Héctor Tomás Jiménez
'Mientras querer es una actitud inconsciente, relacionada con lo que está fuera de nuestro alcance, amar surge como consecuencia de un esfuerzo consciente, que nos hace centrarnos en lo que sí depende de nosotros'.
Enric Corbera
En el ser humano coexisten una serie de estados anímicos producto de la capacidad que tiene de percibir la realidad, así como de la forma como procesa e interpreta es mundo que lo rodea. En este contexto se encuentran las emociones, las sensaciones y los sentimientos. La experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación.
Durante mucho tiempo las emociones han estado consideradas poco importantes y siempre se le ha dado más relevancia a la parte más racional del ser humano. Pero las emociones, al ser estados afectivos, indican estados internos personales, motivaciones, deseos, necesidades e incluso objetivos. De todas formas, es difícil saber a partir de la emoción cual será la conducta futura del individuo, aunque nos puede ayudar a intuirla.
Enric Corbera, psicólogo especialista en las emociones y su relación con la bioenergética, y la forma como el ser humano concibe los sentimientos de "querer" y "amar", escribió en un ensayo: "Todos los vicios de la mente son fruto de interpretar de forma egocéntrica la realidad, una actitud impulsiva e inconsciente que nos impide aceptar lo que sucede tal como viene y a los demás tal como son. Ésta es la causa real de todo nuestro sufrimiento, que además nos encierra en un círculo vicioso muy peligroso. Para poder amar, primero hemos de albergar amor en nuestro corazón".
Podemos percibir que querer es un acto egoísta; es desear algo que nos interesa, un medio para lograr un fin. Amar, en cambio, es un acto altruista, pues consiste en dar, siendo un fin en sí mismo. Queremos cuando sentimos una carencia, amamos cuando experimentamos plenitud. Mientras querer es una actitud inconsciente, relacionada con lo que está fuera de nuestro alcance, amar surge como consecuencia de un esfuerzo consciente, que nos hace centrarnos en lo que sí depende de nosotros.
Cuando uno ama no culpa, ni juzga, ni critica, ni se lamenta. Los que aman intentan dejar un poso de alegría, paz y buen humor en cada interacción con los demás, por muy breve que sea. Amar también es aceptar y apoyar a las personas más conflictivas, porque son precisamente las que más lo necesitan. Amar de verdad es sinónimo de profunda sabiduría, pues implica comprender que no existe la maldad, tan sólo ignorancia e inconsciencia. La paradoja es que el amor beneficia primeramente al que ama, no al amado. Así, el amor sana y revitaliza la mente y el corazón de quien lo genera. Por eso recibimos tanto cuando damos.
El concepto querer lleva implícita la idea de posesión. Te quiero para algo, para que estés conmigo, para que me acompañes, para que compartas alguna actividad, etc. A fin de cuentas, los seres queridos son seres de los que se espera algunos comportamientos que nos causen satisfacción. Cada ser humano es un universo. En cambio, Amar es desear lo mejor para el otro, aun cuando éste tenga otras motivaciones muy distintas. Amar es permitir que seas feliz, aun cuando tu camino sea diferente al mío. Es un sentimiento altruista y desinteresado. Por esto, el amor nunca será causa de sufrimiento. Amar produce un gozo profundo. Es la alegría de dar. La única manera de darse cuenta de esto es empezar a aprender a amar.
En los años ochenta, Manuel Alejandro escribió una canción que José José hizo un éxito discográfico. El título de la canción: "Amar y querer". Algunas estrofas de la canción las transcribo aquí. "Casi todos sabemos querer /pero pocos sabemos amar /es que amar y querer no es igual /amar es sufrir querer es gozar /El que ama pretende servir /el que ama su vida la da /el quiere pretende vivir /y nunca sufrir y nunca sufrir /El que ama no puede pensar /todo lo da, todo lo da /el que quiere pretender olvidar /y nunca llorar y nunca llorar /El querer pronto puede acabar /el amor no conoce el final /y es que todos sabemos querer /pero pocos sabemos amar".
JM Desde la Universidad de San Miguel
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