Ver en las calles de la Zona Dorada de Mazatlán una turba de motociclistas agrediendo a un automovilista y su vehículo hasta destrozar el carro y dejar sangrando al conductor es un hecho que nos debe alarmar y al que las autoridades deben poner la lupa y solución.
Los hechos ocurrieron el fin de semana, el domingo en la noche específicamente, cuando un conductor prácticamente “les avienta” el carro a los motociclistas que se encontraban concentrados en la Avenida Camarón Sábalo, la principal de la zona turística.
Según testigos, al automovilista no lo dejaban pasar y su pésima reacción fue tratar de salir de ahí aventando el carro a los motociclistas, con el saldo de dos heridos.
Sin embargo, la reacción de los conductores de las motocicletas, en su mayoría jóvenes, fue casi salvaje, hasta el punto de destrozar el automóvil por completo y golpear al conductor adentro del vehículo hasta sacarlo a la banqueta, donde quedó ensangrentado y de rodillas.
Un casi linchamiento en plena zona turística de Mazatlán que no debe pasar desapercibido.
Si a esto sumamos que los mazatlecos hemos visto en las últimas semanas la concentración cada vez más fuerte y riesgosa de cientos de motociclistas, no de los que nos visitan en la Semana de la Moto, sino jóvenes casi todos a bordo de motos ligeras, que intimidan a cualquiera por su volumen y su comportamiento.
Compartir las calles de una ciudad entre peatones, ciclistas, motociclistas, automovilistas y transporte público siempre ha sido un reto, máxime en áreas de tan alta densidad de tráfico y tan privilegiadas del puerto como lo es la zona turística, pero lo que se observa en esta trifulca entre cientos de motociclistas enardecidos contra el conductor de un auto es otro nivel de violencia que ahora nos toca ver en nuestras calles.
Urge atención, solución y prevención de parte de las autoridades no sólo de Tránsito sino de Seguridad.