Apenas inició al frente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción delegación Mazatlán y Roberto Andrade Limón ya está siendo criticado y cuestionado, de entrada por ser uno de los que participó en el proyecto de la construcción del Mercado Ricardo Flores Magón, al sur del puerto, una obra que no ha sido avalada por sus colegas.
El constructor además está en el ojo del huracán porque es el esposo de la Diputada local, Margarita Villaescusa Rojo, y porque se rumora que se quedó con el proyecto de las nuevas glorietas que se construyen en distintos puntos del Parque Lineal.
El proyecto es de Gobierno del Estado y desde allá habría sido asignado, así que los conflictos de intereses empiezan a señalarse.
La obra implica unos 17 millones de pesos y se desconoce todavía el proceso de adjudicación.
El caso es que los opositores de la diputada ya preparan los señalamientos; valdría la pena que Ayuntamiento transparente este proceso, es cierto que no es propia la obra, pero sí tiene acceso a la información del proceso y también la puede solicitar.
¿Se ‘cayó’ el Auditor oficial?
Nos comentan que ayer se encendieron los “focos rojos” en la bancada del PRI del Congreso local.
Resulta que los diputados de la Comisión de Fiscalización, de todos los partidos, nunca se percataron de que uno de los finalistas de la terna, el priista Víctor Manuel López González, cuenta con 65 años de edad, y hay disposiciones legales que apuntan a que para ser titular de la Auditoría Superior del Estado, no se debe rebasar los 70 años.
López González es apuntalado para este cargo por los empresarios priistas de Mazatlán, entre ellos Leovi Carranza y, de facto, apoyado por el Gobernador Quirino Ordaz Coppel.
“Se cayó el candidato de los empresarios priistas”, aseguró anoche uno de los diputados a este Centinela.
De ser electo don Víctor Manuel, del que por cierto hay aún dudas de su paso por dependencias federales, pues se le señala de haber sido inhabilitado por la Contraloría federal por presuntas irregularidades como alto cargo directivo en la Comisión Federal de Electricidad, éste terminaría su primer periodo ante la ASE a los 72 años.
Por disposición constitucional, puede ser reelecto para un periodo más, por lo que en ese supuesto, culminaría su encargo a los 80 años.
Aunque en el PRI todavía ayer veían cómo salvar este entuerto, argumentando que en estos momentos don Víctor sí “la hace”, las cosas se ven complicadas.
Los panistas daban por descartado transitar con este personaje para la ASE. Este asunto, abrió, a su vez, la posibilidad de que Emma Guadalupe Félix Rivera, sub Auditora, a quien ven con buenos ojos priistas o panistas, resulte la elegida.
Otros ponderaron el gran currículum del abogado mazatleco Héctor Samuel Torres Ulloa, quien lleva años en la Ciudad de México, desempeñándose en cargos de Auditor.
Hoy finalmente se despejará la incógnita.
Sin fondo...
Entran un par de sujetos a un bar en Culiacán, discuten, y con toda la propiedad de una telenovela de narcos, sacan dos cuernos de chivo y disparan a su gusto a las personas que estaban en el bar, no hay detenidos.
Un chico de 16 años fue asesinado para quitarle una gorra.
Dos hermanos, también menores, a uno lo asesinan y al otro lo levantan, lo desaparecen.
Una mujer y dos personas más, asesinadas por balas de grupos que se enfrentan, víctimas circunstanciales les llaman ahora.
Una mujer embarazada y su bebé en gestación fueron alcanzados por las balas. La brutalidad máxima, el poco respeto por la vida es evidente.
El hijo de un líder ganadero encontrado asesinado en un camino compartió ese destino trágico con su padre quien también había sido asesinado, pero en 2010.
Un padre lleva a su hijo al kínder, es brutalmente asesinado, el pequeño apenas se salva al correr hacia el jardín de niños.
Sin respuesta
Y la lista es larga, tan sólo en este año, por cada 23 asesinatos en Sinaloa, hay una persona detenida, de acuerdo con las cifras oficiales de la Procuraduría General de Justicia en el Estado.
Lo triste, las autoridades de Sinaloa no parecen tener un plan para resolver los casos de inseguridad en Sinaloa y los resultados son que en este 2017 van 303 asesinatos, hasta ayer y contando, de los cuales sólo han detenido a 13 personas, es decir, sólo el 4 por ciento de ese tipo de delitos.
Una impunidad del 96 por ciento. Y al parecer no hemos tocado fondo.
La ciudadanos pasmados parecemos deslumbrados por la sangre, la adicción a las historias de terror, a los videos más cruentos.
Lo curioso es que el horror no alcanza a mutar a la indignación.
Un día de estos, al charlar con unos jóvenes de lo que pasó en el bar El Pirata, alguno dijo “y qué quería... estamos en Sinaloa”.
Así de triste, así de brutal, así de real.