Así se titula un estudio que realiza la organización Data Cívica para documentar: Votar entre balas, entendiendo la violencia criminal-electoral en México.
Los números son contundentes: “De 2018 a lo que va de 2024 se han registrado en México mil 709 ataques, asesinatos, atentados y amenazas contra personas que se desempeñan en el ámbito político, gubernamental o contra instalaciones de gobierno o partidos”.
El año pasado, 2023, ha sido el año con más ataques registrados contra personas relacionadas con la política, los cargos de elección popular y funcionarios, con 574 eventos violentos, seguido de 2022 con 486.
Y estos menos de tres meses de este año no pintan nada bien, pues van 110 casos de violencia y 22 asesinatos.
“En México, la violencia electoral se ha convertido en una herramienta del crimen organizado para influenciar la vida pública de estados y municipios”, advierte el equipo de investigación de Data Cívica y del Programa para el Estudio de la Violencia (PEV) del CIDE.
“Afirmamos que no existe la democracia donde impera el miedo”.
Es cierto. La situación no solo es preocupante, sino alarmante.
El reconocido politólogo Sergio Aguayo lo resume así: “El Gobierno federal nos dijo que los gobernadores y alcaldes protegerían a los y las candidatas locales. Lo único que sabemos es que sigue la matazón y la impunidad. No vamos bien. El narco ya está votando”.
