajadores de la construcción por su terquedad, comienza a lastimar a los mazatlecos.

    A final de cuentas, nadie gana con un pleito de esta naturaleza.