Un proceso desaseado

    Un proceso llenó de acusaciones de irregularidades fue el que se vivió este fin de semana en las elecciones internas para elegir a los consejeros estatales de Morena.

    Desde acarreo de personas, quema de boletas, destrucción de urnas, e incluso compra de votos, fueron las acusaciones sobre las elecciones.

    En la jornada electoral se definirían a los consejeros al Congreso de Morena en los 300 distritos.

    Los comicios se volvieron tendencia en las redes sociales, que daban cuenta de las largas colas e incluso pleitos en las sedes para la votación.

    Mención aparte, es que si bien es cierto que la afluencia fue muy alta, hubo muchas personas que fueron llevadas a las urnas sin siquiera saber a qué iban y también votaban, incluso, sin saber por quiénes lo estaban haciendo.

    Ante las airadas críticas, el presidente nacional de Morena, Mario Delgado, tuvo que salir a declarar que se analizarán todas los reportes de irregularidades y aseguró que anularían las votación en los lugares donde se comprueben anomalías.

    Y mientras en algunas sedes las boletas ardían, literalmente, el presidente de Morena en Sinaloa, Manuel de Jesús Guerrero Verdugo aseguró que durante la jornada no se registraron disturbios, ni contratiempos y que “todo fue una fiesta de la democracia”.

    De acuerdo a las cifras dadas por el mismo Guerrero Verdugo, fueron mil 129 los candidatos y se registraron alrededor de 80 mil votos de militantes de todo el estado.

    En fin que fueron comicios, copiosos sí, pero a la vieja usanza de los otros partidos que han estado en el poder.

    Los resultados supuestamente los conoceremos hoy, pero con tanto desaseo, posiblemente esto vaya para largo.

    Desde acarreo de personas, quema de boletas, destrucción de urnas, e incluso compra de votos, fueron las acusaciones sobre las elecciones.