"‘Chayote’ disfrazado"
A fuerza de transas, nuestros políticos se han vuelto expertos en “disfrazar” el control de los medios a través de la corrupción.
Durante años, los periodistas mexicanos fueron comprados directamente, con dinero por debajo de la mesa, vales de gasolina, premios en posadas o sobrecitos cargados.
Otra formas de control consistían en otorgarles privilegios, condonarles multas o hasta ofreciéndoles chamba, hay miles de periodistas que alguna vez fueron independientes y hoy trabajan para los gobiernos mexicanos, a muchos de ellos se les ofreció el trabajo simplemete para silenciarlos.
Hoy, vivimos en Mazatlán una forma refinada de controlar a los medios y se hace a través de contratos, donde el medio informativo y los periodistas se convierten en meros paleros de los gobernates, espacios listos para recibir a los políticos y permitirles vivir en una permanente campaña electoral.
El Alcalde mazatleco, Fernando Pucheta, ha hecho de la compra de espacios y conciencias una forma de gobernar, al grado que la mayoría de los medios de la ciudad reciben dinero del Ayuntamiento a cambio de sus espacios, sus voces y sus plumas.
Lo más triste es que hasta reglamentado está, los periodistas reciben miles de pesos mientras se rinden ante el poder, cuando lo que deberían estar haciendo es exactamente un contrapeso a ese poder, ya sea investigándolo, denunciándolo y exigiéndole que cumpla con el compromiso que lo llevó al poder.
El mensaje
El que se resignó o de plano le dijeron que no va por la reelección, es el Alcalde Fernando Pucheta Sánchez.
Resulta que ayer aprovechó su mensaje en el Cbtis 51 para anunciar su “futuro”, ahí aseguró que al terminar la administración municipal regresará a dar clases a esta preparatoria donde hace años fue maestro. Eso dijo.
Claro, aunque también es cierto que los mensajes los “avienta” para distraer al enemigo.
La realidad es que ésta es la segunda ocasión que Pucheta Sánchez declara que llegará al final de la administración en 2018, aunque mucho se dice que está trabajando para la reelección, una oportunidad que ya es posible con las reformas electorales en Sinaloa.
En el caso de Mazatlán, varios priistas amigos del Gobernador, Quirino Ordaz Coppel, quieren la candidatura por la Alcaldía.
Y con su mensaje de ayer parece que a Pucheta ya le pidieron que ni se alborote para buscar un segundo periodo.
La realidad es que no es uno de los favoritos del Gobernador y que es al que menos voltea a ver.
Habrá que esperar porque también se sabe que Pucheta Sánchez gestionará otro cargo por la vía “plurinominal” o una delegación federal.
¿A poco cree que a los políticos no les gusta saltar de un cargo a otro?
¿O que abandonan el cheque tan fácilmente?
Humberto Millán y la ‘narcopolítica’
El jueves 24 de agosto se cumplen ya seis años del crimen del periodista Humberto Millán Salazar.
Este trágico aniversario coincidirá con los 100 días del asesinato de Javier Valdez, ocurrido el lunes 15 de mayo.
Para recordar la memoria del director del semanario A Discusión, familiares y periodistas están convocando a una misa, en la Catedral de Culiacán.
El 24 de agosto de 2011, cuando aún no se cumplían ocho meses del sexenio de Mario López Valdez, el periodista fue “levantado” por un comando armado.
Ese día Millán Salazar y uno de sus hermanos, que le apoyaban, se dirigían a conducir un programa matutino en la estación Radio Fórmula, al cual no llegó.
Por petición propia, según se supo después, los captores atendieron la solicitud de Millán de liberar a su hermano.
Un día después, el cuerpo del periodista fue encontrado en las inmediaciones del campo Morelia, a la salida norte de Culiacán.
Comandaba la Policía Ministerial en ese entonces Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, “Chuy Toño”, quien había sido ratificado en el cargo por Malova, tras polémicas declaraciones del Mandatario, en el sentido de que “con blancas palomas no se combatía el crimen”.
El homicidio de Millán Salazar tuvo connotaciones políticas, pues el periodista había sido parte importante del equipo que colaboró, desde los medios de difusión, en la campaña de Malova por la Gubernatura.
Y ocurrió en un contexto de crímenes de alto impacto, de personajes vinculados precisamente al grupo con el poder en la Gubernatura.
Entre otros, el de Luis Domingo Pérez Hernández, ex Director de Gobierno, y ex Subsecretario de Gobierno de Jesús Aguilar Padilla, desde enero de 2011.
Tras la muerte de Humberto, familiares y colegas apuntaron a personajes de la clase política, como presuntos autores intelectuales del hecho.
Como ocurre en estos casos, las protestas se fueron apagando conforme transcurrió el sexenio de Malova.
Al final, el resultado que todos conocemos: la impunidad.
