No fue una sorpresa, era ya un cese anunciado y ayer el Gobernador Rubén Rocha Moya cumplió con lo que había advertido a sus funcionarios de que retiraran procesos y demandas contra periodistas, si no lo hacían tendrían que dejar sus cargos. Esto tras el asesinato del periodista Luis Enrique Ramírez Ramos.
Recordemos que el Mandatario estatal emitió un oficio el 9 de mayo, en el que emplazaba que aquellos servidores públicos que tuvieran demandas contra periodistas, para que en 48 horas desistieran de ellas, o en caso contrario, deberán de continuarlas como un ciudadano común y renunciar a sus cargos.
Héctor Melesio Cuén era el único funcionario con demandas contra comunicadores, una contra precisamente Luis Enrique Ramírez, asesinado el jueves pasado y otra contra Teresa Guerra, actual Secretaria de las mujeres, por lo que el líder del PAS tuvo que dejar la Secretaría de Salud.
Aunque como ya mencionamos no fue una sorpresa, la noticia sí cimbra todo el tinglado político, ya que para muchos, este cese no tiene nada que ver con la defensa de la libertad de expresión, sino con una serie de desencuentros y encontronazos entre el ahora ex Secretario de Salud y el Gobernador.
En reiteradas ocasiones el Mandatario estatal hizo recriminaciones hacia Héctor Melesio Cuén Ojeda, lo cual el ex funcionario había dejado pasar sin presentar una renuncia o al menos una defensa mediática.
Son tiempos diferentes con la llegada de Morena a la Gubernatura del Estado, reflejo de lo que está pasando a nivel nacional, con cambios a veces matizados a veces abismales en la manera de hacer política.
También este cese es prácticamente el último golpe para la ruptura total de la alianza entre PAS y Morena que tantos dividendos les dio en las pasadas elecciones.
Esperemos que siendo más un asunto político, los actores se comporten con madurez y no veamos el inicio de una guerra.